El neerlandés Max Verstappen (Red Bull) amplió su liderato al frente del Mundial de Fórmula Uno al ganar un revuelto Gran Premio de Australia, que se disputó -con tres banderas rojas- en el circuito semiurbano de Albert Park de Melbourne.
Verstappen, de 25 años, logró su trigésima séptima victoria en la F1 -la segunda de la temporada- al ganar por delante del inglés Lewis Hamilton (Mercedes) y del español Fernando Alonso, que acabó tercero.
Dos interrupciones seguidas a falta de tres vueltas para completar las 58 previstas marcaron la carrera. Primero, por el accidente del danés Kevin Magnussen (Haas); y después por los percances se produjeron tras la segunda re-salida, en la que Carlos Sainz tocó a Alonso -que había perdido la tercera plaza en favor de su compatriota y retornó a pista undécimo- antes de que la dirección de carrera decretase que se reiniciara, por tercera vez, a una sola vuelta, por detrás del vehículo de seguridad.
Sainz fue sancionado con cinco segundos, por lo que no sólo perdió la cuarta plaza, sino que acabó fuera de los puntos (fue duodécimo) en una carrera en la que el mexicano Sergio Pérez (Red Bull) protagonizó la gran remontada, alfinalizar quinto después de haber salido desde el "pit lane".
"Checo" se clasificó por detrás del canadiense Lance Stroll, que completó una gran jornada para Aston Martin, al terminar cuarto. El inglés Lando Norris (McLaren) fue sexto, una plaza por delante del alemán Nico Hülkenberg (Haas).
Demasiado larga
Verstappen dijo estar "contento por mi victoria, pero fue una carrera difícil; no necesitábamos una carrera tan larga en resolverse. Muchos pilotos se confundieron en cuanto a la necesidad de esa última bandera roja. Hoy fue un día complicado".
"Tuve una mala salida", explicó "Mad Max", que partió desde la "pole", acerca de la primera de las tres que se dieron -dos desde parrilla y otra desde el "pit lane", por detrás del auto de seguridad-.
"No fue buena esa primera salida. Pero luego lo que hice fue tener cuidado; porque tenía más que perder. El ritmo era 'ok'; y la primera de las dos banderas rojas del final se puede entender, pero la segunda no", explicó el nuevo ídolo deportivo de Países Bajos, que ahora lidera el Mundial con 69 puntos, 15 más que su compañero, el mexicano Sergio Pérez -quinto este domingo- y con 24 de ventaja sobre Alonso.
"Fue un auténtico descontrol, todo muy lioso al final, así que intenté mantenerme al margen de cualquier problema, y por fortuna, hemos vuelto a lograr una victoria; por lo que estoy muy contento", agregó Verstappen.
Sainz (Ferrari), que por la sanción concluyó duodécimo, dijo que pudo haber terminado cuarto. "Tuvimos muy mala suerte, al entrar en box justo antes de que decretasen la primera bandera roja, por lo que bajé hasta el undécimo puesto", explicó el español de Ferrari, que es quinto en el Mundial.
"En líneas generales hubiese sido una gran carrera, pero la sanción arruinó todo el esfuerzo; y estoy en total desacuerdo con ella (...) La frustración que siento ahora va a ser difícil de digerir", manifestó.
La próxima carrera, el Gran Premio de Azerbaiyán, se disputará el 30 de abril en Baku.