Descubren una pequeña nueva orquídea, una luz de esperanza para la biodiversidad andina
La orquídea 'Lepanthes inesmanzanoae' es una nueva especie descubierta en la cordillera de Toisán, unos montes subtropicales al noroeste de Quito, que no solo significa un hallazgo científico importante, sino que enciende una luz de esperanza para conocer la rica biodiversidad andina.
La nueva especie de orquídea, presentada este jueves en Quito, se distingue por sus pétalos aterciopelados, con el lóbulo inferior más corto, triangular y atenuado; el apéndice agudo y triangular, y el estigma bilobado (con dos lóbulos).
Fue descubierta tras dos años de investigación en la reserva del río Manduriacu, una región montañosa en la transición de los Andes hacia la costa ecuatoriana, y fue bautizada en honor a Inés Manzano, una reconocida activista y abogada que ha aportado en el campo de las leyes ambientales y en acciones en torno a la concienciación sobre el cambio climático.
Fue justamente Manzano quien, durante la ceremonia de presentación de la nueva orquídea, destacó la importancia del descubrimiento en un momento en que la desaparición de especies se ha acentuado en el mundo.
"La biodiversidad está en peligro crítico, hay una ola masiva de extinción de especies y no reconocemos su importancia y su uso. Luego de ver todo esto, encontrar personas dedicadas a estudiar e investigar esa biodiversidad es una luz de esperanza" para el mundo, apostilló la jurista.
Más especies únicas
En el proceso de investigación y descubrimiento de la nueva especie de orquídea se encuentran las fundaciones EcoMinga y EcoTonos, el Instituto Nacional de Biodiversidad (Inabio), la Universidad de Las Américas (Ecuador) y la Universidad de Caldas (Colombia).
El director de Ecominga, Marco Monteros, afirmó que el trabajo conjunto de las instituciones permite estudiar y proteger la biodiversidad en lugares con alta carga de especies endémicas y hasta únicas, como es el caso de la cordillera del Toisán.
Diego Inclán, director ejecutivo del Inabio, explicó que descubrir una especie nueva no es una tarea fácil, porque se requiere de mucho tiempo de investigación en el territorio, en la biblioteca y en los laboratorios.
La Cordillera del Toisán se ubica junto a dos de los puntos de mayor concentración de biodiversidad en el mundo.