Expertos y actores locales derriban el mito del sobrediagnóstico TEA
CONVERSACIÓN. La detección temprana, formación y concientización son cruciales, concuerdan. En Atacama el Trastorno del Espectro Autista en personas adultas ha sido invisibilizado.
Lamentablemente existen diferentes mitos que deben enfrentar las personas autistas y uno de ellos, hace relación al mito del sobrediagnóstico del Trastorno del Espectro Autista (TEA) en Chile. Expertos y actores locales reflexionaron sobre las dificultades, prejuicios y desafíos que enfrentan las personas con el diagnóstico, tanto los niños y niñas más comúnmente conocidos, como también la personas adultas, donde los entrevistados concuerdan que existe mucho por trabajar.
Realidad nacional y detección temprana
Desde la Fundación Felipe Camiroaga, su director Gabriel Valenzuela, indicó que este mito ha sido difundido en los últimos años, comparando la realidad nacional con otros países, cuando la verdad es que más casos, solo visibilizan la mejora en la detección temprana.
"Muchos sostienen que existe un sobrediagnóstico de esta condición, lo que generaría un 'exceso' comparado con otros países. Sin embargo, lo que realmente está ocurriendo es una mejora significativa en la identificación temprana, lo que se traduce en más pequeños que reciben el apoyo que necesitan".
Valenzuela recalcó que es importante entender que la mayor cantidad de diagnósticos, se debe a un cambio en la forma en que la sociedad chilena ve y entiende el TEA.
"Gracias a campañas de concientización, a la formación de médicos y educadores, y a la mejora en los protocolos, muchos más niños están siendo identificados correctamente. Su detección temprana es crucial. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esto mejora significativamente las oportunidades de intervención y, por ende, el pronóstico a largo plazo. Quienes reciben apoyo en sus primeros años tienen mejores oportunidades de integración".
El aumento de diagnósticos también refleja un mayor acceso a servicios de salud especializados. "En el pasado, infantes con síntomas leves o atípicos pasaban desapercibidos, pero hoy en día existen más recursos, tanto públicos como privados, para que los padres puedan acceder a un diagnóstico certero y, sobre todo, a los programas de intervención necesarios".
El director recalcó que es importante no propagar este mito, "debemos enfocarnos en las mejoras que hemos logrado como sociedad en la detección de una condición que, hasta hace poco, se desconocía ampliamente. A medida que crece la conciencia sobre el TEA, también lo hace nuestra capacidad de brindar una respuesta adecuada a las familias que enfrentan este desafío".
Por todo esto, Valenzuela recalcó que es fundamental que se siga trabajando en la educación, la concientización y la formación de los profesionales de la salud. "El diagnóstico correcto es solo el primer paso; la verdadera transformación llega con el apoyo continuo, el acompañamiento de expertos y el compromiso de toda la sociedad".
En esa línea, el director recalcó que el aumento en diagnósticos, debe mas bien ser motivo de celebración. "Más niños están siendo reconocidos, apoyados y preparados para tener un futuro lleno de oportunidades".
Formación y educación
Por otra parte, Bernardita Fuentes, académica de la Escuela de Educación UANDES, expresó que la visibilidad es crucial, para avanzar en la formación de profesionales además de ampliar la investigación. "En la medida que visibilicemos la diversidad podremos avanzar en la formación de profesionales de la salud, de la educación, entre otros, que atiendan a las personas autistas y con ello procurar una inserción social adecuada y respetuosa de las cualidades y características individuales. A su vez, podremos ampliar la investigación existente de manera de avanzar en el conocimiento del espectro".
Tras el diagnóstico de TEA, se aplica la Ley 21.545, que establece la promoción de la inclusión, la atención integral, y la protección de los derechos de las personas con trastorno del espectro autista en el ámbito social, de salud y educación.
La académica de Universidad de los Andes, señaló que en términos de educación, aún existe la necesidad de realizar adecuaciones curriculares, "de manera de respetar las diferencias individuales, al mismo tiempo que se implementan estrategias pedagógicas que ayudan en la formación de cada niño y niña".
"El diagnóstico correcto es solo el primer paso, la verdadera transformación llega con el apoyo continuo, el acompañamiento de expertos y el compromiso de toda la sociedad"
Gabriel Valenzuela, director de la Fundación, Felipe Camiroaga
"En la medida en que visibilicemos la diversidad podremos avanzar en la formación de profesionales de la salud, de la educación, entre otros, que atiendan a las personas autistas"
Bernardita Fuentes, académica de la Escuela de Educación de la Universidad de los Andes