En una mirada a nuestro sistema escolar, que atiende a la población infantojuvenil en su gran totalidad, observamos que hay un gran nivel de violencia generalizado, problemas de socialización, desmotivación y problemas de Salud Mental. A raíz de esto el gobierno ha fijado su mirada en el énfasis de Salud Mental en los estudiantes, en un gesto muy positivo y asertivo, sin embargo, los esfuerzos desarticulados son esfuerzos en vano, mientras los problemas de Salud Mental siguen agravándose y haciendo más profundos.

El desafío de la Salud Mental en el sistema escolar parte en un escenario lúgubre, somos un país que invierte muy poco en Salud Mental en comparación con otros países de la OCDE, vivimos en una región con nula presencia de centros de Salud Mental tan prometidos en las campañas políticas, en ausencia de programas que absorban la demanda que no alcanza a cubrir el sistema público, la Salud Mental es costosa y no todos pueden acceder a ella. Nuestra realidad es que la Salud Mental en Chile es muy débil en prevención, promoción e intervención.

Los esfuerzos deben venir del aumento de gobernanza; en la articulación de organizaciones sociales y estamentos de estados, también de potenciar los dispositivos ya existentes en el sistema. Pero lo más importante es incluir a la familia donde el individuo inicia su desarrollo, cimienta sus bases emocionales, valóricas y de relacionamiento con los otros.

La importancia de intervenir la escuela reside en que es un dispositivo transversal y obligatorio de la sociedad, dado que la educación es obligatoria, ahí yace el génesis del problema, en las etapas escolares siendo el lugar y tiempo ideal para intervenir en sus diferentes dimensiones y actores de la misma; alumnos, familia, trabajadores de la educación y docentes. Mejorando los niveles de Salud Mental escolar, formaremos personas que sean un aporte a nuestra sociedad.

Cuando entendamos que la causa de la violencia generalizada y actos antisociales son problemas que se puede abordar desde la Salud Mental, entenderemos que intervenir la escuela es una necesidad urgente e igualmente importante para todos en la construcción de una sociedad mejor.

Los trabajos viales que están siendo ejecutados en la capital regional están apurando el tranco, ya que todo - bueno casi todo, porque el callejón Diego de Almagro y el badén de calle Estadio no estarán aún disponibles - quede listo para recibir el "Súper Lunes" 4 de marzo.

Los copiapinos retomarán la rutina de ir al trabajo, al colegio o la universidad y todo ello tendrá repercusión en el tránsito vehícular y en el despliegue policial para asegurarse que todo marche en orden.

Pero la capital regional tendrá además, en el marco de este "Súper Lunes", un componente adicional como lo es el partido entre Deportes Copiapó y la Universidad de Chile, un duelo de alta convocatoria que hará aún más movida la jornada.

Si bien el partido, de acuerdo a la ANFP, está programado para las 19 horas, coincide con uno de los momentos peak del regreso a los hogares por parte de trabajadores y estudiantes, razón por la cual es posible que el horario sea cambiado. Todo dependerá de los acuerdos y resoluciones que determinen en la reunión que la Delegación Presidencial Regional (DPR), sostendrá junto al cuestionado Plan Estadio Seguro, Carabineros y el equipo local, Deportes Copiapó.

El año pasado resolvieron que el encuentro entre el "León" de Atacama y los "Azules" se jugara solo con hinchas copiapinos, pero aún así, hubo fanáticos del cuadro estudiantil que burlaron los controles e ingresaron de todos modos. Entonces, ¿Venderán en esta ocasión entradas para el cuadro universitario?¿Adelantarán el horario del partido a uno en el que nadie pueda asistir al estadio porque estarán todos en horario laboral?¿O cambiarán el día del juego para el fin de semana? Todas ellas son preguntas que al parecer son demasiado difíciles de contestar para la autoridad que representa al Mandatario en Atacama.

Y resulta que tocará seguir esperando, porque la reunión del lunes se corrió para el martes y ayer no salió humo blanco. Es de esperar que pronto salga información que entregue más certezas que dudas.