Probidad
A estas alturas debiera ser de perogrullo aclarar que la probidad, y como contrapartida la corrupción, NO son temas de los cuales tenga un monopolio ni izquierdas ni derechas.
Lamentablemente, es necesario recalcarlo cuantas veces sea necesario, especialmente en un país donde la polarización ideológica y el infantilismo político definen la agenda y lo que tendría que ser obvio se difumina en discusiones estériles, emocionales e identitarias, relegando a un tercer o cuarto lugar el objeto de conflicto y su posible resolución.
Esto debiera ser particularmente obvio para nuestra casta política si es que tuvieran proyectos políticos con táctica y estrategia para posicionar a Chile en la escena global, pero claramente no es el caso y priman las mezquindades y pequeñeces de la siguiente votación, en la cual resulta mucho más fácil y conveniente electoralmente dividir a la sociedad entre buenos y malos en un país con nula educación cívica que navega entre la indiferencia y la rabia.
El problema en Chile no es ideológico, es un problema cultural e institucional del cual debemos hacernos cargo al momento de buscar soluciones. Es cultural en tanto persiste la "cultura del vivo" donde haya vacíos legales y vacíos morales y este problema trasciende a la política y a los negocios, forman parte de la base social que una vez que asciende de escalafón hacen la vista gorda al aprovechamiento de recursos que cuando son públicos parece que no son de nadie. Sino asumimos este pecado original y seguimos viendo solo la paja en el ojo ajeno, difícilmente vamos a acabar con este flagelo.
Y es un problema institucional, por otro lado, debido a que existe una sobre-burocratización en algunas áreas y procesos que dificultan muchos proyectos públicos y privados, mientras que por otro lado permanece débil el control, seguimiento y auditoría de diversidad de proyectos educativos, culturales, deportivos, etc; que una vez entregados los recursos se da por cumplida la meta sin tener en consideración el impacto de su ejecución y como han sido distribuidos estos recursos asignados.
Ante este problema sistémico necesitamos soluciones sistémicas, porque no basta con demonizar la alianza público-privada (la cual puede ser bastante útil y eficiente) para mejorar la salud del Estado. Es necesario en cambio, fortalecer una institucionalidad autónoma a nivel regional que pueda encargarse exclusivamente de este tipo de tareas que se enfoquen en la eficiencia del gasto público y en los resultados que entregan como objetos de análisis por separado.
Dicho esto, es necesario aclarar que han existido grandes avances y propuestas en esta materia, aunque han sido políticas reactivas y en ocasiones solamente bien intencionadas. Tras los casos MOP Gate y caso Coimas, el acuerdo Lagos-Logueira (2003) inició un camino trunco en donde la modernización del Estado y el crecimiento económico iban de la mano con un estado ágil, un acuerdo como este, con visión de futuro, con todos los actores y haciendo uso de los desarrollos tecnológicos actuales es lo que Chile hoy necesita, sin mezquindades, mientras se pueden tener todas las diferencias del mundo en políticas de corto plazo.
Esperemos que la nueva comisión de expertos tome este tipo de consideraciones como las de su comisión predecesora, comisión Engel (2015), para ir subsanando todos estos temas de probidad que trascienden lo ideológico y que de no solucionarse nos llevan irreparablemente por un derrotero que es caldo de cultivo de populismos ante la crisis de representatividad existente.
Andrés Alfaro C. Cientista Político Partido Liberal Atacama.
Pymes y Pacto Fiscal
Tras analizar el Pacto Fiscal, es grato escuchar la palabra crecimiento y no sólo pago de impuestos. Sin embargo, al ver el detalle de lo propuesto, todavía faltan medidas para que realmente podamos afirmar que el crecimiento es un punto importante que queremos reforzar.
Podemos destacar que dicho Pacto incluye entre sus propuestas el denominado "camino de la pyme", una muy buena idea para incentivar la formalización de forma sencilla y con apoyo/beneficios a que esto ocurra. Hoy uno de los grandes problemas es la falta de generación de empleo en Chile, y formalizar y transparentar todas aquellas situaciones donde las personas optan por tomar un camino de negocio propio apoya el crecimiento. Otro punto a destacar es la depreciación semi instantánea que favorece a la pyme al generar ventajas desde el punto de vista fiscal, respecto al tratamiento de los activos de la empresa.
El gran desafío es que el gobierno sea capaz de conformar mesas de trabajo con muchos otros actores relevantes para que sea realmente un "pacto", y se aborden medidas serias y de corto y mediano plazo para impactar realmente en el crecimiento.
También es importante cuidar las formas en que se propone ejecutar estos y otros ejes, para que el pacto tenga formalidad y acuerdo, y su ejecución sea efectiva a través de la adhesión a las propuestas.
Felipe Gormaz
Lecciones no aprendidas del Proceso Constituyente
Al parecer la historia vuelve a repetirse. Luego de un exitoso trabajo de la Comisión Experta, cuyos integrantes, a pesar de sus diferencias ofrecieron un anteproyecto que conjuga lo más preciado de nuestra tradición constitucional con elementos del derecho constitucional moderno y respetuoso de los bordes constitucionales previamente acordados, las fuerzas mayoritarias dentro del Consejo Constitucional, nuevamente están tratando de aprovechar las mayorías contingentes, para imponer su propia visión, olvidando el rol que una Constitución juega en una democracia. Así, el Partido Republicano ha impulsado una serie de normas identitarias, muchas de las cuales deberían estar reguladas por una ley, que ponen en riesgo este proceso constituyente. La enmienda que, busca utilizar la Constitución para lograr la libertad de los presos de Punta Peuco es un claro ejemplo de lo anterior.
Faltando aún por conocer cuál será la propuesta constitucional sobre la que nos hemos de pronunciar en diciembre, hasta el momento, muchas personas tenemos la percepción de que el Partido Republicano también se ha embriagado del poder, se siente dueño de ese 62% que se inclinó por el rechazo y no está siendo capaz de entender que la función encargada y con la que han sido honrados por la ciudadanía trasciende a su propio proyecto político. Al parecer no fue aprendida la lección del proceso anterior.
Jorge Astudillo Muñoz Académico de la Facultad de Derecho, UNAB