Un terremoto político en dos puntos y con una escala parecida están ocurriendo en Atacama. Uno con la decisión del Partido Socialista de Atacama de pedir sanciones para la diputada Daniella Cicardini, esto a través del Tribunal Supremio y el otro con el Partido Radical reconociendo de forma pública que Maglio es su alcalde.
Lo ocurrido se denomina "cruzar la línea roja" y, cuando pasa eso, una opción es que no hay vuelta atrás. Más complejo es lo de los radicales, dado que puede ocurrir un quiebre con el Gobierno el cual comenzó con la pérdida de la Delegación Presidencial y con los desacuerdos para llevar candidatos en las elecciones de este fin de semana. El presidente del Partido Radical ha dicho abiertamente que no solamente había libertad de acción para apoyar candidatos, sino que se hizo un trabajo en conjunto con Cicardini al punto que el ex delegado presidencial Luis Pino apareció en las celebraciones.
En La Moneda seguramente tienen problemas más graves con el caso Monsalve, pero debería tomar atención a esto en un contexto que si bien los radicales tienen menos peso que otros conglomerados, cuenta con una ministra en el gabinete como es Aurora Williams en Minería y una carta fuerte para la segunda vuelta de gobernadores en Antofagasta, como es Marcela Hernando.
¿Será el fin de la relación entre radicales y el Gobierno? o ¿lo que ocurre en Atacama no marca diferencias y se seguirán dejar pasando situaciones del uno y otro lado? ¿realmente es sano para la región que hayan estos desacuerdos?
En el caso de la diputada Cicardini, se podría decir que rozó o cruzó la "línea roja" al estar en las celebraciones con su padre en un contexto que sus "compañeros" vivían la otra cara de la moneda, lo que no sólo implicaba a candidatos y gente trabajando en las campañas, sino que funcionarios municipales que ven como segura su pérdida de trabajo de la casa consistorial a pesar que no tienen vínculo con ningún partido.
El PS Atacama pudo también haber cruzado una "línea roja" porque si el Tribunal Supremo dicta sanciones se puede desatar una "guerra interna" donde Cicardini podría encontrar apoyos en su compañero Daniel Manouchehri, diputado por la Región de Coquimbo, y en otros personeros. ¿Podría llegar a ser una diputada díscola o apartada de cara a las elecciones senatoriales? El tiempo lo dirá.