Una violación con tintes antisemitas de una niña entra de lleno en la campaña francesa
PARÍS. Adolescentes fueron acusados además por amenazarla de muerte, injurias y violencia antisemita. Marine Le Pen dice que la izquierda "estigmatiza" a los judíos.
La violación de una niña de 12 años por un grupo de adolescentes entró de lleno ayer en la campaña para las legislativas en Francia, con declaraciones cruzadas de algunos de los principales responsables políticos con claras intenciones electorales.
Dos adolescentes de 13 años fueron acusados formalmente la noche del martes por violación, amenazas de muerte, injurias y violencia de carácter antisemita, anunció la fiscalía de Nanterre, en las afueras de París.
Otro de 12 fue declarado testigo asistido por la violación y acusado de los demás delitos.
La líder de la extrema derecha, Marine Le Pen, vinculó directamente ese suceso con lo que llamó "la estigmatización de los judíos" por "la extrema izquierda", en su cuenta de X.
Le Pen señaló que "la explosión de los actos antisemitas, con un alza del 300% respecto a los tres primeros meses de 2023, debe alertar a todos los franceses: la estigmatización de los judíos desde hace meses por la extrema izquierda mediante la instrumentalización del conflicto entre israelíes y palestinos es una verdadera amenaza para la paz civil".
"Todos tendrán que tener plenamente conciencia el 30 de junio y el 7 de julio", señaló en referencia a las fechas de los comicios en los que su partido, la Agrupación Nacional (RN), aparece en cabeza en los sondeos.
Apuntaba así directamente a La Francia Insumisa (LFI), que ha sido objeto de múltiples reproches por su actitud respecto a la guerra en Gaza, y en particular por no haber querido calificar a Hamás de grupo terrorista, aunque en su acuerdo de coalición con los otros partidos de izquierda sí que se califican de "terroristas" los ataques contra Israel del 7 de octubre pasado.
La RN se esfuerza por presentar esta campaña como un duelo entre su programa, centrado en la seguridad y en la lucha contra la inmigración, y el bloque del nuevo Frente Popular, que presenta como de "extrema izquierda", dominado por LFI.
El suceso del que Le Pen se ha servido para este ataque político sucedió el pasado domingo cuando, según la investigación, una niña de 12 años fue violada en Courbevoie por tres adolescentes de 12 y 13 años a los que acusa, además, de haberla amenazado de muerte y de haber proferido contra ella insultos antisemitas.
El líder de LFI, Jean-Luc Mélenchon, señaló ayer que se siente "horrorizado" por la violación y por "todo lo que saca a la luz sobre el condicionamiento de los comportamientos masculinos criminales desde una corta edad y del racismo".
Poco después lo replicó el ministro de Justicia, Éric Dupond-Moretti, recordando unas polémicas declaraciones de Mélenchon, en las que había señalado que el antisemitismo era un fenómeno "residual" y que está "totalmente ausente de las concentraciones populares".
Dupond-Moretti se mostró indignado con las palabras del líder de LFI: "¿Cómo se atreve? Qué cara tiene. Deje tranquila a esta niña y a su familia. Sus declaraciones recurrentes alimentan el odio que conduce a lo peor. El antisemitismo no es residual".
El ministro reprochó directamente a los otros partidos que se han unido a LFI en el nuevo Frente Popular: el Socialista (PS), el Comunista Francés (PCF) y los Ecologistas.
El titular de Justicia participó posteriormente en una manifestación organizada en la capital por un colectivo de derechos humanos contra el antisemitismo creciente en el país, que reunió a centenares de personas frente al Municipio.