Corte masivo de energía eléctrica generó caos en España y Portugal
EMERGENCIA. Interrupción del servicio en la Península Ibérica se produjo a las 4:30 de la madrugada hora local y afectó a los semáforos, metro, trenes, aeropuertos y el comercio. Hasta anoche se desconocía el origen del problema.
Un gran apagón dejó ayer sin suministro eléctrico a España, Portugal y algunas zonas del sur de Francia, provocando problemas en el funcionamiento de servicios públicos como el ferrocarril y el metro, así como a empresas y particulares.
El suministro eléctrico se interrumpió en la Península a las 4:30 hora local. Según datos del operador del sistema, Red Eléctrica Española (REE), en torno a esa hora, cuando el consumo rondaba los 25.184 megavatios, se desplomó repentinamente hasta los 12.425 megavatios.
El operador señala que se produjo un "cero" en el sistema eléctrico peninsular, lo que suele indicar un apagón generalizado. Posteriormente, el sistema eléctrico peninsular comenzó a recuperar la tensión por las zonas norte y sur, según REE.
Sin embargo, la recuperación total del sistema eléctrico español tardó unas 12 horas, ya que el director de Servicios a la Operación de Red Eléctrica, Eduardo Prieto, reconoció que se trataba de una incidencia "absolutamente excepcional".
Redes Energéticas Nacionais (REN), la compañía responsable del suministro de electricidad y gas en Portugal, confirmó por su parte que se produjo "un corte masivo en el suministro eléctrico en toda la península ibérica y parte del territorio francés" y que se activaron los planes para el restablecimiento del servicio.
Trenes y calles
Los semáforos que regulan el tránsito dejaron de funcionar en varias zonas de España, igual que la red de telefonía móvil, y también el transporte público se vio alterado.
El Metro de Madrid quedó interrumpido por la falta de suministro eléctrico y algo similar sucedió en Barcelona, donde se paró el metro y el ferrocarril y miles de pasajeros quedaron dentro de los trenes, algunos en túneles, desde donde tuvieron que ser evacuados.
En Lisboa, las estaciones de metro también cerraron sus puertas y los icónicos tranvías de la capital se quedaron parados en la calle; además, era visible un movimiento continuo de los servicios de emergencias por las calles, policía y ambulancias.
También fueron afectados los aeropuertos de Portugal, que cancelaron más de 200 vuelos; no así los de España.
El apagón obligó al desalojo de muchos edificios sedes de empresas de España, pero también algunas instituciones oficiales y también el Museo del Prado, del cual debieron salir centenares de turistas que habían acudido para conocer la principal pinacoteca de España.
Los principales bancos operaron con cierta normalidad, aunque algunas entidades adelantaron el cierre de sucursales y los pagos con tarjetas registraron problemas cuando los aparatos de cobro se quedaron sin batería o acceso a la red telefónica.
También se reportaron problemas de personas atrapadas en ascensores. Y hubo locales comerciales que debieron cerrar, lo que generó aglomeraciones en aquellos que poseen generadores propios de electricidad. La crisis se profundizó con problemas para volver a casa.
Ninguna claridad
Una de las grandes preguntas, que no fue resuelta durante el día, fue el origen del corte. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, afirmó que no descarta ninguna hipótesis sobre el apagón, tras encabezar una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad Nacional.
El primer ministro portugués, Luís Montenegro, indicó que, a falta de conocer el motivo del apagón eléctrico, lo único que se sabe es que su origen no fue en Portugal, sino que "todo apunta" a que fue en España.
Y el gestor de la red eléctrica francesa afirmó que el origen del incidente no fue en su territorio.