Desde 1992 cada 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua, establecido en la Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Una fecha que cobra más relevancia cada vez que conocemos informes de expertos que nos alertan acerca de la escasez hídrica que afecta al planeta y que pone en riesgo el acceso a un recurso fundamental para la humanidad. Pero a la vez, es una efeméride que motiva e impulsa a distintos sectores productivos a tomar compromisos ambiciosos para hacer frente a esta situación.
Si bien los últimos datos publicados por la Sociedad Nacional de Minería de Chile indican que el uso de agua de la industria minera representa un 4% del consumo en nuestro país, las empresas del rubro estamos conscientes de nuestra capacidad de impulsar cambios, usar nuevas tecnologías y desarrollar una minería más responsable. Es por ello que como sector hemos avanzado considerablemente en la mejora de nuestros estándares y procesos, disminuyendo el consumo de este recurso y asegurando su recirculación.
La Política Nacional Minera 2050 da cuenta de este compromiso que compartimos en la industria, estableciendo que como país lideremos el modelo de economía circular a través de la reutilización de residuos y el uso eficiente de recursos, además de cumplir al 2040 con la meta de no superar el 5% de uso de agua continental de las aguas totales utilizadas.
En esa línea, la construcción de plantas desalinizadoras y la adopción de nuevas tecnologías de recirculación y reutilización han sido muy relevantes. En Salares Norte, este último eje fue considerado desde el diseño de la operación, etapa en que nos planteamos el desafío de gestionar el recurso hídrico de manera eficiente, en el marco de la estrategia de desarrollo sustentable y de nuestras metas ESG a nivel global, que nos empujan a asegurar un 80% de recirculación del agua, lo que logramos gracias al uso de la tecnología de relaves filtrados, la cual además elimina el dique de relaves, entregando mayor estabilidad y seguridad ambiental. Asimismo, a nivel global en Gold Fields apuntamos a reducir en un 48% el uso de agua continental hacia 2030, en comparación con la línea de base de 2018.
Si bien estos avances y estándares son una buena noticia para el país, no podemos olvidar que la gestión hídrica es un desafío global que requiere de un compromiso colectivo y de la implementación de políticas y prácticas adecuadas. Un reto que nos convoca a todos, al sector público y privado, incluyendo a la sociedad civil, comprendiendo que ninguno de nosotros puede resolver este desafío de manera aislada.