Segundo Iriarte tras jubilarse: "La radio ha sido para mí una escuela de vida"
HISTORIA. Destacado hombre del dial trabajó por casi sesenta años en diversas emisoras de Atacama.
Segundo Iriarte Varas, reportero de la Radio de la Universidad de Atacama, recientemente se acogió a jubilación, después de haber trabajado por casi sesenta años en diversas emisoras de Copiapó, Diego de Almagro y Caldera, siendo además muy conocido como maestro de ceremonia en destacadas actividades en empresas públicas y privadas.
Trayectoria
Iriarte, más conocido como "El Piro", se inició muy joven en la radiotelefonía local, y fue en la desaparecida Radio Atacama donde tuvo su primer encuentro con las perillas y los micrófonos, transformándose esta actividad "en el amor de mi vida", nos comenta.
Llegó a radio Atacama, en el año 1965, invitado a conocer la emisora por Héctor Larrondo, radiocontrolador de la época, y se produjo el encanto, tras lo cual le ofrecieron que aprendiera a controlar las emisiones en un programa dominical. "Pasé a ser una especie de mediopollo, como se decía antiguamente, ya que así permitía que la gente de planta pudiese descansar el día domingo. Me inicié en un programa que se llamaba "La Velada del Hogar", y se trataba de un espacio nocturno que comenzaba a las 10 de la noche, donde los auditores podían enviar saludos a sus familiares o amistades, previo pago de 500 pesos. De allí encontré que ese era mi futuro".
En esta emisora su trabajo terminó el 11 de septiembre de 1973, cuando la radio fue silenciada tras el golpe militar, ya que era arrendada por el Partido Socialista, y más tarde su director Alfonso Gamboa Farías, fuera fusilado.
Posteriormente Segundo Iriarte, se trasladó a El Salado y trabajó en la radio Dublé Almeyda de Diego de Almagro, casi todo el año 74. En 1977, emigró a Copiapó y se desempeñó como radiocontrolador y locutor y lector de las noticias en radio Aniversario, de propiedad de Enrique Gallo Toledo., donde permaneció hasta 1985.
Más adelante fue contratado por la Radio Juan Godoy en esta ciudad, y luego nombrado director de la Radio Nuevo Sol, de Caldera, donde permaneció por más de cinco años. En 1990, vuelve a radio Aniversario hasta el año 1996 y más tarde trabajó en Radio Amancay hasta el año 1998, donde definitivamente, se transforma en funcionario de Radio Universidad de Atacama, acogiéndose a jubilación en el mes de abril pasado, con 59 años de experiencia en medios radiales, gozando del respeto y reconocimiento de sus colegas y de las autoridades con las que compartió por largos años, como reportero de dicha emisora.
Sus impresiones
"Soy una persona de raíces humildes y la radio ha sido para mi una escuela de vida. Cuando niño sólo llegué a sexto año preparatoria y con el paso de los años pude estudiar la enseñanza media donde la cumplí como laboral. Por eso soy un agradecido de la radio, ya que conocí a muchas personas, que me fueron enseñando que en la vida, cuando uno se proyecta para alcanzar cosas superiores, puede hacerlo y el haber terminado mi vida laboral en la emisora universitaria, es para mí motivo de orgullo. La formación de ese camino me permitió ir capitalizando lo que iba aprendiendo, porque cuando uno tiene el deseo de crecer como profesional, eso se puede lograr", nos dice emocionado.
Entre los recuerdo gratos de su paso por diversas emisoras, está el programa denominado "Cita para Cien", "que se realizaba en la radio Atacama y donde cada sábado se reunía a 100 personas, mitad hombres mitad mujeres, los que concursaban en vivo y se terminaba con un baile, programa de mucho éxito, que no se ha vuelto a reeditar y donde conocí a la que hoy es mi señora Carmen Rojo Cortés, conformando una familia donde tenemos hoy cuatro hijos, seis nietos y un bisnieto. Por eso digo que la radio es el amor de mi vida", concluye.