Advierten que desaladora podría mantener el consumo humano pero a un mayor costo
COPIAPÓ. El Centro de Derecho y Gestión de Aguas de la Universidad Católica proyecta que en cinco años agua de la cuenca se acabaría y trabaja en estrategias.
El Centro de Derecho y Gestión de Aguas de la Universidad Católica desarrollará talleres para las comunidades de aguas subterráneas de Copiapó, con el fin de diseñar una estrategia de distribución proporcional de las aguas existentes. La iniciativa se impartirá a 135 titulares de derecho de agua, cuyo trabajo impactará directamente a los más de 188 mil habitantes de Copiapó. Se espera que, de no tomar medidas, el agua se agote en la cuenca en 5 años.
En Copiapó, la principal fuente de agua es el agua subterránea, la que representa la gran mayoría de las extracciones para agua potable y también para producción agrícola, minera y para los servicios ecosistémicos. Sin embargo, la extensa sequía que ha afectado al país y las escasas precipitaciones en la zona Norte han provocado que la cuenca del Río Copiapó disminuya su capacidad de forma considerable.
Por este motivo, la Dirección General de Aguas declaró hace varios años que el acuífero esté en prohibición, lo que implica que no se pueden pedir nuevos derechos de aprovechamiento. En este sentido, los actuales titulares de derecho de agua tienen en sus manos la responsabilidad de hacer un uso eficiente de las aguas para que su extracción sea sustentable y perdure en el tiempo. Guillermo Donoso, director del Departamento de Economía Agraria de la UC y jefe del programa de apoyo para la gestión colectiva y sostenible de las aguas subterráneas en la cuenca de Copiapó es enfático al afirmar que "el acuífero está bajando sus niveles, lo cual va a ser agravado con el cambio climático y vamos a llegar a un agotamiento del recurso. De darse esa situación, Copiapó, el valle completo, se queda sin agua. Es decir, la población no va a tener agua potable".
Junto al Gobierno de Atacama y la Comisión Nacional de Riego, el Centro de Derecho y Gestión de Aguas de la UC realizará talleres para las comunidades de aguas subterráneas de 4 de las 6 zonas hidrogeológicas que componen la cuenca de Copiapó. Este proyecto tendrá como fin "lograr que los usuarios lleguen a un consenso de cómo reducir, y en cuánto, sus extracciones. Si todos los usuarios que tienen pozos reducen su extracción, la caída en el agua se empieza a frenar", de acuerdo a Donoso.
Si bien los talleres se impartirán a 135 titulares de derechos de agua, el trabajo de estos talleres impactará directamente a toda la población de Copiapó, estimada en más de 188 mil habitantes.
Respecto al agotamiento del agua, el jefe del programa explica que los plazos son alarmantes: "Hay 6 sectores en el acuífero y la duración antes del agotamiento depende del sector. El sector 4, que es el que está justo saliendo de Copiapó en la cordillera, tiene una proyección de no más allá de cinco años. Los sectores, 1, 2 y 3 tienen proyecciones de mediano plazo, que son a 15 años, y los sectores 5 y 6 es similar. Pero la mayoría de las extracciones de agua potable son en el sector 4, la mayoría de la actividad minera está en ese sector; igual hay extracciones en el sector 3, pero la mayoría está en el 4".
Desaladora
Respecto al papel de las desaladoras, explicó que "en ese contexto, el rol que juegan las desaladoras son principalmente como fuente para el consumo humano, la desaladora que se construyó hoy está suministrando agua potable principalmente a Copiapó, pero su dimensión no es suficiente para suplir la fuente de agua natural que es del acuífero de las aguas subterráneas y lo poco que hay en agua superficial por ende se podría mantener un consumo humano con la desaladora probablemente a tarifas más altas porque sería la única fuente, pero no sería suficiente para mantener toda la actividad agrícola para la pequeña agricultura y también la mediana y grande", dijo Donoso.
Además señaló que "las mineras algunas ya tienen sus propias desaladoras y además tienen sistemas de recirculación pero igual dependen fuertemente que las aguas subterráneas, por lo tanto el impacto sería una reducción importante en la actividad económica si no se logra frenar este descenso, mayores niveles de desempleo y problemas significativos en Copiapó por mayores conflictos de agua".
Explicó que "si las aguas subterráneas siguen bajando, la operadora de aguas para Copiapó, tendría que profundizar sus pozos y probablemente en algunas zonas buscar otras fuentes, son inversiones adicionales que se traducen en alzas de tarifas, también hay un crecimiento pronosticado en la desaladora para suplir una mayor cantidad de agua y las tarifas tendrían que cubrir los costos de operación".