La celebración del Día del Minero simboliza una fecha trascendente, porque rememora y valora el esfuerzo, tenacidad y espíritu de sacrificio de miles de anónimos trabajadores que han extraído riquezas desde las profundidades de la tierra, dándole prosperidad al país. Y en este denuedo les ha correspondido un relevante rol a los mineros de Atacama.
La historia minera en la región comenzó con la humanidad ancestral, y luego con cateadores llenos de sueños y esperanzas que continuaron laborando minas en el despoblado. Entre los visionaros hombres del desierto, surge el nombre de Diego de Almeida Aracena i Zuleta, copiapino de origen portugués por línea paterna y chango por el lado materno. Este audaz minero, llamado el "padre de la minería", nació un 8 de agosto de 1780 en Copiapó, y descubrió el mineral de Las Ánimas en 1827, dando nacimiento a Chañaral. Posteriormente, en 1832, fue descubierto el mineral de plata de Chañarcillo, yacimiento que le dio bienestar a la nación.
Fue de esta manera, como a través del movimiento de gentes que se adentraron en el desierto en el siglo XIX, motivadas por la explotación de ricos minerales, nuestro territorio se llenó de voces, emprendimientos y labores, recordando las acciones de prohombres como José Santos Ossa, José Antonio Moreno y otros.
El esforzado semblante del minero vive en la memoria de los atacameños, reconociéndose que no sólo han sido protagonistas en el innegable aporte que le dieron y le siguen dando al erario del país, sino que también su importante presencia en hechos que pudieron haber cambiado el curso de la historia de Chile, como fue su participación en la revolución de 1859, y su valerosa contribución en el épico Regimiento Atacama. Ellos cambiaron la picota por el fusil, ganándose el respeto y admiración del pueblo chileno por su heroico desempeño en decisivas batallas en la Guerra del Pacífico.
Hoy, quizás, lo único que empaña esta trayectoria de sudor, luchas y trabajo, es el aporte del Royalty Minero a la región de Atacama, con sólo el 8%, y la zona central con el 50%, lo que a todas luces es injusto.
Vayan nuestras congratulaciones a los mineros por su abnegada labor.