La comunidad de Chañaral y El Salado se halla preocupada por los últimos antecedentes entregados en reunión realizada por el MOP y el MINVU, en relación a los proyectos de canalización en la Cuenca de El Salado y "Doble Vía Ruta 5, pasada por Chañaral". En esta oportunidad, de forma somera me referiré al inquietante informe que señala que en el sector que une los barrios del puerto con la populosa población Aeropuerto en la quebrada del Salado, se tiene contemplado construir sólo un puente vehicular y peatonal lo que, a todas luces, es una desacertada decisión. Aparte de otros latentes riesgos, en primer lugar, se debe tener presente el tema de seguridad de la población por la posible ocurrencia de un tsunami en su dimensión máxima, escenario que utiliza el MINVU ante un terremoto de magnitud 9.0 en la escala de Richter, y que el mundo científico espera en el norte chileno.

Para conocimiento de los lectores, en la historia sísmica del país se han registrado más de cuatro tsunamis de dimensión máxima, con oleadas que han superado los 20 metros de altura, por lo que es válida la amenaza en la población Aeropuerto, la que se haya bajo de esa cota. Por lo mismo, para las autoridades locales y vecinos/as es esencial que se construya otro puente vehicular y peatonal en el área frente a la población "26 de Octubre", lo que disminuiría el caos frente a la posibilidad de una catástrofe de esas características. Además, sería otra viable alternativa y seguro escape hacia el cerro "Botín" en caso de un tsunami en su máxima magnitud.

No tenemos que olvidar que en el año 2015 no se tenían identificados los aluviones de épocas pasadas, teniéndose "como techo" los perjuicios causados por el aluvión de febrero de 1972, siendo considerado como el evento de mayor envergadura en el siglo XX.

Errónea información que, involuntariamente, llevó a las autoridades locales y pobladores a no dimensionar la tragedia del alud del 25 de marzo del 2015, llevándolos a tomar decisiones que no fueron las más adecuadas y correctas, y que hubiese evitado valiosas pérdidas humanas.

Por todo lo expuesto, hay que atender las justas demandas de los vecinos.

El caso de un chofer que impactó a un ciclista en la Ruta 5 Norte terminó con un debate nacional dado que se viralizó un video que muestra este hecho policial. El conductor ayer fue formalizado y la alcoholemia detectó que iba con 2.08 gramos de alcohol por litro de sangre, mientras el pedalero sigue internado en el Hospital Regional.

Se trató de una acción irresponsable, pero que a esta altura ya no sorprende. El manejar con alcohol en el cuerpo ya es costumbre, la diferencia es que ahora cámaras pudieron captar el zigzagueo del chofer y que un testigo lo siguió para luego denunciarlo a Carabineros.

¿Qué hacer ante tanta irresponsabilidad? ¿qué hacer con las campañas?

Manejar ha sido tomado como un juego y se han enraizado ideas que poco y nada aportan en la seguridad, es por ello que autoridades y privados deben pasar a la ofensiva para dar mayor seguridad en las calles.

En el caso específico de la Ruta 5 Norte solo ciertos sectores tienen ciclovías, pese a que el pedalear es una actividad constante para llegar a puntos como cerro Imán. Los ciclistas se colocan a un costado de la doble vía, pero siempre con el peligro de que los atropellen como pasó con uno este fin de semana.

¿Quién debe proporcionar conectividad adecuada para ellos en estas pistas concesionadas?

Lamentablemente el "boom" de las ciclovías se ha ido desvaneciendo para mal, dado que Copiapó se había convertido en un ejemplo de conectividad de este tipo. Incluso lo que había en las calles ha sufrido por el paso del tiempo, dado que es posible ver ciclovías con pintura desgastada y sin barreras, lo que también es un riesgo.

El Estado se había dado el trabajo de promover las ciclovías y hoy eso está lejos de hacerlo, incluso no está garantizando la seguridad.