El desierto florido en el norte de Chile es un hermoso paisaje lleno de colores y vida, una experiencia única en el desierto más árido del mundo. Cada vez más turistas llegan a maravillarse, sin embargo, debemos ser conscientes que este fenómeno natural debe ser protegido por toda la comunidad, en donde la presencia de mascotas puede generar un desequilibrio importante en este frágil ecosistema. Llevar mascotas pareciera una buena idea, pero en realidad está lejos de serlo, existen consecuencias a la flora y fauna que deben preocuparnos; hay variedades de animales y vegetación que utilizan este ambiente para realizar sus actividades vitales como la alimentación, reproducción, nidificación, entre otros.

Los perros pueden alterar el comportamiento de la fauna local y generar patrones conductuales que pongan en riesgo la supervivencia de estas especies. Al correr y explorar, pisan las flores destruyendo su ciclo vital e impidiendo que vuelvan a florecer, muchas de ellas son endémicas y florecen única y exclusivamente en este periodo. La pérdida de esta vegetación no solo afecta la belleza del lugar, sino que también altera el equilibrio del ecosistema, afectando a las especies que dependen de ellas.

También pueden introducirse enfermedades de las mascotas que podrían propagarse en la fauna local, las que no tienen defensas naturales contra todas estas amenazas. En tanto, residuos como excrementos, orina y pelos, pueden contaminar el suelo y las fuentes de agua, atraer plagas de insectos, alterando aún más el ecosistema delicado del desierto florido. Estos desequilibrios ecológicos, tendrían consecuencias catastróficas a largo plazo.

Como Colmevet Atacama, llamamos a la comunidad a ser responsables y tomar conciencia de los impactos negativos de llevar mascotas al desierto, respetar las regulaciones que prohíben la entrada de animales es esencial y fomentar la educación ambiental y el turismo responsable, es crucial para la conservación de este fenómeno único. Contribuir a la preservación del desierto florido, su belleza y biodiversidad, asegura que futuras generaciones también puedan disfrutar de este maravilloso espectáculo natural.

La Cámara de Diputados aprobó un proyecto que busca prohibir y regular el uso de celulares en los establecimientos educacionales y la iniciativa pasó al Senado con la idea de cumplir su segundo trámite legislativo.

Desde la educación parvularia a 6° básico no podría ser usado, aunque sí en actividades excepcionales propias de la enseñanza. De 7° básico a 4° medio la idea es que los reglamentos regularán su uso.

La medida llega en un momento álgido para Atacama, el país y el mundo en cuanto a uso de estos dispositivos, que se han transformado en un enemigo de los profesores y del estudio dado que para lo que menos se usa es para aprender.

Pero ¿realmente es la medida primaria para mejorar la educación?

Partamos de la base que los celulares son atractivos para jóvenes y adolescentes por las aplicaciones que contienen.

Por ende ¿cómo hacer más atractiva la lectura, los cálculos matemáticos o la biología -por decir algunas materias- para que los alumnos se sientan más cercanos a estos contenidos?

Si el celular es quitado, inevitablemente llegará otra forma de distracción entre los estudiantes, muchos de los cuáles mantienen carencias educativas de base a partir de la suspensión de clases, mala formación y la presión de ser una generación con malos resultados del SIMCE, entre otras.

A partir de esto, buscan la salida más fácil, como son los videos de Tik Tok, las fotos de Instagram o el uso de Inteligencia Artificial, estableciéndose un vínculo directo con estas aplicaciones y no con los docentes.

¿Será preciso que más que alejar la tecnología, esta se convierta en la unión entre profesores y alumnado? Por cierto, esto podría considerarse como la "etapa final", dado que es coherente la regulación y prohibición para que los profesores vuelvan a tener el control de sus alumnos y no al revés.