Efe
La escritora canadiense Alice Munro, ganadora del Premio Nobel de Literatura en 2013, murió a los 92 años de edad, según informó ayer la familia a medios de comunicación de su país.
Munro padecía demencia desde hace más de una década y su familia anunció al periódico The Globe and Mail que la escritora murió la noche del lunes en una residencia para mayores en la provincia canadiense de Ontario.
La escritora, que nació en el seno de una familia de granjeros en Ontario durante la Gran Depresión, se inició en la literatura escribiendo sobre el mundo rural en el que creció: los graneros decrépitos, los campamentos de casas móviles y viejas iglesias.
Munro, cuyo nombre de soltera era Alice Ann Laidlaw, consiguió una beca para estudiar en la universidad donde conoció a su primer esposo, James Munro.
La pareja se trasladó al oeste de Canadá y en 1963 se asentaron en la localidad de Victoria, donde abrieron la Librería Munro.
Alice Munro empezó a despuntar como escritora en 1968 cuando ganó el más importante galardón literario del país, Governor's General Award, con una colección de historias, 'Dance of the Happy Shades'.
La autora volvió a ganar el premio en 1978 con otra colección de historias, 'Who Do You Think Your Are?'.
Sus escritos se publicaron en algunas de las revistas más prestigiosas del mundo, como The New Yorker, Harper's Magazine, The Paris Review y Mademoiselle.
Mujeres fuertes
Sus relatos están poblados por mujeres fuertes, ocultas bajo una apariencia apacible, situadas en pequeñas localidades de Ontario.
El escritor chileno Pablo Simonetti, aseguró que Munro devolvió "al cuento su esplendor" gracias a sus relatos con "personajes mínimos, mujeres sometidas a las tensiones domésticas de sus vidas, tensiones que se agravan por un entorno machista, pueblerino, despojado de comodidades".
Fueron esos personajes femeninos fuertes los que sirvieron de inspiración al cineasta español Pedro Almodóvar para el guión de 'Julieta', su vigésima película. El director reconoció en 2016 que el libro 'Escapada' ('Runaway') de Munro fue su inspiración.
En 2013 le llegó el máximo reconocimiento internacional, el Premio Nobel de Literatura, que la academia sueca le concedió como "maestra del relato corto contemporáneo". Cuatro años antes había ganado el premio Man Booker International.
El Nobel a Munro, el primero y único hasta ahora para un escritor canadiense, fue aplaudido por literatos de todo el mundo.
Historias cortas
"Nunca tuve la intención de ser una escritora de historias cortas. Las empecé a escribir porque no tenía tiempo para escribir nada más: tenía tres hijas", explicó en 1986 Alice Munro a The New York Times.
Aunque en esa entrevista se refirió a las dificultades de compaginar su vida como madre de tres hijas con la escritura como la razón por la que nunca escribió una novela, a lo largo de los años ofreció diversas explicaciones.
Pero de forma consistente, todas sus respuestas siempre estuvieron ligadas de una forma u otra con la realidad social en la que nació, creció y de la que se alimentó: la Canadá rural, de pequeñas poblaciones agrarias, tradicionales y maternales.
Sus padres eran granjeros. Primero tuvieron una granja de zorros y visones. Posteriormente, de pavos, pero nunca tuvieron grandes recursos y Munro solo pudo ir a la universidad tras recibir una beca.
Fue ese ambiente rural de Ontario, una de las provincias originarias de la vieja Canadá, la Upper Canadá del imperio británico, el que dio forma a Alice.
"Estoy intoxicada con este paisaje, por los campos casi planos, las ciénagas, los densos arbustos, por el clima continental con sus inviernos extravagantes. Mi hogar son las casas de ladrillo, los graneros decrépitos, las esporádicas granjas con piscinas y aviones, los campamentos de casas móviles, las pesadas viejas iglesias, Walmart y Canadian Tire. Hablo el lenguaje", explicó en 1996.