Terminando el tercer mes del 2024, nos encontramos a la espera de que nuestras autoridades parlamentarias, quienes son encargados de representar a las personas y generar estrategias de mejoras para las necesidades de nuestra comunidad, legislen la Reforma de Pensiones, proyecto que lleva más de diez años de espera. Esto resulta muy controversial, como Seremi del Trabajo y Previsión Social y trabajador social, cada día puedo ver el pulso de la comunidad y la cantidad de adultos mayores que solicitan ayudas sociales, aún recibiendo la PGU ya que les resulta insuficientes para dar cobertura a las necesidades básicas.
Durante el año 2023, Atacama tenía 55,311 adultos mayores: 29,496 mujeres (53.3%) y 25,815 hombres (46.7%). Con ello, los adultos mayores representaban el 17.3% de la población de Atacama en 2023, una gran parte de la población, que recordemos fue la fuerza laboral y el progreso durante una importante etapa de nuestra región, no podemos abandonarlos ahora.
Por ello, el Ministerio del Trabajo y Previsión Social, liderado por la Ministra Jeannette Jara, son enfáticos en que necesitamos una reformulación urgente de nuestro sistema de pensiones, ya que hay miles de adultos mayores viviendo necesidades en nuestro país, por supuesto nuestra región de Atacama no es ajena a esta realidad.
Me preocupa que desde el negacionismo no entreguen soluciones, más bien, solo se ha desinformado a la comunidad. Queremos ser claros que la propuesta actual se hace cargo de las aprehensiones de la ciudadanía, pues respeta íntegramente la propiedad de los ahorros previsionales y amplía la libertad de elección de los cotizantes, ofreciendo un inversor público. Con ello, se mantiene la participación de privados a través de una licitación única que busca generar mayor eficiencia sin los abusos permitidos en el actual sistema de AFP. Además, estos cambios se ejecutarán con criterio de gradualidad, necesaria para no impactar negativamente el empleo.
Como escueta solución se ha expuesto la posibilidad de solo dejar la PGU, pero esto no será suficiente para una mejora integral de las pensiones. Si se incrementa la PGU por encima de 250 mil pesos, tendría efectos no deseados en el mercado laboral e implicaría un desincentivo a cotizar. Además, este beneficio no va de forma directa a la clase media, mientras que el Seguro Social beneficia precisamente a quienes cotizan.
En este minuto, necesitamos unión de voluntades, independiente de las ideologías políticas que cada uno representa, porque los que necesitan esta restructuración es nuestra gente, futuros y actuales pensionados, sumado a las mujeres, que como siempre son los más vulnerados, necesitamos aprobar desde la conciencia social y no desde los intereses.
Hoy somos un país cada vez más consciente y las personas se dan cuenta de ello, por lo que hago un llamado a la ciudadanía a mirar a quienes se oponen a esta importante transformación, ni siquiera con una propuesta, sino que solamente con una negatividad que no nos permite avanzar, para mejorar, dignificar las pensiones y por supuesto la calidad de vida de miles de chilenas y chilenos. Hagan un ejercicio consciente de mirar los proyectos que impactan en la calidad de vida de nuestra gente y vean quienes son los que votan a favor y quienes en contra.