El recién electo Consejo Regional presidido por el gobernador regional, quién fue reelecto para gobernar los destinos de la región en los próximos 4 años, tiene por delante el gran desafío de llevar a cabo la implementación de la Estrategia Regional de Desarrollo de Atacama (ERDA), que fue elaborada durante su primer período como gobernador, lo que sin duda es un gran logro de su gestión. Por tanto, el desafío futuro del Gobierno Regional, es sin duda revertir lo que acontecía en períodos anteriores, donde este instrumento de planificación regional quedaba rezagado en algún lugar de la biblioteca pública, y no era considerado en la planificaciones comunales, es decir sin ser considerado en las actualizaciones de los Planes de Desarrollo Comunal (PLADECOS).
Por otra parte, otro desafío del Gobierno Regional es la evaluación y actualización de la Estrategia Regional de Innovación (ERI), el cual vence el año 2025. Este desconocido e importante instrumento de planificación, permite priorizar y poner énfasis en la matriz productiva, de manera que nos permita diversificar e invertir en la alicaída economía regional.
Otro de los desafíos, es el desarrollo del Plan Maestro Portuario, que adapte la infraestructura y el equipamiento portuario a las nuevas exigencias del mercado, aprovechando las ventajas comparativas que tiene nuestra región con respecto a otros puertos chilenos, y sobre todo que en esta materia nuestro país se ha quedado atrás, tras la puesta en marcha del mega puerto peruano de Chancay.
En esta misma línea, otro desafío es la definición de una Política Regional de Ciencia, Tecnología e Innovación, que priorice la innovación y la investigación en áreas de interés regional, esto además debe ir directamente vinculado a la actualización del plan de desarrollo urbano y rural y del plan de ordenamiento territorial, otros importantes instrumentos de planificación que también deberán ser actualizados en los años venideros.
La invitación de la academia, se traduce en convocar al Gobierno Regional de Atacama, a considerar los ya mencionados instrumentos de planificación territorial de manera que, podamos hacer gastos e inversiones fiscales responsables, mirando hacia el futuro, y no sólo pensando en los réditos políticos, que pueda dejar una determinada inversión de recursos en un sector en particular.