La escalada de violencia en Oriente Medio tuvo un nuevo incremento este jueves cuando las alarmas antiaéreas volvieron a sonar en el corazón de Israel. Por primera vez desde que entró en vigor el alto al fuego en el mes de enero, Hamás lanzó una andanada de cohetes contra Tel Aviv en represalia por la reanudación de la ofensiva israelí sobre la Franja de Gaza.
El ataque, reivindicado por las Brigadas Al Qasam, el brazo armado de Hamás, marcó el rompimiento definitivo de la frágil tregua que había mantenido una relativa calma en la región durante los últimos meses. "La Fuerza Aérea de Israel interceptó con éxito un proyectil y otros dos cayeron en una zona abierta", informó el ejército israelí en un comunicado.
Las sirenas de alerta se activaron en distintas partes de la zona metropolitana de Tel Aviv, incluyendo el aeropuerto internacional Ben Gurion, generando escenas de pánico entre los ciudadanos que se resguardaron en refugios antiaéreos.
Lanzamientos previos
El lanzamiento de misiles por parte de Hamás se produjo apenas unas horas después de que Israel ampliara su ofensiva terrestre en Rafah, en el extremo sur de la Franja de Gaza. "Durante las últimas horas, tropas israelíes han iniciado una ofensiva terrestre en el área de Shabura, en Rafah", informaron las Fuerzas Armadas de Israel en un comunicado.
Las operaciones militares se intensificaron luego de que en la madrugada del martes Israel rompiera el alto al fuego con una oleada de bombardeos sobre Gaza. Según el Ministerio de Salud del enclave palestino, hasta el cierre de esta edición y tras 72 horas de ataques se habían registrado al menos 591 muertos y más de un millar de heridos.
"Las Brigadas Al Qasam bombardearon Tel Aviv con una andanada de cohetes en respuesta a las masacres sionistas contra civiles", anunció la milicia terrorista en sus canales de difusión, acompañando el mensaje con un video donde se muestra a combatientes preparando lanzacohetes, con un cartel en hebreo de fondo que advierte: "Tel Aviv arderá y Al Quds será liberada".
La comunidad internacional ha reaccionado con preocupación ante la nueva escalada del conflicto. Estados Unidos, principal aliado de Israel, respaldó las acciones del Ejército hebreo.
Mientras tanto, en Europa, el secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido, David Lammy, confirmó que un ciudadano británico resultó herido en un bombardeo israelí en Gaza. "Nuestra prioridad es apoyar a la víctima y a su familia en este momento", afirmó ante el Parlamento británico.
¿Y los rehenes?
En paralelo, miles de israelíes se manifestaron en Jerusalén y Tel Aviv exigiendo la liberación de los rehenes que siguen en manos de Hamás. La protesta también incluyó críticas al gobierno de Benjamin Netanyahu, a quien acusan de manejar el conflicto de manera errática.
Según el Ejército de Israel, Hamás todavía mantiene secuestradas a 59 personas, de las cuales 24 se cree que siguen con vida. "Hemos hecho todos los esfuerzos posibles para traer a nuestros ciudadanos de vuelta a casa, pero Hamás ha rechazado todas las ofertas mediadas por EE.UU. y otros países", aseguró el vocero del gobierno israelí, David Mencer.
El nuevo enfrentamiento ha encendido las alarmas sobre la posibilidad de una guerra de gran escala . Israel ha advertido que su operación terrestre podría extenderse, lo que haría escalar más la violencia.
De hecho, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, ordenó a sus tropas "continuar intensificando las operaciones en Gaza. Ya estamos observando que la presión militar está afectando la posición de Hamás. No nos detendremos hasta que liberen a los rehenes".