La pandemia y las restricciones a la movilidad implementadas para contener los contagios del coronavirus provocaron duras consecuencias en la economía. La escasez de productos a nivel global y las ayudas monetarias impulsadas por el gobierno -incluidos los retiros voluntarios desde la AFP- generaron un fuerte aumento en los precios de miles de productos, lo que se reflejó en las cifras del IPC.

Fue así como una vez que se terminaron esos recursos adicionales, millones de chilenos comenzaron a sufrir con su presupuesto mensual: el costo de la vida se elevó significativamente, sobre todo porque también aumentaron las deudas contraídas en UF, entre ellas los créditos hipotecarios, seguros, educación.

Lamentablemente y pese a que la inflación parece poco a poco ir normalizándose, lo cierto es que todavía se presentan una serie de factores internos que siguen golpeando el bolsillo de los consumidores.

El reciente frente que afectó a las zonas centro y sur del país provocó nuevas alzas y esta vez el ícono fue el precio de las papas, producto de alto consumo a nivel nacional y que hoy por hoy se empina incluso hasta los 2 mil pesos el kilo.

En ese contexto, el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, explicó que pese a las inundaciones registradas en los últimos días, no se justifica esta alza, por lo que anunció que recurrirá a la Fiscalía Nacional Económica para que investigue una eventual colusión. El secretario de Estado comentó que "nada justifica que en una semana un producto clave para los chilenos, que es la papa, que ya está cultivada, ha estado almacenada en diversos lugares de distribución (...) esté subiendo su precio sobre el 50%".

No cabe duda que han sido tiempos difíciles en lo económico, por lo que es clave que estos episodios no generen especulaciones, sobre todo si se considera que el mundo científico ha sido claro en manifestar que el cambio climático está generando alteraciones importantes en todo el mundo, por lo que seguramente otras emergencias de este tipo continuarán ocurriendo en el país.

No sé tú, pero el inventar una locura por un artista es parte de ese camino que iniciamos para descubrir nuestros gustos musicales. Por eso, referirnos al efecto de la fanaticada es saber identificar un te necesito suave en cada uno de los conciertos que erotizan a fuego como una cuestión de piel a sus seguidores. Habrá locura desatada, gritos, llantos, emoción desbordada que manifiesta, en cada admirador o admiradora, un amarte es un placer.

Se dice que en gustos no hay nada escrito. Hay quienes pasan de las baladas, al rock, o a la música urbana; sólo que quien es fanático de un estilo en particular se diferencia, de los demás, por esa fidelidad única que fue alimentando con cada nueva discografía. Es como decir que si nos dejan nos vamos a querer toda la vida, así sucede entre un fan y su artista favorito.

Pasarán más de mil años, muchos de más y cierto será que habrá canciones llenas de las locuras más divinas y pese a estar contigo en la distancia, el gusto por sus letras será permanente. Un pacto eterno de admiración y lealtad.

A veces pasa que hay quien es altanera, preciosa y orgullosa, e intenta desmentir la existencia de esta pasión por los artistas; pero, la verdad, es que existe desde siempre. Aunque quisiéramos incluso esconderlo por debajo de la mesa y aunque reconozco que yo no sé si tenga amor la eternidad, es prudente que usted pueda disfrutar de sus gustos musicales sin cuestionamientos de terceros.

Vivimos apresurados y sentimos que este planeta enfermo ya no da más, y pese a que creamos que nos hizo falta tiempo para andar en una playa, siempre es posible darle luz, con hermosas melodías, al nuevo día.

Palabra de honor que la música es una de las mejores medicinas para estar bien. Sé que no es la luna, no es el sol, pero una canción alegre e inspiradora que tenga un toque especial, puede pintar de hermosos colores nuestros días más grises.

Por estos días hemos observado en nuestro país, una verdadera fiebre de amor de fans que señalan que, aprendieron a ver la luz del otro lado de la luna, gracias a su música. ¿Quiénes somos para criticar ese fervor? sólo puedo decir que Luis Miguel es el culpable.