Desde el comienzo de las competencias hace casi 10 días, quedaba demostrado el esfuerzo que realizó la organización local de los Juego Panamericanos Santiago 2023, en llevar adelante un evento de calidad, más allá del nivel deportivo.

Organizar este megaevento deportivo, solo comparable al Mundial de Fútbol 1962 en importancia de competencia, era un desafío como país que traspasó a tres gobiernos, los cuales se comprometieron más allá de su sector político en sacar esto adelante, y el resultado es notorio a simple vista.

Porque esto fue mucho más que arreglar el Estadio Nacional, paradójicamente, uno de los recintos que menos cambios refleja, sino que se debieron construir estadios prácticamente de la nada, además de generar un parque multidisciplinario en el reducto de Ñuñoa. Las imágenes que se ven por televisión lo dejan claro, recintos de primer nivel, muchos de los cuales generaron dudas por filtraciones, como fue el caso de la piscina.

Pero con el correr de las competencias, quedó demostrado que, al menos en infraestructura, tenemos un evento de clase mundial. Pero ¿qué viene ahora?.

Ha pasado en otros países donde se han organizado este tipo de justa deportivas, que los recintos se vuelven "elefantes blancos", ya que quedan sin el uso debido después de los eventos.Es el caso de Atenas tras los JJ.OO. de 2004, o en Brasil, tras el Mundial de 2014.

Esperemos que eso no pase en Chile. Por el contrario, que estos reductos se transformen en cuna formativa de nuevas generaciones de deportistas. No olvidemos que el "no tener las condiciones en infraestructura", llevó a muchos deportistas a no explotar en su totalidad el talento que tenían.

Es tan bueno lo realizado en Santiago 2023, que algunos hinchas hablaron de organizar los Juegos Olímpicos en 13 años más, algo que las propias autoridades deportivas del país descartaron por hora. Hoy por hoy, lo importante es poder sacar el máximo de provecho a los recintos, y que estos no solo sean para la preparación de los profesionales del Team Chile, sino que también, sea utilizado por la comunidad.

Veremos qué depara el futuro. En una de esas, el partido inaugural del Mundial 2030 que se nos negó como país (premio de consuelo de la FIFA para el continente), quede como anécdota si se logra organizar unos Juegos Olímpicos. Soñar es gratis.

Desde las aguas tormentosas de la historia laboral chilena emerge un panorama que ha evolucionado a lo largo de décadas. En un país donde la lucha por el trabajo decente ha sido una constante, la conquista y la defensa de los trabajadoras y trabajadores que en distintos espacios a lo largo y ancho de este país han manifestado y resistido por condiciones justas, acción que se ha sostenido a lo largo del tiempo y más aún, sobre la importancia de que el gobierno del Presidente Boric, ha sintonizado con la importancia de poder dar mayor relevancia al trabajo decente en nuestro país.

Bajo ese contexto, la historia nos habla de hitos de resistencia, determinación y la evolución de los petitorios de organizaciones sindicales, han sostenido la línea que si es posible hablar en Chile de trabajo decente, no tan solo apostando a una mejora de remuneración, que nos decían que era imposible un sueldo mínimo próximamente de $500.000, la disminución progresiva de la jornada laboral a 40 horas, nos mencionaban que era imposible y hoy muchas empresas en la región de Atacama, se han sumado de manera voluntaria a esta ley, por otra parte tenemos la actualización de la ley SANNA y últimamente de encontrarse próximamente en vías de ser ley el Proyecto de Vida Conciliación y Familia, entre otras iniciativas que se han materializado en la actualidad con ratificación del convenio 190 y finalmente el 176 hace días atrás.

En Atacama, no nos hemos quedado atrás, un ejemplo de ello es la ejecución de la primera "Escuela Sindical Benito Tapia", donde dirigentas y dirigentes se están capacitando en su rol, que no solo busca mejorar las condiciones laborales de los trabajadores en los diversos espacios productivos, sino también esto va de la mano con la conformación de la Mesa Tripartita del Retail, donde junto a la Dirección del Trabajo, Sindicatos y Empleadoras/es de las casas comerciales, dialogamos y llegamos a acuerdo tras múltiples fiscalizaciones que debelan falta de condiciones dignas y optimas.

Estas acciones, están orientadas en relevar la importancia sobre incorporar en nuestra cultura laboral, elementos del trabajo decente no solo como un concepto o una explicación de la academia, sino más bien en prácticas concretas, medible y por supuesto impacten de manera favorable para así corregir anomalías que atenten contra los derechos laborales de todos y todas.

No los podemos olvidas ni mucho menos no considerar los desafíos en materia laborales que están a la vuelta de la esquina como necesidad de reactivar la economía, observar cómo revolución tecnológica en el trabajo ha reemplazado puestos de trabajo por la incorporación de maquinaria y es ahí donde cobra importancia la reconversión laboral, disminuir cada vez más las brechas de género y por sobre todo agregar un componente de solidaridad en materia de pensiones, cuestión que hoy los y las pensionadas exigen a la clase política pronunciarse, toda vez que, hoy las pensiones en chile son insuficientes para responder a las necesidades de los y las pensionas.