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Enseñar la independencia del aprendizaje en casa y aula
En un mundo cambiante y dinámico, es crucial preparar a los niños para el aprendizaje autónomo. La independencia en adquirir conocimientos les proporciona herramientas para el éxito académico y promueve su desarrollo personal.
Desde temprana edad, es importante que padres y educadores promuevan la independencia en el aprendizaje. Esto implica permitir a los niños asumir responsabilidades y tomar decisiones dentro de un entorno seguro.
En casa, los padres pueden asignar tareas adecuadas a la edad de sus hijos, fomentando su sentido de responsabilidad y utilidad. En la escuela, los maestros deben brindar oportunidades para que los estudiantes resuelvan problemas por sí mismos, animándolos a encontrar soluciones creativas y confiar en sus habilidades. Es fundamental recordar que fomentar la independencia no significa abandonar a los niños. Debemos proporcionarles apoyo y orientación, estableciendo límites claros y permitiéndoles aprender de sus errores.
Al promover la independencia en el aprendizaje, preparamos a los niños para enfrentar los desafíos futuros. Les enseñamos a ser proactivos, confiar en sus habilidades y desarrollar la autorregulación y resiliencia.
Fomentar la independencia en el aprendizaje es esencial en la crianza y educación. Les damos el poder de ser protagonistas de su propio aprendizaje, lo que impacta positivamente en su rendimiento académico y desarrollo personal. Como padres y educadores, tenemos la responsabilidad de cultivar esta habilidad, preparándolos para ser individuos autónomos y exitosos en todas las áreas de la vida.
Claudia Figueroa León, académica Escuela de Fonoaudiología UNAB
¿Casos Caval y Fundaciones, son comparables?
Estimado director:
A propósito de una entrevista dada por Sebastián Dávalos...
¿Son comparables los casos "Caval" y "Fundaciones" o son diferentes?
De seguro cada persona podrá responder la duda propuesta, pero la gran diferencia es en el fondo, que surge de inmediato es que en el Caso Caval, no habían involucrados dineros de todos los chilenos (crédito bancario en banco privado), las críticas fueron por el uso de funestas lacras, como el amiguismo, nepotismo, pitutismo, información privilegiada, etcétera, mientras que en el Caso Fundaciones, 100% de todo el dinero que formaba parte de las millonarias transferencias era fiscal, o sea de todos los chilenos...
Casos Caval y Fundaciones, tienen similitud en la forma y es que en ambos casos burlan todas las trabas, que todo chileno de a pie, muy bien ejemplarizado por la señora Juanita, debe tratar de superar, por ejemplo, al solicitar un millonario crédito financiero (Caso Caval) que la atienda el propio dueño del banco o ver cómo otros "políticos avivados de turno" (Fundaciones), obtienen grandes beneficios económicos, pegándole sendos "manotazos" al gran bolsillo fiscal, que es de todos los chilenos...
Desde el punto de vista de la justicia, los involucrados en el Caso Caval fueron absueltos de todas las aristas, y en Caso Fundaciones, más que hacer gárgaras con la frase "Caiga quien caiga" u otras, lo que todos esperamos es que la justicia haga su pega, separando la paja del trigo, y les haga sentir su peso a todos los supuestos "democráticos avivados y afines de turno", que quisieron burlarse de todos los chilenos, en especial de los más vulnerables...
"No era nada ilegal, pero se veía feo" Sebastián Dávalos
Luis Soler
Impuestos más allá de la reactivación: desarrollo
El actual debate sobre si es o no necesario subir la carga tributaria para alcanzar el desarrollo económico y social, se requiere una reflexión acerca de cuáles han sido los modelos exitosos para lograr crecimiento económico con desarrollo humano y paz social.
Toda la evidencia que muestran los países que han logrado encontrar la ecuación que equilibra ambos factores, revela la existencia de un Estado comprometido con tres principios: un Estado que fiscaliza a los privados, cautela la eficiencia del gasto público y gestiona un sistema de bienestar social para los sectores vulnerables.
Chile ha avanzado progresivamente en todos estos ámbitos: un crecimiento sostenido por sobre el promedio de América Latina; instituciones reputadas a nivel mundial, una reducción significativa de la pobreza y una creciente infraestructura para el desarrollo. Sin embargo y lamentablemente, en los últimos años hemos retrocedido en todas estas variables y el país enfrenta hoy el desafío urgente de retomar la senda del crecimiento, junto a la recuperación de la inversión con la urgencia que tienen las necesidades de nuestra población.
¿Cuál es la fórmula para ello? Si tomamos como referencia a un sector de la economía real -el sector inmobiliario, por ejemplo- veremos que este tiene una gran capacidad para generar empleo, incentivar el progreso económico y la modernización de las ciudades. Ha sido históricamente un pilar fundamental en el desarrollo de muchas sociedades y, por supuesto, de nuestro país. Sin embargo, en los últimos tiempos hemos sido testigos de una preocupante tendencia: la demora y paralización de proyectos debido a los largos e impredecibles plazos en el otorgamiento de permisos asociados principalmente a su construcción.
Si a ello, se suman iniciativas como subir aún más las contribuciones de bienes raíces o impedir la recuperación del IVA de los futuros arriendos de desarrollos inmobiliarios, entre otros aspectos esbozados en el proyecto de reforma tributaria, en vez de apoyar la recuperación del sector, se encarece y desalienta a uno de los motores económicos más importantes para la construcción de viviendas, oficinas, centros comerciales y diversos proyectos de infraestructura que generan una amplia gama de servicios y empleos directos e indirectos. Si a lo anterior, se le suben además los impuestos, el incentivo a la inversión es aún más difícil. Este ejemplo puede extenderse y servir para explicar la inquietud que enfrentan la mayor parte de los sectores de la producción y los servicios.
La promoción activa por parte del Estado de un efectivo modelo de colaboración público-privada, en que, por una parte, los empresarios asumen el riesgo natural de todo inversionista y la gestión eficiente de sus proyectos y, por otra, el Estado es oportuno en el otorgamiento de los permisos, la fiscalización y sobre todo la promoción de certeza normativa tanto para las empresas como para las comunidades y el medio ambiente, permitiría generar empleo, aumentar la recaudación y llevar desarrollo económico y social sostenible a todos los sectores del país.
Katia Trusich, presidenta de la Cámara de Centros Comerciales y directora de empresas