Correo
Assange y Galilei
Señor director:
El retiro de cargos por parte de Estados Unidos en contra de Julian Assange previa autoinculpación de los cargos de espionaje, generando así su liberación, pero en ningún caso su exculpación, a ojos de la justicia estadounidense, respecto de las transgresiones que vulneraron la seguridad interna de ese país al difundir y dar a conocer a la opinión mundial las brutales violaciones a los derechos y dignidad de personas encarceladas y al asesinato impune de civiles en una guerra cuyo inicio se basó en supuestos mentirosos aludidos en el Consejo de Seguridad de la ONU sobre armas de destrucción masiva imaginarias; desnudan la brutalidad en la que está inmerso este planeta dominado por el poder imperial de Estados Unidos de América.
El caso Assange evoca el largo litigio y hostilidades asociadas que debió soportar el pisano Galileo Galilei. Después de 391 años, nos damos cuenta cómo los poderes hegemónicos de antaño, dueños de una supuesta verdad divina, se esmeraron en difamar, amenazar y encarcelar a un individuo cuyo pecado capital fue poner en duda y rechazar, en base a pruebas irrefutables, la "verdad oficial" representada por fuerzas militares imperiales fabulosas que dominaban la realidad monárquica europea de aquellos años. Si la Santa Inquisición, a la vieja y brutal usanza, pudiese reinaugurarse, seguramente muchos parlamentarios, políticos y jueces estadounidenses aplaudirían a rabiar una iniciativa de esa naturaleza.
Cuando dictaron el fallo de un proceso que duró 23 años en contra del acusado Galilei, este decidió retractarse de sus teorías heliocéntrica heréticas. Aunque no está comprobado, cuando firmaba su retractación de sus blasfemias basadas en observaciones astronómicas; pensaba: "sin embargo, se mueve (la Tierra)". Aún así, el acusado vivió en arresto domiciliario el resto de sus días y con prohibición expresa de los poderosos de aquella época, para difundir, promover y menos enseñar una brutalidad como que la Tierra no es el centro del universo y que esta se mueve alrededor del sol.
Han pasado más de tres siglos y los inquisidores actuales no escatiman esfuerzos para mantener a todo un planeta en la ignorancia informativa. Ignorancia y oscurantismo que de vez en cuando asoman individuos que los desafían con una tímida, pero porfiada luz que nos permiten ver el horrendo rostro del poder sin contrapeso.
Marcelo Saavedra, biólogo
Trauma complejo
Recientemente se realizó en Chile el Primer Congreso en Psicología Clínica en Trauma Complejo, ocasión en la cual se analizaron en profundidad los efectos a largo plazo del trauma complejo y las intervenciones más efectivas para su tratamiento. Las innovaciones presentadas, incluyendo técnicas terapéuticas somáticas y el uso de tecnologías emergentes, abren nuevas esperanzas para quienes han sufrido experiencias traumáticas.
¿Por qué esto es importante? La importancia de este congreso radica en la necesidad urgente de capacitar a profesionales en la gestión del trauma complejo, un problema que afecta a un significativo 62.5% de los niños en Chile. La participación masiva refleja un cambio positivo hacia una mayor sensibilidad y compromiso con el sufrimiento de las personas, como señaló el Dr. Felipe Lecannelier, pionero en esta área en Chile. Hace una década, un evento similar habría atraído a pocas personas; hoy, la asistencia masiva subraya el creciente reconocimiento de la importancia de esta problemática.
En resumen, los desafíos que tenemos por delante en materia de salud mental son cada vez mayores. Y para ello es fundamental contar con especialistas formados y preparados para dar respuesta a estas patologías que han tenido un aumento sostenido en los últimos años en Chile y el mundo.
Nicolás Santander, director general de la Academia Digital de Psicología y Aprendizaje (ADIPA)
¿Cómo podemos cuidar el medio ambiente desde la minería?
Hay un consenso mundial en avanzar hacia una producción minera que cuide el medio ambiente y los recursos naturales. Durante el 2022 la zona Asia Pacífico produjo 76 millones de toneladas de desechos mineros. Según Sernageomin, Chile produce 537 millones de toneladas anuales de relaves, de esta cifra 530 provienen de la gran minería.
La modernización en la industria en la sustentabilidad y sostenibilidad está estancada, ya que si vemos las especificaciones en algunos productos con los que se trabaja, están muy desactualizadas y lejos en lograr certificaciones actuales y modernas y para trabajar en la protección del ecosistema es importante lograr la homologación de productos ya probados internacionalmente con tecnologías de punta y que funcionan perfectamente.
Modernizar certificaciones dan garantías en la durabilidad de los insumos probados en países desarrollados, provocando automáticamente elevar el estándar y respondiendo de manera óptima ante situaciones críticas en la industria minera, como lluvias, calor extremo, bajas temperaturas, salinidad del ambiente, entre otros.
La industria debe reconocer la importancia de trabajar con normas ISO, tomarlas con responsabilidad por el valor real que tienen en el cuidado del medio ambiente. Por otro lado, es indispensable avanzar en la utilización de materiales adecuados para evitar reparaciones y generar más residuos de producto en cambio permanente. Sabemos que esto muchas veces no es coherente con el presupuesto de la empresa. Pero si son correctos los insumos, las certificaciones y las especificaciones, el trabajo y propuestas de apoyo a esta crisis serán las adecuadas en el tiempo que el planeta ya no tiene.
Sergio Cadenasso, CEO de Cadeco
Cuentas de la luz
Señor Director: El alza en las cuentas de la luz ha dado mucho de qué hablar, y con razón. El aumento en esta cuenta básica, dentro de la difícil situación económica por la que estamos pasando solo dificultará más la vida de millones de chilenos. Hay un tema, sin embargo, que no se ha tocado con tanto fervor: ¿Qué estamos haciendo como país para producir más electricidad, y que así las tarifas efectivamente bajen?
No podemos quejarnos de los precios de la luz si no permitimos construir centrales hidroeléctricas, parques fotovoltaicos y eólicos, o hasta energía nuclear.
Esta alza es solo una terapia de shock que busca aclimatarnos a lo que se viene si no nos ponemos las pilas.
Javier Ávila Parada, Fundación para el Progreso