La junta militar de Birmania (Myanmar) elevó ayer a 1.644 los muertos, 3.408 los heridos y 139 los desaparecidos por el terremoto de magnitud 7,7 que el viernes sacudió el país, donde se vive un conflicto armado entre el Ejército y guerrillas rebeldes.
El Gobierno castrense, que detenta el poder desde el golpe de Estado de 2021, actualizó en la noche de ayer las cifras, y las aumentó más de 1.000 muertos que había comunicado antes.
La junta también indicó ayer que más de 2.600 edificios han colapsado, incluidas viviendas, colegios y pagodas del país de mayoría budista, después de un terremoto cuyo epicentro se situó entre las ciudades de Sagaing y Mandalay, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
Ayuda de Rusia y China
La junta militar hizo el viernes una inusual petición de ayuda internacional tras declarar el estado de emergencia, con China, India y Rusia entre los primeros en poder entregarla.
En esa línea, Rusia anunció ayer el envío al lugar de dos aviones con socorristas y médicos en ayuda de los damnificados.
"Dos aviones del Ministerio de Emergencias de Rusia aterrizaron en el aeropuerto de Rangún para ayudar a eliminar las secuelas del asolador terremoto", informó la cartera en comunicado recogido por la agencia oficial rusa TASS.
A su vez, el Ministerio de Sanidad comunicó que una brigada del Centro Federal de Medicina de Catástrofes (CFMC) viajó a Birmania por instrucción del presidente ruso, Vladimir Putin.
Asimismo, China anunció ayer que proporcionará 100 millones de yuanes (unos 13,8 millones de dólares) a Birmania en "ayuda humanitaria de emergencia" a petición de su junta.
El portavoz de la Agencia de Cooperación Internacional para el Desarrollo de China (CIDCA) Li Ming dijo que esta asistencia incluye el envío de 2 equipos de rescate y el suministro de materiales como tiendas de campaña, mantas, primeros auxilios, alimentos y agua potable, según un comunicado difundido por este organismo dependiente del Ejecutivo chino.
Rescate
Desde Mandalay, la segunda ciudad más grande del país con 1.5 millones de habitantes, un trabajador de un grupo de rescate local contó a Efe la dificultad de las tareas y ofreció detalles sobre el devastador impacto del temblor. "Llevamos más gente al cementerio que al hospital", dijo.
"Nuestros equipos -añadió- básicamente se dedican a sacar cuerpos sin vida de los escombros (...) Hoy solo uno de ellos ha recuperado 30 cadáveres".
En tanto, Naciones Unidas pidió ayer a la comunidad internacional "ayuda urgente y consistente" para Birmania..