Los países árabes advirtieron una "catástrofe humanitaria" en Rafah ante los planes de Israel de extender su ofensiva militar a esa ciudad, en el sur de Gaza, ya que "empujaría" a centenares de miles de personas a desplazarse fuera de la Franja y "amenazaría la seguridad de toda la región".
"Las intenciones de la ocupación de imponer la realidad del desplazamiento a cientos de miles de palestinos, que se han refugiado en Rafah ante ataques indiscriminados contra civiles, es un plan completamente rechazado que entraña graves amenazas para la estabilidad regional", dijo la Liga Árabe en un comunicado.
Ese organismo, integrado por 22 países, aclaró que "obligar a cientos de miles a huir de Gaza (...) provocaría un peligroso estallido de la situación en la región a través de cruzar las líneas rojas de la seguridad nacional de un gran país árabe, que es Egipto".
El secretario general de la Liga, Ahmed Abulgueit, instó a una "actuación internacional urgente para evitar una catástrofe que aumentaría la escalada en toda la región".
En este contexto, fuentes de seguridad egipcias dijeron a Efe que El Cairo reforzó las medidas militares y de seguridad en el norte del Sinaí, en la frontera con Rafah, para "abordar posibles emergencias" ante los planes de Israel en el enclave palestino.
"Egipto no tolerará, bajo ninguna circunstancia, ataques o lanzamiento de misiles contra el cruce o la valla fronteriza", dijeron las fuentes, que pidieron el anonimato.
"Actuación internacional" para impedir la ofensiva israelí también pidieron países como Arabia Saudí, Qatar y Jordania, tras recordar, a través comunicados de sus ministerios de Exteriores, que Rafah es el "último refugio" de unas 1,7 millones personas, la mayoría huidas de otras ciudades del enclave.
"Qatar invita al Consejo de Seguridad de la ONU a que intervenga de forma urgente para impedir la ofensiva de las fuerzas de ocupación en Rafah y evitar un genocidio (...) hay que proporcionar una protección completa a los civiles", dijo el ministro de Exteriores qatarí.
Por su parte, Jordania advirtió contra una "catástrofe humanitaria sin precedentes" y pidió que el Consejo de Seguridad de la ONU "imponga un alto al fuego en Gaza".
Irak, país que no reconoce el Estado de Israel, acusó a "las autoridades de la ocupación" de "planear una nueva matanza" en Rafah, según una nota del gobierno iraquí.
Todos acusaron a Israel de intentar desplazar a los habitantes de Gaza hacia Egipto y Jordania, algo que el jefe de la diplomacia egipcia, Sameh Shukri, calificó de "inaceptable".
El grupo islamista Hamás aseguró que la ofensiva israelí provocará una "catástrofe y masacre global".
"Advertimos sobre una catástrofe y masacre global que podría dejar decenas de miles de mártires y heridos si se produce una invasión de la gobernación de Rafah", señaló un comunicado de la Oficina de prensa del Gobierno de Gaza, controlado por Hamás desde 2007.
"Responsabilizamos plenamente a la administración estadounidense, a la comunidad internacional y a la ocupación 'israelí'", agregó.
Según el Ministerio de Salud gazatí, un total de 28.064 palestinos han muerto y 67.611 han resultado heridos.
Bombardeos
Al menos 25 gazatíes murieron en bombardeos israelíes sobre Rafah mientras se espera el avance hacia allá de las tropas terrestres israelíes.
"Fuentes médicas informaron de que 25 ciudadanos murieron y otros resultaron heridos cuando la ocupación bombardeó casas en el centro y norte de Rafah", indicó la agencia oficial palestina Wafa, que también señaló que los buques de guerra israelíes apostados en el Mediterráneo, "disparan intensamente" contra la costa de la gobernación de Rafah.