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tico preciso en personas menores ha ido en aumento, lo que estaba ligado a los factores de riesgo, que solían ser distintos a los factores de riesgo de la población mayor con mayor incidencia cardiovascular.
"Muchas veces los infartos en personas menores están ligados a algunos factores de riesgo que nosotros llamamos "atípicos", por ejemplo, muchos infartos en personas menores están ligados al uso de drogas atípicas, como la cocaína, que es una causa de infarto en personas menores. También está ligado a tabaquismo y a factores de riesgo poco comunes como alteraciones en la coagulación, síndromes de hipercoagulabilidad y muchas veces personas en menores de 30 años que llegan infartadas, estudiamos las coronarias con una radiografía y no se encuentran lesiones obstructivas clásicas como encontramos en las personas mayores y tiene que ver con estos factores de riesgo que no son del todo similares en esta población", precisó.
Otra de las causas, que afectan más a mujeres jóvenes, son las disecciones coronarias, que clásicamente se dan en esfuerzo, explicó el médico, lo que se sospechaba que ocurría en personas jóvenes que realizaban un ejercicio intenso y hacían un episodio de dolor torácico.
"La disección coronaria es cuando se obstruye el flujo de la arteria, pero no con una placa aterosclerótica, sino porque se rompe la pared de la arteria y eso también está dado en sujetos que son genéticamente susceptibles a que les ocurra ese evento", aclaró el especialista.
Una serie de causas de infarto que pueden concentrarse más en personas jóvenes, ya que en ese grupo etario la enfermedad aterosclerótica, la enfermedad obstructiva clásica de los infartos en personas mayores, no era tan frecuente, por lo que aparecían las causas atípicas.
"Si uno revisa la incidencia de las enfermedades coronarias en las personas jóvenes, comparando la población de 30, 40 años versus la de 50, 70 años, la incidencia en las personas mayores es más del doble, sigue siendo un factor de riesgo para la enfermedad coronaria clásica aterosclerótica la edad es un factor muy importante y esta enfermedad en personas jóvenes, menores de 40 años, es mayor en hombres que en mujeres".
Hipertensión y obesidad
Ahora bien, pese a que los factores de riesgo más comunes, como la mala alimentación, sedentarismo, tabaquismo y exceso de alcohol, no suelen ser la causa directa de personas de menor edad, claramente es un factor importante en quienes sufren patologías coronarias después de los 50 años.
Sin embargo, poco a poco el escenario ha ido cambiando y la hipertensión, diabetes y situaciones fuera de lo común se están dando en la población de menor edad, específicamente los niños, niñas y adolescentes. Una situación que ven a diario en la Atención Primaria de la comuna de Copiapó.
Según comentó la nutricionista y encargada del Programa de Obesidad y Vida Saludable del Departamento de Salud Municipal de Copiapó, María José Arqueros, poco más del 45% de los pacientes que atienden presentan hipertensión.
"Nosotros que tenemos el programa de adolescentes, estamos viendo niños de 10 años con presiones de 125 con 90 y eso se ve eso todos los días, no es que se vea una vez a la semana, se está viendo la mayor parte de la semana", precisó Arqueros.
Un escenario que se presenta por la poca ingesta de frutas y verduras, un exceso de comida chatarra, poca actividad física, que han propiciado la aparición de enfermedades a más temprana edad, como la presión alta, resistencia a la insulina, dislipidemia.
"Esto podría llegar a un infarto cerebrovascular, un infarto cerebral o del corazón. Además de ello, la hipertensión también afecta a los riñones. Podrían ser pacientes que tengan presiones altas que a largo plazo que van sufrir insuficiencias renales. Entonces son varias las complicaciones que están asociadas a estos malos hábitos".
Casos que al detectarlos en el programa, se les monitorea la presión por siete días para detectar su evolución y se les realiza un cambio de rutina con el fin de normalizar sus índices. "Se le da énfasis al consumo de verduras, de frutas, de lácteos bajo en grasa, y principalmente se deja con restricción de comida chatarra, bebidas y el consumo de la sal, mantequilla, paté, margarina, también se hace una restricción y se deriva al médico del CESFAM", detalló.
Por otro lado, manifestó que muchos niños, niñas y adolescentes no sentían malestar al tener la presión alta, lo que llamaba la atención y preocupaba, puesto que significaba que el cuerpo se había acostumbrado a la hipertensión y el paciente no sentía los síntomas de que algo no estaba bien en su organismo.
4,8% de infartados hospitalizados en la región son menores de 39 años según datos del Servicio de Salud Atacama
45% de niños, niñas y adolescentes del Programa Obesidad y Vida Saludable llega con hipertensión