No es desconocido para nadie que nuestro país pasa por una prolongada sequía, a lo que se suma la escasez hídrica y el hecho de que los usos del recurso hídrico sólo van al alza.
Existe un diagnóstico transversal, relevado en la Evaluación de Desempeño Ambiental de la OCDE de 2016 y en el reporte de Banco Mundial "El Agua en Chile: elemento de desarrollo y resiliencia" sobre la necesidad de mejorar la gestión de los recursos hídricos con enfoque de cuenca, que permita a los actores territoriales participar en dicha gestión a lo largo del país.
A diferencia del gobierno anterior y como respuesta a esta transversal problemática, nuestro Presidente Gabriel Boric se hace cargo de la situación e incorporó en su agenda de gobierno, la creación de los Consejos de Cuenca, en cada región de país, donde por medio de un trabajo intersectorial, participativo y con perspectiva territorial, podamos concretar una gobernanza, que identificará las principales brechas de cada cuenca y definirá los lineamientos para hacer una gestión eficiente del recurso hídrico, con las nueva herramientas que nos entrega también la última modificación del Código de Aguas, para resguardar el consumo humano y saneamiento, la preservación ecosistémica y por supuesto, las actividades productivas que allí se desarrollan.
Como gobierno, en cada región, estamos partiendo por una cuenca piloto, que en este caso es la cuenca del río Huasco, que nos va a servir de experiencia y aprendizaje para el resto de las cuenca de la región y para poder desarrollar un proyecto de ley que potencie y de el marco a este necesario trabajo.
Es muy importante que se puedan sumar organizaciones y representantes de los diferentes sectores de la cuenca, que representen los diferentes usos e intereses que se dan, situación que se dio en la primera reunión que tuvimos hace unos días atrás, donde contamos con una alta participación (¡nos sorprendió!) y con un muy buen ánimo de hacer las cosas bien para nuestra cuenca del Huasco, pensando en su futuro.
Vale la pena aclarar que por medio de los Consejos de Cuenca, nadie va a interferir en la distribución del recurso hídrico, tarea que recae en las comunidades de agua y que por el contrario, es una buena instancia para las mismas comunidades de agua, ya que podremos tomar decisiones respecto a las brechas que identifiquemos, como de información, infraestructura, tecnologías, entre otras, y en base a ello, definir la prioridad que daremos a cada una de ellas, con el fin de armonizar los diferentes usos que se le da al recurso hídrico en la cuenca y hacernos cargo de este problema, donde si no hacemos nada, sólo puede empeorar.