Correo
Proceso constitucional
Sin lugar a dudas, Gonzalo Ibáñez Santa María, doctor en Derecho, ha planteado asuntos interesantes y delicados al tratar el Estado social y democrático de derecho, presente en la propuesta de nueva Constitución de la Comisión Experta, y la importancia de no dejar de lado el principio de subsidiaridad.
Mucho se ha manifestado con relación a la necesidad de evitar las ideologías para llegar a un consenso en la nueva Carta Magna. Es precisamente lo contrario lo que esperamos gran parte del 62% que rechazamos el proyecto de la fallida Convención. La ideología está conformada por un conjunto de principios que fundamentalmente reflejan una concepción del mundo y la sociedad. La ideología sobre la que actúa el Partido Comunista y la izquierda en general, es totalmente diferente a la de los partidos de la actual oposición en Chile. La concepción del Estado, la familia, la economía, la educación, etc., es absolutamente contrapuesta. Es por esta razón que es imperativo insistir en la responsabilidad que tienen los constituyentes elegidos por la gran mayoría del voto ciudadano de defender los principios basados en la democracia y la libertad.
Fabio Vio Ugarte
Resultados SIMCE
Atacama tiene los peores resultados educacionales del país en la prueba SIMCE. El resultado más bajo es en lectura (2º medio), y matemáticas (4º básico y 2º medio). Según el Ministro de Educación, es producto de la educación a distancia durante la pandemia. Por cierto, se equivoca. Hay al menos 3 factores que influyen en el resultado, respecto de los cuales la izquierda es la principal responsable.
El primero es la asistencia a clases. Atacama se ha destacado por tener un porcentaje de inasistencia grave. El año 2022 fue la región con más inasistencia en Chile (57% del alumnado), y también lo fue en 2019 (con 28%) junto a Los Lagos. Todos los años la izquierda apoya paros de profesores, las tomas de colegios y las movilizaciones estudiantiles que obstaculizan el avance del proceso educativo. A fines del 2019 e inicios del 2020, grupos de estudiantes se movilizaron contra el sistema, dañaron la infraestructura de sus liceos y de otros, y pedían a los demás estudiantes -atemorizados- salir de clases y sumarse a la "manifestación". El mismo año el Colegio de Profesores solicitó el inmediato cierre de los colegios por la pandemia. El 2021 la oposición (hoy Gobierno) acusó constitucionalmente al ex Ministro de Educación del Presidente Piñera, por impulsar el retorno a clases. Todo en sintonía.
El segundo es la ideología del igualitarismo. Ella desconoce el valor del esfuerzo personal y del mérito. Que nadie repita de curso en forma automática por las notas -acuerdo del Consejo Nacional de Educación al término del Gobierno de Bachelet 2- le restó toda importancia al desempeño académico. Las leyes para terminar con el mérito, la selección y el aporte de los padres a la educación, y para centralizar la educación en los nuevos servicios locales (SLEP) son una nula contribución a la calidad de la educación.
El tercero es la politización de la comunidad educativa. La relación horizontal entre alumnos, padres y profesores, las consignas en favor del comunismo en los muros, y la violencia de los estudiantes en la sala de clases, diluyeron las normas de conducta y destruyeron el respeto recíproco en el aula, cayendo así la autoridad del profesor. Hoy -y desde hace años, recordando los manuales distribuidos el 2014- la agenda de la izquierda es la educación sexual de niños, y eliminar la distinción entre hombres y mujeres.
La mejor iniciativa pública del último tiempo ha sido "Liceos Bicentenario" (la misma que este Gobierno quiso destruir). Por desgracia, estando inserto en el sistema SAE, literalmente necesita "suerte" para ingresar. Al final, hoy -aunque la hipocrecía lo contradiga- la educación privada es la prioridad de quienes pueden pagarla, y en especial para los de izquierda.
Patricio Urquieta
Compromiso y participación
Este domingo celebramos el Día del Padre. Un día que, a diferencia del referente a la madre, parece tener un sabor más amargo en muchas familias chilenas. Y es que si bien hay un número creciente de hombres que desempeñan un papel activo en la crianza de los hijos producto del establecimiento de un nuevo modelo de paternidad, que busca una mayor cercanía e involucramiento, existe también un número importante de ellos que, por diversos motivos, se retiran o se ven alejados de la participación paterna.
A pesar de que a nivel discursivo existe un intento por darle mayor espacio a la paternidad, como consecuencia, entre otras cosas, de la transformación en los modos de comprender las relaciones entre hombres y mujeres al interior de la familia y fuera de ella, buscando una mayor equidad; en la práctica, para un porcentaje importante de la población, el padre continúa siendo una figura ajena o, en el mejor de los casos, secundaria en comparación con la madre, sobre la que recaen la mayor parte de las responsabilidades familiares.
Así, urge elaborar políticas sociales de diversa índole, destinadas específicamente a incentivar el compromiso, responsabilidad y participación de los padres en las distintas etapas y circunstancias de la vida familiar.
Catalina Siles Académica Instituto de Estudios para la Familia, Universidad San Sebastián
Normalización monetaria
A propósito del positivo dato de inflación de mayo (0,1% mensual y 8,7% en 12 meses), hay quienes han señalado que sería conveniente adelantar el proceso de normalización de la política monetaria. Si bien es cierto que la inflación estuvo por debajo de las expectativas de mercado (se esperaba un 0,4% de acuerdo a la Encuesta de Expectativas Económicas, EEE) y que el índice general en 12 meses ha venido disminuyendo de manera significativa -luego del peak de 14,1% alcanzado en agosto de 2022-, las medidas subyacentes de inflación (sin volátiles y sin alimentos y energía, SAE), es decir, aquellas que reflejan más fielmente las presiones inflacionarias presentes en la economía, han exhibido una caída mucho más lenta y algo errática. De hecho, la inflación sin volátiles hoy está en 9,9% y en marzo pasado se aceleró desde 9,1% a 9,4% en 12 meses.
En este contexto, el Banco Central necesita seguir acumulando noticias positivas antes de comenzar su proceso de normalización monetaria. Este, estimo, podría comenzar en julio próximo (así se desprende también de la última EEE). Hacerlo antes pondría en peligro los logros obtenidos con tanto esfuerzo hasta hoy.
Rodrigo Montero Decano Facultad de Administración y Negocios, Universidad Autónoma