Características de los territorios son clave para la prevención y respuesta ante desastres
ALTO DEL CARMEN. En la región hay comunas con geografía más vulnerables ante situaciones de emergencia, las que son monitoreadas constantemente, a través de los COGRID, que elaboran los planes de acción y respuesta, así como medidas de mitigación y preparación de las comunas y sus habitantes.
Estar preparados y saber cómo actuar ante un evento o desastre natural es un tema que debe planificarse a nivel familiar, pero también a nivel comunal, provincial y regional, creando planes de respuesta, de prevención, pero no solo cuando ocurre la emergencia de manera reactiva, como ha solido suceder en Chile, sino que se manera anticipada, tomando en cuenta todas las variables que existen y pueden influir en la gestión de riesgo y posible destrucción los territorios y las comunidades.
En ese contexto, el Plan de Desarrollo Comunal (PLADECO) de la comuna de Alto del Carmen reveló las vulnerabilidades que tiene el territorio ante situaciones de emergencia o eventos naturales, tanto por su formación geográfica, como su dispersión población.
De acuerdo al Censo de 2017, la comuna posee 5.299 habitantes, el 49% en las 10 con más de 100 habitantes, mientras que el 51% de ellos distribuidos en 12 localidades con menos de 100 habitantes y en 70 caseríos que se ubican en los dos valles que conforman Alto del Carmen.
Valles con quebradas y cuencas que transforman el territorio en una zona de vulnerabilidad ante casos de eventos naturales, como sismos de alta intensidad o remociones en masa. Por lo que, en el documento se destacan las zonas críticas y un mapa con los puntos de riesgo.
Todo ello ha motivado un despliegue de diversas autoridades con el fin de recuperar la infraestructura perdida y evaluar las proyecciones de posibles eventos en el territorio. Es por ello, que el plan se basa en los sectores identificados por un informe emitido el 2015 por Sernageomin, que menciona los puntos, localidades, hidrografía y zonas afectadas por remociones de masa e inundaciones.
Un insumo que ha permitido detectar factores de vulnerabilidad y condiciones intrínsecas de la geografía que podrían favorecer la ocurrencia de dichos fenómenos, como el caso de las principales quebradas de los ríos El Tránsito y El Carmen, las quebradas secundarias que drenan desde la Sierra de Tatul hasta los cauces principales, áreas urbanas situadas en laderas de los valles, entre otras.
En ese sentido, el director del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres de Atacama SENAPRED, Roberto Muñoz, explicó que permanentemente se están realizando monitoreos a través de las unidades de alerta temprana en las nueve comunas de la región y de todo el país, con el fin que el sistema opere en su fase de respuesta, pero también se puedan rehabilitar y recuperar de manera más rápida las comunidades afectadas por las emergencias y desastres.
De igual manera, el delegado provincial de Huasco, Rodrigo Loyola, manifestó que la labor de la delegación era coordinar a distintos sectores, por lo que mantenían periódicamente un Comité de Emergencias que involucraba a SENAPRED, Bomberos, Carabineros, CONAF y los Municipios, sin perjuicio de los distintos Comité de Gestión del Riesgo de Desastres (COGRID) que son comunales y los preside cada alcalde, los que trabajan principalmente en las fases de mitigación y preparación.
"Asimismo mantenemos un flujo constante de información con el sector privado quienes apoyan fuertemente durante las contingencias. Los planes de emergencia, en todo caso, deben actualizarse y cada nueva contingencia arroja nuevas lecciones. La principal lección es que el cambio climático ya está aquí y debemos acelerar el paso en infraestructura de contención, sea por incendios forestales o aluviones producto de lluvia en altura, fenómenos que dejarán de ser excepcionales. Esa es una tarea que debemos abordar en conjunto desde lo público y lo privado", acotó.
De esa manera, se está trabajando de forma constante con los estamentos, pero también con las comunidades, haciendo gestión del riesgo y preparando a las personas en caso que deban reaccionar ante una eventualidad.
Ahora bien, el director de SENAPRED indicó que debido a las características propias de la geografía de Alto del Carmen, se habían realizado mapas de amenazas, "pero lo importante es que cuando se desarrollan este tipo de eventos es cómo opera rápidamente el sistema para poder generar un escenario y sobre él tomar las mejores decisiones con la mayor cantidad de información y eso puede definir procesos de evacuación, de traslado a zonas de seguridad y distintos tipos de acciones", acotó Muñoz.
En el caso de las lluvias, los equipos meteorológicos monitorean y detectan la cantidad de agua caída para así determinar si existe o no acumulación en la cuenca y las condiciones para una remoción de tierra.
Aunque también está el riesgo en caso de sismos. "Hoy día una de las vulnerabilidades existentes en los sismos de mayor intensidad, es principalmente al tramo del embalse Santa Juana, que se genera un escenario asociado a la pérdida de conectividad en esa ruta. Siempre, como está emplazado Alto del Carmen, hay una vulnerabilidad, pero esto está condicionado a las características propias del sismo, dónde fue el epicentro, hipocentro, la intensidad, son múltiples los escenarios que pudiéramos dimensionar en la línea de los sismos propiamente tal".
Por su parte, el delegado provincial de Huasco sostuvo que eran los municipios los entes territoriales, por ley, los que tenían el conocimiento de sus territorios y las herramientas para llegar al grueso de la población. "Sin perjuicio de ello, como Ministerio del Interior vía SENAPREDestamos continuamente capacitando a diversos grupos, juntas de vecinos y municipios para tener claro los pasos básicos frente a las emergencias. Creo que es importante también insistir en el autocuidado de las familias, que tengan siempre sus mochilas de emergencia y kits de sobrevivencia para enfrentar esos lapsos donde tras la contingencia los equipos de emergencia empiezan a operar", resaltó el Loyola.