"En Argentina se rompió el sistema de partidos y primó, por sobre todas las cosas, la ira, el desencanto"
El experto analiza el triunfo de Javier Milei hace una semana y señala que aporta a la configuración de "una especie de nueva internacional de ultraderecha" donde "lo increíble se hace posible".
En junio pasado el analista político argentino Mario Riorda dijo en una entrevista que "Javier Milei se está consolidando como ganador, incluso en una segunda vuelta".
No se puede hablar de vaticinio. Riorda, presidente de la Asociación Latinoamericana de Investigadores en Campañas Electorales y director de la maestría en Comunicación Política de la Universidad Austral de Buenos Aires, simplemente estaba poniendo atención las encuestas y al reordenamiento político del vecino país, donde el triunfo con casi el 56% de los votos de Milei -el domingo 19 de noviembre, en segunda vuelta- rompió la dinámica de las dos coaliciones políticas reinantes desde 2021: el movimiento peronista-kirchnerista Unión por la Patria, que ha gobernado durante 16 de los últimos 20 años, y la coalición de centroderecha Juntos por el Cambio, liderada por el expresidente Mauricio Macri.
En ese mes de junio, Riorda advertía sobre el "ascenso vigoroso y persistente" de una tercera fuerza: los libertarios del entonces diputado Milei, líder del partido La Libertad Avanza fundado en 2021. Finalmente, el economista superó por más de 12 puntos a su contendor oficialista, el actual ministro de Economía, Sergio Massa. El 10 de diciembre asume el nuevo gobierno y Riorda cree que "al ritmo de hoy, va a ser una Argentina con mucha tensión".
El presidente electo ha expresado su intención de prohibir la legalización del aborto (aprobada en 2020); "quemar" el banco central y dolarizar la economía; eliminar beneficios sociales; privatizar empresas emblemáticas como YPF y Aerolíneas Argentinas y tomar presos a los "piqueteros". También es partidario de portar armas con mayor libertad. Entre sus principales desafíos se cuenta enfrentar una inflación sobre el 140% y una pobreza mayor a 40%, equivalente a 18 millones de personas, es decir, casi todo Chile.
Según describe Statista, "los altos niveles de inflación a lo largo del 2023, la mala imagen del gobierno por parte de la opinión pública, así como respaldo explícito del expresidente Mauricio Macri, fueron algunas de las claves para comprender la victoria electoral y la llegada al Ejecutivo de un partido político nuevo como La Libertad Avanza".
El análisis de Mario Riorda considera el concepto de "aceleracionismo", una transformación estructural, social y tecnológica de la política "que empuja como una especie de presión o mandato a actuaciones políticas -preferentemente comunicativas- instantáneas de las personas políticas, incluyendo a la ciudadanía". Se trata de incidir en la agenda pública con un vértigo mediático no planificado.
-¿Qué pasó el domingo pasado en Argentina? ¿Ganó Milei o perdió Massa?
-Lo que pasó dependerá de la mirada ideológica con la cual uno se para frente a este fenómeno electoral. Sin lugar a dudas Argentina venía teniendo tres niveles de malestar muy claros: primero, una mayoría enorme que ve un país en una situación de caída libre, de desintegración, donde el concepto "todo mal" resume esta percepción. En segundo lugar, un desencanto violento con el sistema político, específicamente un núcleo duro cercano a un tercio del país, que es el votante más fiel de Milei. Ese desencanto incluso entiende que hasta el modo violento y conflictivo de romper el sistema político está legitimado como opción. Y, en tercer lugar, un malestar que tiene que ver con las estrategias de microajuste, particularmente en la mirada económica y muy específicamente en el impacto inflacionario. Esto modificó el sistema político: rompió y reacomodó el sistema de partidos y primó, por sobre todas las cosas, la ira, el enojo, la desazón, la frustración, el desencanto, incluso por sobre consensos democráticos establecidos.
-Ninguna encuesta previó una diferencia tan alta en votos (55,7%-44,3%). ¿Cuál es su análisis?
-Muchos analistas, y en mi caso también, hemos hablado de la imposibilidad de la continuidad del oficialismo o, por lo menos,de una dificultad manifiesta de que esa opción se lleve a cabo. Más allá de este rompimiento del sistema de partidos, que lo preanunciamos desde hace algún tiempo, quizás la aceleración de los últimos días sí previó el resultado. De hecho, hubo prácticamente más de media docena de encuestas que tenían un resultado de 10 o más puntos, solo que en Argentina legalmente se prohíbe su publicación en el último tramo de campaña. Entonces, no se hicieron visibles por la propia ley y por el miedo al yerro, por esa enorme diferencia que era bastante poco creíble en el último tramo.
-¿Qué podemos esperar de la relación de Milei con Chile?
-Imaginaría que la relación diplomática va a ser normal, a lo sumo con algún tipo de tensión retórica eventual. El ejemplo que se está evidenciando con China y con Brasil es bastante claro en ese sentido. Uno de los ejemplos más notables de tensión retórica ha sido Donald Trump a través de su Twitter (hoy X). Un estudio de análisis del discurso del New York Times demostraba que una de las funciones principales de Donald Trump era provocar a mandatarios extranjeros, mayormente con argumentos o contenidos ubicados en la línea de la desinformación o directamente fake news.
"Es evidente que si avanza el proceso de una privatización exacerbada, como aparentemente va a avanzar, está prácticamente garantizado que las protestas aparezcan en la calle en el día a día. Ahí de verdad hay un dilema de gobernabilidad gigante del cual la mayoría vamos a estar expectantes".