De cueca a trap, Martín Acertijo lanza su nuevo EP "Mal de amore"
MÚSICA. El penquista crece como cantante con esta entrega de cinco canciones entre panderos, guitarras y autotune.
Amelia Carvallo
Trap, hip hop y folclore son las coordenadas por las que se desliza "Mal de amore", el nuevo trabajo de Martín Acertijo, el que cuenta con una serie de clips grabados en populares restaurantes que resisten el paso del tiempo.
"Lo que estoy tratando de reivindicar es una estética chilena, conectándose con todas las tendencias urbanas, mostrando la belleza de cosas simples ", señala Martín Acertijo.
-¿Qué influencias tiene este EP?
-Dos grandes influencias: la primera es que estaba terminando una relación y el proceso de terminar una relación es bastante duro, quería sacar varias cosas afuera, tanto la angustia inicial como el posterior carretear despechado. Por otro lado, está la búsqueda musical, buscar nuevas sonoridades y descubrir que la conexión con las raíces podía dar algo fresco, tuve un despertar respecto al folclore chileno.
-Tu mamá era bailarina en el Bafona, ¿qué recuerdas?
-Sí, ella bailaba en el Bafona y siempre le gustó la cueca. En mi casa siempre había un par de guitarras y con mi hermano las agarrábamos. En la adolescencia lo fui perdiendo un poco, porque también tuve algunos alejamientos familiares, pero ahora de grande retomé esa conexión abandonada, fue bacán reencontrarse con eso, fue como despertar un recuerdo inconsciente.
Para Martín no hay nada que musicalmente no se pueda combinar y este mix de lo urbano con la cueca brava lo tiene feliz. "Me empecé a conectar también desde la Plaza Brasil, donde participo de repente en batallas de freestyle, allí también se hacen las ruedas de cueca", explica. "Después empecé a ir a los lugares icónicos como el restaurante La Milla y el Juan Brasilia".
Locaciones
Además de La Milla, el restaurante Coltauco es una de las locaciones que eligió para estos clips. "Creo que son lugares que conservan la identidad chilena tal cual es, no son como estos típicos edificios de inmobiliaria, de guetos verticales. Son restaurantes que hablan de un Chile que ya fue pero que sigue siendo, que sigue ahí metido en nuestro ADN y que tenemos que despertarlo. Son lugares de encuentro, de fiestas y música, lugares donde caleta de gente sigue hasta el día de hoy yendo a comer su colación. A mí me encanta comer colación en lugares así donde puedo ver gente real.
-En el single "No te tengo aquí" usas harta guitarra y pandero, ¿cómo empezó a tomar cuerpo?
-Iba en un avión a una batalla de freestyle a España escuchando una playlist de cueca brava en Spotify, una playlist que ni siquiera era como editorial y estaba La Gallera, los 3x7 y me puse a escribir nomás, dejé de especular sobre cómo sería cruzar lo urbano con el folclor, y care palo salió de una "No te tengo aquí". Y contactamos al guitarrista de La Gallera, a Muñeco, Juan Pablo Villanueva, que grabó las guitarras. Fue bacán, aprendí mucho en ese día grabando y realmente es una conexión genuina porque no es sin considerar a los músicos, sino al contrario, es desde los músicos.
-Cuéntame sobre la colaboración con Ceaese en "Mal de amore"
-Tenía ganas de invitar a algún artista urbano que fuese como propiamente urbano, que no viniera del mundo del folclore. Y me había encontrado con Ceaese un par de veces, toda pura buena onda y en verdad es una persona con mucha trayectoria, muy profesional para colaborar. Entonces le mostré el instrumental de "Mal de amore" y quedó loco, encontró que estaba súper bueno, que estaba súper distinto y le gustó. "Mal de amore" también incluye percusiones brasileñas, entonces ahí nos abrimos también al mundo de las percusiones latinas y fue bacán. El acordeón, al momento de crear el instrumental, no pudimos incluirlo, tuvimos un problema de coordinación y lo hicimos digital. Pero para el video invitamos al acordeonista Nano Bahamondes para seguir generando estos lazos que pretendo seguir profundizando. Bahamondes también es un estandarte del acordeón chileno.
-¿Has podido presentar en vivo esta nueva música?
-Sí, estoy formando una banda que también tiene mucho de novedoso precisamente porque incluye instrumentos en vivo. Estoy tocando en las percusiones con Face 6, que es del grupo Los Puntudos, toca percusiones y tiramos autotune en vivo. Entonces, imagínate pandero y autotune en vivo, es una mezcla rara. Y en guitarra estoy tocando con Nicanor Enríquez, que es la joven promesa como le digo yo, un chico de 18 años que es de la familia Petinellis.