Correo
Ambulantes en V. Alemana
Señor Director,
En las próximas semanas, CODELCO deberá definir a su tercer presidente ejecutivo en lo que va del año. Esto en cualquier empresa privada significaría una quiebra y cese de operaciones inminente.
Y es que este es solo el último síntoma de varios trimestres de pésimos resultados para la cuprífera estatal. Según la entrega de resultados del año 2022, sus utilidades se desplomaron en un altísimo 75%. Si bien esto fue explicado en alguna medida por la baja en el precio del cobre, la caída en la producción y el aumento de costos se le pueden atribuir a la pésima gestión que tiene el gigante minero.
Este caso no es aislado, puesto que existen más empresas estatales que han reportado pérdidas en sus últimas entregas de resultados: Ferrocarriles por más de 250 millones de dólares y Enami, otra minera, casi 80 millones de dólares, Metro, casi 380 millones de dólares, entre otras.
Históricamente la administración pública no ha podido competir con la eficiencia del uso de grandes empresas privadas, y seguir dejando el sueldo de Chile a directorios políticos y no técnicos solo seguirá generando estragos.
Javier Ávila P.
Lagos
Con todo el respeto que merece el expresidente Lagos, sorprende su última declaración en una entrevista en un canal de televisión: "No me gustó la Constitución que lleva mi firma".
El 17 de septiembre del año 2005, en La Moneda, al promulgar el reformado texto constitucional, el exmandatario dijo: "Tenemos hoy por fin una Constitución democrática acorde con el espíritu de Chile y su alma permanente", agregando que "esta nueva Constitución ya no nos divide y tiene que ver con los reales problemas de la gente". Al finalizar, manifestó: "Chilenas y chilenos, hoy despunta la primavera".
¿Por qué esperar 18 años para decirles a los chilenos lo que realmente pensaba? Una de tres: mala memoria, acomodo o se arrepintió de no haberlo dicho ese día.
Luis Enrique Soler Milla
Riesgos y beneficios
Una buena noticia para la población estadounidense, como lo es un menor aumento en los precios en comparación con las expectativas, se tradujo en una disminución en el valor de su moneda local debido a especulaciones. Si la Reserva Federal (FED) no encuentra necesario aumentar la tasa de interés, esta situación resulta menos atractiva para los inversionistas extranjeros, lo que reduce la demanda de dólares y, por lo tanto, su valor en relación con otras monedas.
Las implicaciones para Chile pueden ser diversas, pero en el mejor de los escenarios, esto contribuiría al objetivo chileno de reducir la presión inflacionaria, ya que las importaciones se volverían más atractivas, y esto podría atenuar el posible impacto de la actual política monetaria.
Es conocido que el riesgo de reducir la tasa de interés radica, por un lado, en no alcanzar nuestra meta de inflación y, por otro lado, en la fuga de capitales.
Sin embargo, el Banco Central está actuando consciente de lo imperativo, que es tomar medidas ante el bajo crecimiento económico del país, el cual nos ha mantenido con un nivel de desempleo que, si excluimos el período de la pandemia, no se había experimentado desde 2010.
Dra. Michelle Mieres Académica Depto. Economía, Universidad Autónoma
Igualar tablas de mortalidad
Señor Director:
Un buen ejemplo de que la reforma previsional del Gobierno tiene un fin más ideológico que técnico, refiere a las tablas de mortalidad, que en la actualidad se diferencian para hombres y mujeres, pero que perfectamente se podrían aunar en una tabla de mortalidad única, en donde los hombres compensen a las mujeres.
Como dato, un hombre que se pensiona a los 65 años sobrevive en promedio hasta los 86,6 años, y para una mujer que se pensiona a los 60 años, ella sobrevive en promedio hasta los 90,8 años.
Hoy el Gobierno justifica apropiarse del 4% de cotización del trabajador en parte para compensar la diferencia de las tablas de mortalidad entre hombre y mujeres, pero unificando las tablas de mortalidad se resuelve gran parte del problema.
No obstante a lo anterior, se pueden generar bonos compensatorios para las mujeres pensionadas, según años cotizados, pero bajo impuestos generales, tal cual lo propuso el ex Presidente Piñera en su segundo mandato, o bien la propuesta de Renovación Nacional, que destina 0,6% de la cotización adicional para mejorar las pensiones de las mujeres.
Eduardo Jerez Sanhueza
Las cifras de la pobreza
Mientras el actual Gobierno salió a alabar los resultados de la última encuesta Casen, que ubica los niveles de pobreza en un 6,5%, otros análisis han mostrado que dicha encuesta en realidad dice que los hogares chilenos son al día de hoy bastante más pobres que en 2017. Razonable parece, entonces, admitir que la única forma de concluir que tan sólo un millón trescientos mil chilenos sean pobres es a partir de los cambios en el modo de medir la pobreza.
El mejor ejemplo es la propia Casen que el año 2017 calculaba que en Chile había un 8,4% de pobres. Sin embargo, si a esa cifra se le descontaban los subsidios otorgados por el Estado, midiendo la pobreza por ingresos autónomos, esta aumentaba automáticamente a más del 15% de pobres. Si además se le descontaba el alquiler imputado (consiste en suponer que si una persona vive en una vivienda propia o arrendada, percibe un ingreso automático equivalente a una renta de arrendamiento del mismo inmueble), resulta que en 2017 llegábamos a más del 29% de pobres. Peor aún, si en vez de considerar para la medición la canasta alimentaria básica del INE y se consideraba la canasta alimentaria de calidad del Ministerio de Salud, resulta que la cantidad de pobres habría llegado en ese entonces al 41,6% de pobres en 2017 (más de 7 millones de personas).
Respecto de la última Casen de 2022, en ella no se descuentan los subsidios, tampoco el alquiler imputado y sólo se utiliza la canasta del INE. Y aun así hay economistas como Jorge Quiroz que plantean que hay casi 900.000 pobres más que los que calcula el Ministerio de Desarrollo Social.
Esa es la realidad del milagro de la pobretología en este a veces trágico y triste país nuestro. Y eso es lo que la clase política se empeña en maquillar, disimular, encubrir o, simplemente, soslayar haciéndonos mirar para otro lado.
Rodrigo Díaz Yubero