Los primeros días de febrero han sido muy difíciles para el país. A la terrible emergencia causada por los incendios en la zona central, se sumó el repentino deceso del expresidente Sebastián Piñera. Son hechos que conmueven profundamente a los chilenos, pero que también reafirman parte de sus rasgos más característicos: la unión y la solidaridad.

En ese contexto, bien vale recordar los duros momentos que están atravesando los compatriotas de la Región de Valparaíso, donde ya se han confirmado más de un centenar de personas fallecidas y miles de viviendas afectadas. No cabe duda que la reconstrucción será compleja, pero es importante comenzar por lo primero, que es correr con ayuda para los damnificados.

Chile es un país que bien sabe de catástrofes naturales, ya que de forma constante es azotado por las fuerzas de la naturaleza. Esto, al mismo tiempo, ha permitido a sus ciudadanos forjar un carácter fuerte que sin duda alguna es clave para sobreponerse a duros momentos. Sin embargo, estos dolorosos episodios parecen suavizarse cuando se halla una mano amiga y solidaria.

Con todo, no extraña que, a pocas horas de la tragedia, desde distintos puntos del país comenzaran a levantarse campañas de ayuda. En el caso de Atacama rápidamente se activó el Gobierno Regional, las municipalidades, diversas organizaciones comunitarias e incluso particulares, quienes están en pleno proceso de recolección de ayuda para colaborar con los afectados por el fuego.

Con el correr de los días, desde la capital regional y otras latitudes de Atacama han partido camiones con diversos materiales, alimentos y enseres para ir en ayuda de quienes más lo necesitan. Por si esto fuese poco, han sido habilitados puntos de acopio donde se reciben donaciones, las que pueden ir desde útiles de aseo, alimentos no perecibles, agua, entre otros.

Así como Atacama y otras regiones del país han respondido al llamado de ir en auxilio de nuestros compatriotas de la Región de Valparaíso, se espera que las campañas de alcance nacional como "Chile, un solo corazón", tengan un nivel de respuesta que ayude a superar el dolor de quienes están sufriendo incluso la pérdida de familiares víctimas de los incendios.

LEn el complejo contexto actual marcado por una compleja recuperación económica post pandemia y una crisis climática global, la industria minera juega un rol fundamental para enfrentar estos desafíos. Por un lado, debe mantener su posición histórica como motor del desarrollo económico de nuestro país, aportando en los últimos años cerca del 15% del Producto Interno Bruto nacional. Y, por otro lado, debe proveer los minerales críticos como el cobre y el litio que habilitarán la transición energética global. Estos retos son además una oportunidad para convertirnos en un modelo de referencia en minería económica, social y ambientalmente sostenible.

Para lograr lo anterior, es necesario hacernos cargo de los obstáculos que dificultan la inversión y el desarrollo de la minería y de otras actividades económicas. Uno de ellos, transversalmente identificado por todos los actores como un elemento central a resolver es la llamada "permisología". Si bien distintos gobiernos han hecho esfuerzos para abordar este desafío, la administración del Presidente Gabriel Boric ha tomado medidas ambiciosas y decididas para abordarlo de manera integral. Prueba de lo anterior es el reciente envío al Congreso de dos proyectos de ley que buscan introducir ajustes estructurales a la normativa actual para eficientizar el sistema, sin descuidar los estándares ambientales y el relacionamiento con las comunidades.

Por un lado, la reforma a la Ley 19.300 de Bases Generales del Medio Ambiente busca modernizar el sistema de evaluación ambiental, lo que de acuerdo con estimaciones del Ministerio de Medio Ambiente contribuiría a disminuir cerca de 30% la tramitación de inversiones luego de aprobado el proyecto. Mientras que, el segundo proyecto, denominado Sistema Inteligente de Permisos -patrocinado por la cartera de Economía- pone el énfasis en agilizar y optimizar de manera inteligente los más de 300 permisos sectoriales administrados por más de 30 servicios públicos. Ciertamente noticias positivas, considerando que la cartera de proyectos mineros entre 2023-2032 proyecta una inversión superior a US$ 65.000 millones.

El trabajo de nuestro gobierno también busca dar fluidez a los trámites y permisos a inversiones de la actividad minera de menor escala. Uno de los cambios más significativos en los que se está trabajando es la actualización del Reglamento de Seguridad Minera, que unificará tres trámites (Iniciación de faena, Método de Explotación y Plan de Cierre) en una única Declaración Minera, lo que implicará una relevante disminución en los tiempos de tramitación y costos asociados al proceso.

Además, durante el mes de enero se lanzó una plataforma digital llamada Ventanilla Minera, un sistema que integra y simplifica parte importante de los procesos habilitados por Sernageomin y ENAMI para el sector, siendo este un primer paso para atender y dar fluidez a los trámites y permisos para inversiones mineras de menor escala, en línea con los compromisos presidenciales para el sector anunciados a fines de agosto pasado.

Todas estas iniciativas son muestra del profundo compromiso del gobierno en esta materia y que también se expresan en el trabajo del gabinete procrecimiento y empleo, que busca impulsar decididamente la inversión en el país y habilitar el desarrollo de la minería que Chile y el mundo necesita.