Correo
Rompiendo cadenas desde la infancia
Señor director:
Cada 25 de noviembre el mundo se une en la conmemoración del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, día que no solo nos insta a reflexionar sobre los desafíos que enfrentan las mujeres, sino que también nos recuerda la importancia crucial de comenzar desde la infancia para erradicar la violencia de género.
En esta problemática queremos hacer un énfasis en el lugar que se le debe dar a las niñas. Desde una edad temprana, ellas son víctimas de violencia física, sicológica y de negligencias en su desarrollo, muchas sustentadas en estereotipos de género que perpetúan roles y expectativas limitantes a sus vidas.
Es fundamental que, desde la infancia, se inculque un respeto irrestricto hacia las mujeres y se fomente la igualdad de género. Esto no solo implica educar a las niñas sobre sus derechos y potencial, sino también enseñar a los niños a desafiar los estereotipos asociados a masculinidades violentas y a reconocer el valor y la igualdad inherentes en todas las personas, independientemente de su género.
Las mujeres son las más pobres entre los pobres, de niña acceden menos a educación formal, de adultas sus tasas de desempleo son mayores y sus ingresos menores en relación a los hombres, lo que perpetua la desigualdad.
En este día resulta imprescindible un compromiso colectivo para construir un futuro donde las niñas crezcan en un mundo libre de violencia y discriminación. Una sociedad donde las oportunidades no estén limitadas por el género, donde el respeto sea la norma y donde la igualdad sea la base sobre la cual construimos nuestras comunidades.
La lucha contra la violencia de género comienza desde la infancia, y es nuestra responsabilidad asegurar que las generaciones futuras hereden un mundo más justo e igualitario.
Cristina Carvallo, especialista en Género de World Vision Chile
¿Y dónde está la ministra?
Señor director: Mientras en el congreso se discute la ley de presupuesto, y el ministerio del Medio Ambiente evidencia una significativa derrota en su discusión, la ministra Maisa Rojas no está presente. En efecto, la secretaria de estado, se encontraba en la Antártida. Seguramente, tendrá razones de orden superior para sus prioridades, pero ante los resultados obtenidos, creo que se trata de un grave error. No es comprensible que el desarrollo de la institucionalidad ambiental quede huérfana en el congreso porque la ministra no está.
Martín Correa Larraín, ingeniero
IA
Señor director:
Cerca del 50% de los adultos en Chile cree que la inteligencia artificial (IA) causará daño, mientras que menos del 30% piensa que será beneficiosa, de acuerdo a un informe de la OCDE. Sin embargo, la IA, como toda tecnología, es un hacer humano, luego sujeto a los dictados de quienes las desarrollan, quienes las regulan, quienes la usan. No es "la tecnología" quien amenaza o la responsable, sino las personas y el orden social donde esas tecnologías se desarrollan.
La historia muestra que las tecnologías no son inherentemente peligrosas o beneficiosas. Algunas solo traen beneficios, como una lavadora o una silla de ruedas; otras, como un fármaco o un explosivo, dependen del uso que le demos; y otras han sido monopolizadas para usos nefastos como las armas o la cocaína.
Para evitar estos temores, debemos conocer que es la inteligencia artificial, dominarla y regularla. Las fallas técnicas se combaten aprendiendo y con regulaciones estrictas para testear los productos antes de su uso masivo. Para los abusos, una legislación y la responsabilidad personal sobre nuestros datos es crucial; para los cambios sociales, responsabilidad política y participación en el direccionamiento de los desarrollos de la IA; y para la autonomía de la IA, ahora que conocemos qué es, tranquilidad ante estas fantasías de futuro.
En resumen, contra los temores ante la IA, debemos aprender, conocer, impulsar regulaciones y políticas y participar en su desarrollo y sus usos éticos. El peligro real no es que la IA se vuelva contra nosotros, sino que los grupos con poder la usen a su gusto contra una ciudadanía ignorante de sus posibilidades y alcances. Depende de todas y todos nosotros evitarlo.
Claudio Gutiérrez, investigador IMFD y académico Universidad de Chile.
PAES
Señor director:
Con más de 287 mil inscritos, un 4,5% más que el año pasado, este 27, 28 y 29 de noviembre tendrá lugar la prueba de admisión universitaria, PAES.
Una de las particularidades de este proceso, es que en el Proceso de Admisión 2024, que se realizará del 2 al 5 de enero, los estudiantes pueden utilizar los puntajes más altos en caso de haber rendido alguna de las siguientes pruebas anteriores: PDT de Invierno 2022, la PAES Regular 2022, la PAES de Invierno 2023 y la PAES Regular 2023.
Esto implica una flexibilidad inaudita en cualquier proceso de selección universitaria anterior en nuestro país, ventaja que puede ser aprovechada para realizar un "Gap Year" (o año "sabático", que no implica necesariamente irse de vacaciones, sino que también es un concepto que define el tomar nuevos caminos, que permitan repensar los objetivos).
Una forma es escoger una modalidad de estudios de inglés en el extranjero, para luego volver a Chile y postular a una universidad local o, incluso, en otro país, sin estar obligado a tomar una carrera universitaria sin sentirse completamente seguro.
Este camino puede suponer una oportunidad para lograr una ventaja en el currículum, en comparación con otros estudiantes, considerando que según el último reporte EPI, que mide el nivel de inglés en 113 países, Chile cayó al décimo puesto de Latinoamérica y retrocedió 7 lugares en el mundo. Los jóvenes chilenos fueron quienes tuvieron la caída más acentuada.
Por ese motivo, la PAES no solo es un importante desafío para quienes la rinden, sino que también un punto de inflexión, para quienes desean reflexionar sobre qué camino tomar.
Constanza Quaas, country manager de EF Education First