Correo
Burocracia democrática
Señor director: ¿Cómo se entiende que los vocales de mesa puedan estar hasta altas horas de la madrugada del día lunes? Parece broma cuando dicen que se hará el "sindicato de vocales de mesa" pero puede superar la realidad. Si la Dirección del Trabajo tuviera que hacer una inspección, el Servel debería estar clausurado, por muchas horas de trabajo, por poco descanso (sueño), por no preocuparse de la alimentación como mínimo, por amenazas de llevar a los vocales presos si no hacen bien el procedimiento (que es mucho más que contar votos).
O esto cambia o nace una nueva decepción hacia la política, una desmotivación a votar, preferir pagar una multa que ir de vocal y sobre todo desmotivar la educación cívica a las nuevas generaciones que por primera vez fueron vocales de mesa y se decepcionaron del sistema.
Daniel Dubó
A los responsables de la tragedia del INBA
Señor director: Los estudiantes del INBA son las verdaderas víctimas de esta tragedia, y a ellos dirijo mis más sinceros deseos de pronta recuperación y mis oraciones ante esta dolorosa situación.
La responsabilidad de esta crisis recae en diversos actores, cuya inacción o falta de visión ha permitido que la violencia y el crimen crezcan en nuestra sociedad, impactando inevitablemente a nuestras escuelas. Primero, los Gobiernos, que en la última década han fracasado en implementar políticas sólidas y efectivas, dejando que la violencia se infiltre en el ámbito educativo. Segundo, los políticos, quienes en lugar de fortalecer la democracia y promover expresiones legítimas de protesta dentro de un marco de respeto y paz, buscan revivir traumas del pasado con fines electorales, tolerando el vandalismo y el desorden en nombre de la disidencia. Tercero, la Superintendencia de Educación, que, al dictar el decreto N° 65, limitó las acciones y financiamiento estatal para medidas preventivas adaptadas a cada institución educativa, impidiendo acciones como la instalación de pórticos de seguridad o detectores de metales, y restringiendo la posibilidad de una prevención efectiva en los colegios. Cuarto, los alcaldes, quienes, impulsados por ideologías o consideraciones electorales, restringen las facultades de los rectores y directores para tomar acción cuando emergen señales de alerta en sus recintos. Igualmente, algunos sostenedores, rectores y directores que, al tolerar actos violentos dentro de sus instituciones, contribuyen a la escalada de violencia e ingobernabilidad, permitiendo tomas y otras acciones que afectan el ambiente educativo. Aquellos docentes y asistentes de la educación, que, motivados por sus convicciones, promueven conductas que minan la convivencia escolar y transforman la cultura institucional de forma negativa. También los gremios y federaciones, que anteponen sus agendas políticas a una condena clara y firme de aquellos que, con su inacción, agravan esta tragedia. Finalmente, algunos padres y apoderados que, adoptando una visión idealizada de la rebeldía juvenil, toleran expresiones que erosionan la convivencia, desde faltas de respeto hacia los docentes y asistentes de la educación hasta enfrentamientos con las autoridades, descuidando su responsabilidad de fomentar una educación basada en el respeto y la resolución pacífica de conflictos.
Hago un llamado urgente a todos estos actores a dejar de lado los cálculos políticos y la preocupación por la imagen, y a tomar una postura firme en favor de los inocentes. Es momento de actuar con valentía y determinación en beneficio de nuestra sociedad, empleando todos los recursos que nos ofrece la democracia para restablecer la gobernabilidad y la paz social.
Edgardo Araya Rojas, representante legal de Colegios Licenciado en Educación
Instrumentaliza, instrumentaliza… que algo queda
Señor director:
Si el caso Monsalve ha dejado traslucir la incoherencia y poca credibilidad con que el Gobierno adhiere al feminismo, las declaraciones del ministro de Educación, Nicolás Cataldo, con motivo del lamentable episodio ocurrido en el INBA, reflejan el doble estándar con que su sector se relaciona respecto a la violencia. Si sostiene que "la violencia no puede ser legitimada como acción de movilización social porque no hay demandas ni objetivos", se sigue, claramente, que si hubiese demandas y objetivos, entonces sí sería legítima.
A la luz de estas declaraciones, no debiese sorprender entonces que en su minuto no hayan titubeado en validar barricadas, saqueos, cortes de tránsito, quemas de iglesias y ataques a la policía. Esgrimidas las diversas 'demandas sociales', entonces la violencia pasó a ser una herramienta útil, legítima y justificada.
Con sus declaraciones, cabría preguntarle al ministro bajo qué criterios elaborar bombas molotov en el marco de movilizaciones sociales fue algo justificado y 'socialmente movilizador', y por qué ahora no lo es.
Pedro Villarino F. Faro UDD
Internet en la zona norte
Señor director: La Zona Norte destaca como una de las más productivas y competitivas del país y así lo respaldan cifras del INE, que posicionan a la zona como un pilar clave en la minería, el retail y la energía. Estas industrias, aunque diferentes, comparten una característica esencial: la necesidad de una conectividad robusta y constante para operar en cualquier momento, desde cualquier lugar.
Imaginemos la posibilidad de operar un camión minero estando a kilómetros de distancia, actualizar en tiempo real el inventario de una "tienda oscura" o monitorear con precisión y en detalle el estado de disponibilidad de la red eléctrica. Todas estas actividades dependen de una conectividad superior.
En líneas generales, la norma que establece Internet como bien de uso público fue un primer paso. Pero a nivel de empresas, fue mucho más allá, y ya cuenta con una red sin latencia y con independencia del cable. Esto permitirá a la zona continuar avanzando hacia los desafíos que la hagan todavía más grande y relevante para el país.
Víctor Opazo Carvallo, gerente general de Netline