Una caída grave, veredas levantadas y gritos de choferes: La "ciudad de la furia" muestra su máxima expresión con un adulto mayor con dispacidad
RELATO. Recorrimos con Alexis Perrin calles del sector centro hasta la Alameda copiapina para ver en terreno cómo funciona la comuna con una persona en silla de ruedas. En uno de estos sectores se había caído hace semanas.
Casi llegando a la esquina de la Alameda con Juan Martínez en Copiapó, a Alexis Perrin le cambió su vida de un momento a otro. El copiapino, adulto mayor y además con una clara discapacidad motriz, relata el accidente ocurrido en ese lugar al trasladarse en su silla de ruedas y que por razones de los visibles daños en el pavimento terminó con su caída. Un pantalón roto y con sangre es la comprobación fiel de que para una persona en silla de ruedas puede ser muy peligroso andar por las calles de Copiapó.
Alexis Perrin comienza su relato valorando a la comuna donde ha vivido y trabajado pero que también le ha hecho pasar un gran problema. Al deterioro de sus piernas, una de ellas amputada por una trombosis flebitis venosa y que lo obliga a trasladarse en su silla de ruedas, se le suma la incertidumbre por su salud, la que se ha deteriorado desde el accidente.
"Somos 31 mil los discapacitados en Atacama que esperamos una solución de las autoridades. Yo estoy realmente comprometido con mi salud. Con el accidente puedo tener comprometido una parte de mi pierna amputada y por esto, pretendo tomar acciones legales en Fiscalía", señala Alexis Perrin.
Acompañamos a Alexis caminando al lado de su silla de ruedas, donde pudimos ser testigos de la dificultad para hacer uso peatonal de las veredas con estructuras en mal estado que pueden provocar incluso una caída, ramplas quebradizas o en mal estado, un vendedor ambulante que ocupa la mitad de la vereda y conductores de vehículos motorizados y hasta un ciclista que muestran la falta de inclusión de don Alexis a una vida cotidiana.
Nos encontramos en pleno centro de Copiapó para ver en terreno lo que para él diariamente es una travesía en el casco urbano.
Partimos en la Plaza de Armas evaluando el estado de las veredas y calles, muchas de ellas con trozos de cemento cortado o deteriorado, para luego bajar por calle Los Carrera, donde ya es un desafío el cruce de una calle a otra por la importante congestión vehicular, así como el comercio ambulante e informal que acorta el espacio de la vereda no sólo para los peatones que podemos transitar caminando, sino para personas en discapacidad motriz como don Alexis. A eso se le suma basura, bicicletas que transitan por donde les permita un espacio, así como perros callejeros, muchos de ellos agresivos.
Alexis, ante esta situación, debe transitar por donde pasan los vehículos arriesgando su propia vida con tal de avanzar. Entre los puntos más críticos de su recorrido, está la intersección de Los Carrera con Aconcagua donde el cruce de vehículos en ambas direcciones, dificulta y pone en riesgo la integridad de don Alexis y hasta de los mismos peatones que circulan por ese sector, afluencia de público importante considerando instituciones como el registro civil y MOP que se ubican además en ese sector.
Insultos, gritos despectivos y palabras violentas además se llevaba don Alexis por algún conductor imprudente o simplemente falto de empatía considerando que la calzada, era el único lugar donde podía transitar este copiapino que dedicó décadas de su vida a la minería como ingeniero en minas de la UDA.
En la Alameda bajando por Juan Martínez, don Alexis expresa frustración por además recordar que cerca de ahí tuvo un accidente que lo tiene hoy en la incertidumbre de su salud. Con esmero intenta subir una rampla para integrarse de forma segura a la vereda y de paso a la sociedad, para avanzar como le corresponde. "No puedo", señala en sus dos primeros intentos y donde acudimos a darle ayuda para efectuar una práctica que sería más simple si es que no estuviera otra rampla rota, además de grietas y trozos de tierra en importantes aforos del pavimento.
En ocasiones, don Alexis relata que al pasar a El Palomar por Copayapu, debe lidiar la falta de accesos adecuados ya sea por aceras en mal estado o porque no hay muchas conexiones. Asimismo, ha tenido inconvenientes en acceder a recintos como supermercados donde aunque llegue, no logra pasar el diámetro de entrada por las condiciones de su silla de ruedas.
"Lo que más me preocupa es que debido al golpe que me di por el pavimento en mal estado, el médico me dice que puedo tener seriamente comprometida otra parte de la pierna amputada por lo tanto, yo voy a estampar la denuncia en fiscalía para que los señores de la municipalidad se hagan cargo de mi recuperación y me lleven a Santiago a una buena clínica donde hayan cirujanos vasculares para que me puedan ver mi otra pierna que también fue golpeada. Y todo esto por venir al velorio de un amigo y donde se supone que estaba arreglado hace tiempo el estado de estas calles", relata don Alexis Perrin.
Una enfermedad silenciosa y alerta
Desde la teoría clínica, la trombosis venosa profunda es un coágulo sanguíneo que se forma en una vena profunda del cuerpo, como piernas o los muslos. En el caso de don Alexis, el aduce la incesante búsqueda de solución clínica y donde en su relato expresa el tiempo que esperó, que pidió ayuda hasta que quedó con la amputación de su pierna. De hecho, en este tipo de diagnósticos, existen casos como los de don Alexis donde por el avance de la enfermedad puede llegar a la amputación y por tanto discapacidad motriz.
"En el 2016 tenía mis dos piernas. Trabaja en radio, en televisión y sin ningún problema. Incluso ese año arrendaba una casa porque el dinero me alcanzaba, pero el 2017, estaba trabajando y caí al piso. No me podía sostener y mi jefe se alertó, llamó a la ambulancia e inmediatamente me atendieron en ur-