A 10 años de la ley: 68,5% de fumadores en Atacama aún no deja esta adicción
FISCALIZACIÓN. Esto según información proporcionada por la Seremi de Salud regional, quien apunta a la prevención en el inicio del consumo, que está cifrado aún a temprana edad.
Si bien la Ley 20.660, más conocida como Ley Anti Tabaco, posicionó a Chile entre los países más avanzados en restricciones al tabaco y logrando ser un hito en el desarrollo de políticas de control, que se comenzaron a implementar en el 2005 mediante el Convenio Marco de Control de Tabaco promovido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), a 10 años de implementada esta medida, sigue siendo un desafío que abordar.
Puntualmente en Atacama, las cifras respecto a esta problemática y que mata a 52 personas en promedio por día en el país, reflejan un desafío para quiénes si bien están conscientes del impacto que provoca el cigarro en su salud, lo siguen consumiendo.
De hecho, según cifras de la Seremi de Salud Atacama, en relación a la prevalencia de vida de consumo de cigarrillo, de acuerdo a la Estrategia Nacional de Salud 2009-2010, se registra un 56,6, mientras que para el 2016-17 tuvo una significativa variación de un 45,1.
Por otra parte, la prevalencia fumadores actuales con intención de dejar de fumar es de 68,5.
Mitigar el consumo a temprana edad
"Como Seremi de Salud y en nuestro rol fiscalizador, podemos mencionar que de enero a la fecha, se han realizado 113 fiscalizaciones a locales cerrados de uso público, de los cuales dos resultaron con infracciones derivadas al Juez de Policía Local. Entre las inspecciones se verifica que al interior de los locales no apto para fumadores, efectivamente, no se encuentren personas fumando, o evidencia o indicios del acto como colillas de cigarro u olor a cigarro, asimismo, se fiscaliza que los lugares cuenten con su correcta señalética", señaló la autoridad sanitaria regional Jessica Rojas.
A su vez, la seremi de Salud enfatizó que "el tabaco es un factor de riesgo que puede evitarse y este explica la mayor parte de las enfermedades crónicas no transmisibles que, a su vez, son causantes del mayor número de años de vida perdidos por mortalidad prematura y también años vividos con discapacidad en la población. En la actualidad los estudios concluyen que el consumo del hábito tabáquico se inicia alrededor de los 13 años, es decir, a muy temprana edad. Es por ello que el Ministerio de Salud ha impulsado alianzas estratégicas para promover la campaña 'Humos Letales', una miniserie de animé que busca transmitir a las y los jóvenes que el consumo de tabaco, en cualquiera de sus formas, ya sea como cigarrillos, cigarrillo electrónico o tabaco liado, es perjudicial para la salud y produce muertes".
Por su parte Martha Palma; directora regional de Senda Atacama, comentó que "el elemento central para retrasar la edad de inicio es el fortalecimiento de los factores protectores especialmente en la población joven. Esto es precisamente lo que trabajamos a través de nuestros programas, sumado a los estudios anuales que hacemos para medir las prevalencias del consumo de ésta y otras sustancias en la población".
Importante es mencionar que en Chile - según estudios de Senda - el consumo de tabaco se inicia a los 13,9 años y en escolares aumenta significativamente desde 8° básico a 4° medio, con una preocupante prevalencia de consumo diario de tabaco de 7,3% en este nivel.
Próximos desafíos
Según el Departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud, un nuevo desafío es eliminar el uso de cigarrillo electrónico por parte de la población. Esto considerando que un 15.3% de las personas entre 12 y 65 años han fumado estos productos, según un sondeo efectuado por Senda.
De hecho, existe evidencia que indica que el uso de cigarrillos electrónicos entre adolescentes que nunca han fumado duplica, como mínimo, en la probabilidad de que empiecen a fumar. Esto porque la mayoría de los cigarrillos electrónicos contiene nicotina que es altamente adictiva y puede afectar el desarrollo del cerebro en los adolescentes que continúa hasta los 20 a 25 años.
Los líquidos y vapor de estos dispositivos además contienen partículas ultrafinas que pueden inhalarse y llegar al fondo de los pulmones; saborizantes como el diacetilo, una sustancia química vinculada a una enfermedad grave de los pulmones; compuestos orgánicos volátiles; sustancias químicas que causan cáncer; metales pesados como níquel, estaño y plomo.
Además, la nicotina líquida de estos productos: puede provocar grave intoxicación si es ingerida o se tiene contacto cutáneo, con un efecto inmediato de irritación de ojos y vías respiratorias.