Redacción

Más de una decena de emprendedores locales de Diego de Almagro están pasando por una profunda crisis. Esto, debido a millonarias deudas que llevan arrastrando hace más de un año. ¿El origen de la deuda? Una serie de empresas contratistas del rubro minero y de energías renovables (principalmente fotovoltaicas) que llegan, recurren a los servicios de alimentación, alojamiento y transporte de las pymes locales, y luego se van sin pagar.

En consecuencia, y para tener un resguardo que ponga freno a estas formas de operar de las empresas que se instalan por temporada de faena, buscan ser incluidos en las boletas de garantía estipulados en los contratos de las empresas mandantes.

Testimonios

A la corredora de propiedades Danisa Ojeda, le quedaron debiendo un monto aproximado de 22 millones de pesos, "comen y duermen como reyes, y después se van y no pagan", enfatizó.

Aunque la cantidad de dinero adeudado suena grande, ella comentó que hay compañeros que están en una situación aún más crítica, con emprendedores que les han quedado debiendo hasta 120 millones de pesos. "Nosotros igual hemos trabajando en conjunto con nuestros compañeros, porque no tienes que luchar por ti mismo, tienes que luchar para tus pares, porque somos pymes", declaró Ojeda.

Pero la situación se pone cuesta arriba con las empresas contratistas y subcontratistas, porque "en Diego de Almagro no tenemos donde localizarlos, en la oficina llamamos y no contestan, nosotros mandamos gente con direcciones a Santiago y no nos atienden".

Por su parte la presidenta de la agrupación de Pymes de Diego de Almagro, Susana Tello, también se ha visto severamente afectada por estas malas prácticas. Tello tiene un emprendimiento de prestación de servicios de alojamiento y alimentación y le quedaron debiendo un monto aproximado de 30 millones de pesos.

Por ese mismo motivo, la dirigenta propone una alternativa de posible solución. "Pedíamos que por favor hicieran dentro de la boleta de garantía, así como incluyen el personal, que les paguen las imposiciones y los sueldos, nos pusieran a nosotros las pymes, porque nosotros somos los que damos trabajo, porque si quebramos nosotros, son como 10 familias que quedan sin trabajo igual, pedimos que nos puedan ayudar", dijo.

De hecho, consultada sobre los rubros más afectados en la comuna con esta problemática, Tello mencionó que "transporte también se ha visto afectado, son los servicios de alojamiento, alimentación y transportes".

Autoridades

El alcalde de Diego de Almagro, Mario Araya, comentó respecto de esta problemática que "nosotros desde un principio hemos trabajado aquí con los emprendedores y con la Cámara de Comercio, hemos estado muy pendientes de lo que pasa en Diego de Almagro, hemos logrado que varias empresas le estén pagando a nuestros prestadores de servicios, pero no es la idea".

Porque, en palabras del jefe comunal, "el primer mes te pagan bien, el segundo mes te paga excelente, ya el tercer y cuarto mes se olvidan de pagar y se van. Y lo peor, que muchas empresas subcontratistas se van de las casas donde están dando los servicios de alojamiento y de comida, se llevan hasta las teles, al final no les pagan, les hacen tira las casas y nosotros necesitamos un respaldo de nuestros legisladores, en cosa de exigirle a las empresas, al mandante, que a las empresas contratistas también tengamos una boleta de garantía, cosa de si hay un problema, tener de donde agarrarlos".

En el municipio hicieron un catastro, al respecto, Araya comentó que "lo que hemos hecho un catastro a noviembre del año pasado, tienen 570 millones de pesos de deuda". En consecuencia, "lo que estamos haciendo nosotros como municipio, por nuestra parte jurídica, estamos demandando al mandante, y ahí estamos sacando la plata". A la fecha, la casa consistorial ha realizado "cinco grandes demandas".

En tanto, el consejero regional Gabriel Manquez, señaló que "valido todo lo que ha reclamado la gente, porque hay deudas millonarias, solo a uno le deben 120 millones, a otro le deben 80, 60 y todo, y nadie se hace cargo. Lo peor es que hay empresas del estado que han contratado a algunas empresas y estas no se han hecho cargo de los servicios, aún cuando los usaron, como alojamiento, comida y todo eso, y no han tenido ningún control sobre ellos".

Como alternativa, Manquez propone "lo mejor es que podamos legislar, especialmente nuestros diputados y nuestros senadores, en torno a una ley que tiene que ver con eso, de poder resolver el problema que tienen las iniciativas pyme que se dan en la región, que tienen que ver con servicios de alojamiento, alimentación y otros".

Todos los días, una vez terminado el desayuno, don Erasmo Baltazar Agüero (80) toma su cuchillo especial de pelar caña, camina hasta el borde del Río Huasco que deslinda con su predio y comienza a seccionar los cañaverales más tiernos para confeccionar canastos y cestas, labor que realiza desde hace 50 años en Imperial Bajo, comuna de Vallenar. La misma rutina sigue para regar los duraznos, parras, higos, membrillos y nogales de sus dos hectáreas.

Sin embargo, el oficio de artesano le roba la atención la mayor parte del día a este agricultor familiar considerado el último exponente de la cestería en caña de la comuna. "Veía a mi papá y a mi abuelo tejer canastos -cuenta- y del colegio nos veníamos al predio para ayudarlos. Creo que desde aquellos años siempre soñé que iba a terminar dedicándome a esto. Me gusta lo que hago y por eso digo que ser artesano es pura voluntad y tiempo. Si uno no cuenta con estas dos cosas es difícil dedicarse a esto".

"Me fui de chico a trabajar a Antofagasta en camiones, luego a Iquique y finalmente a Arica, donde estuve varios años llevando mercaderías. Ahí un señor de Bolivia que trabajaba en transportes y que me veía tejer a diario las cañas en las horas de descanso me preguntó si podía llevar más canastos desde Vallenar hacia Arica, y así comencé a dedicarle cada vez más horas a esta tarea", cuenta don Erasmo sin dejar de tejer y mirar su próxima creación.

Como cada día quiere más sus tejidos, sus dos hijas, Raquel y Mónica, se turnan para sacarle mayor provecho a las jornadas. "En el campo es donde me siento mejor, más tranquilo y con más ganas de seguir tejiendo junto a las hijas y la nieta", dice. También sigue con los encargos para Arica e Iquique con los que comenzó, además de los que recibe a diario para cestas y canastos de ropa, fruta, matrimonios y flores.

Tal como en un principio, don Erasmo tiene establecidos tiempos rigurosos de producción por cada pieza: "un canasto pequeño me toma 30 minutos, en los medianos uno tiene que disponer de medio día y las cestas más grandes, más de un día. Aunque parezca broma (ríe), en las noches ya acostado mi mente comienza a tejer o a pensar en cómo voy a realizar el próximo canasto, así que no puedo parar".

Para el equipo técnico del Programa de Desarrollo Local (Prodesal) de Vallenar, este hombre de campo sólo tiene palabras de agradecimiento: "Todo lo que tengo en mi predio ha sido gracias a Indap, a través de la gente del programa que tiene con la municipalidad, como el caso de los árboles, los planes de suelo y cómo ir mejorando día a día los frutales".

Y a sus 80 años, este artesano en caña acaba de aceptar su próximo desafío: vender sus canastos en el Mercado Campesino de Indap en Vallenar, que se realiza dos veces al mes en la plaza principal, tarea para la cual su mente ya está trabajando.