ONU cifra en un millón los desplazados de Gaza e investiga crímenes de guerra
CONFLICTO. Ayer se produjeron varias explosiones en Tel Aviv y Jerusalén, donde sesionaba el Parlamento israelí con presencia de Benjamin Netanyahu, cuyo gobierno descartó un alto al fuego.
La Comisión de Investigación de la ONU para los Territorios Palestinos Ocupados, presidida por Navy Pillay, anunció ayer que comenzó a recolectar evidencias sobre crímenes de guerra cometidos por Hamás, otros grupos palestinos armados y las fuerzas de seguridad israelíes desde el 7 de octubre, en un conflicto que ya lleva 1.400 israelíes y 2.750 palestinos muertos. Además, el organismo internacional cifró en un millón los desplazados de Gaza
"Las atrocidades de las que hemos sido testigos desde ese día añaden una urgencia sin precedentes a nuestras conclusiones y recomendaciones", aseguró en un comunicado Pillay, quien fue alta comisionada de la ONU para los derechos humanos entre 2008 y 2014.
La jurista sudafricana agregó, ante los recientes acontecimientos, que "los civiles y las instalaciones civiles deben siempre ser protegidos, nunca son un objetivo legítimo, y todas las partes deben cumplir la obligación de protegerlas con arreglo a la ley humanitaria internacional".
El informe concluye que todas las partes del conflicto, incluidos Israel, la Autoridad Nacional Palestina y el "gobierno de facto en Gaza" se han negado a tomar medidas de prevención para evitar víctimas civiles en dos años de violencia, exacerbando la crisis y "profundizando las divisiones y el odio".
Un millón de desplazados
Paralelamente, la directora de comunicación de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (Unrwa), Juliette Touma, cifró en más de un millón los desplazados desde la franja de Gaza desde el inicio de este conflicto, hace 10 días.
Desde sus oficinas en Gaza, Touma dijo por videoconferencia que una gran parte de los desplazados internos han buscado refugio con parientes o conocidos más al sur, pero al menos 400.000 están siendo acogidos en un centenar de centros de la Unrwa, principalmente escuelas -que pueden funcionar como refugios- pero también en almacenes de alimentos o materiales y sin servicios básicos, "no equipados para seres humanos".
Los refugios están tan saturados que a veces "cientos de personas tienen que compartir un solo cuarto de baño", explicó la encargada.
Varias explosiones
La declaración de la ONU se produjo en un día en que varias explosiones sacudieron este Jerusalén coincidiendo con una sesión de la Knéset (Parlamento) en la que estaba presente el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu: todos debieron refugiarse.
No se registraron víctimas ni daños graves y, según medios israelíes, el Parlamento, con sede en Jerusalén, tuvo que interrumpir su sesión y los diputados tomar refugio.
También sonaron las sirenas antiaéreas, que suelen anunciar la llegada de cohetes lanzados desde Gaza por el grupo islamista Hamás, en Israel central y en Tel Aviv, según confirmó el Ejército israelí.
La Brigadas Al Qasam, el ala militar de Hamás, reivindicaron el lanzamiento de cohetes contra las dos principales ciudades de Israel.
Sigue el fuego
Durante la jornada de ayer también se rumoreó de un posible alto al fuego en este conflicto, lo que fue descartado por Israel.
En un breve comunicado, la oficina del presidente Netanyahu expuso que "actualmente no hay ningún alto el fuego ni ayuda humanitaria en la Franja de Gaza a cambio de la salida de extranjeros", como había señalado la prensa.
Además, Israel notificó a sus familias la identidad de 199 secuestrados por Hamás y otras milicias palestinas en la Franja de Gaza. "No haremos ningún ataque que ponga en riesgo la vida de los secuestrados", afirmó el portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari.
Hizbulá pone tensión en el norte
Mientras Hamás mantiene sus ataques a Israel desde el sur, en la franja de Gaza, el grupo chiita libanés Hizbulá siembra la tensión en el norte: anunció ayer que lanzó misiles al menos cinco puntos del Estado judío, que por su parte respondió con artillería contra el Líbano mientras siguen los contactos para evitar una escalada. El portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari, amenazó a Hizbulá si sigue atacando con cohetes y misiles desde la frontera: "Si se atreven a ponernos a prueba la reacción será mortal".