El deporte como estrategia de intervención social
Raúl Palma Olivares , Defensor Regional de Atacama, Laura Rojas Contreras, Coordinadora regional de Fundación Fútbol Más
El próximo 06 de abril se conmemora el Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz, que busca reconocer el papel positivo del deporte y la actividad física en las comunidades y en la vida de cualquier persona. Su popularidad puede trascender barreras ideológicas, geográficas y sociales, teniendo un componente en común entre culturas y comunidades. Además, cuando se enfoca de manera asertiva, el deporte tiene la habilidad de desarrollar fortalezas internas e interpersonales de las personas, favorecer en los vínculos e incidir en quienes permea, promoviendo con su alcance masivo, comunidades participativas y cohesionadas con uno o más objetivos en común.
Por otro lado, y a partir del año 2013, con esta efeméride la ONU busca concientizar acerca del rol que puede cumplir el deporte en la promoción de los derechos humanos y en el desarrollo económico y social. Por lo que algunos de los beneficios que tiene el deporte son promover el desarrollo personal, prevención de enfermedades, fomentar la igualdad de género, favorecer la integración social y posibilitar la construcción de la paz y prevención o resolución de conflicto.
Al momento de resumir podemos decir que el deporte tiene el poder de cambiar el mundo.
Durante la misma semana del festejo de este día, se dará inicio a las actividades convocadas por Fundación Fútbol Más en el periodo 2023 en dos barrios de la comuna de Tierra Amarilla, espacio por el cual se buscará mediante el juego y el deporte impactar de manera positiva a 100 niños, niñas y jóvenes, junto a sus comunidades, enfatizando en estrategias de salud mental, equidad de género, derechos de infancia y hábitos de vida saludable, incorporando elementos del aprendizaje del futsal.
Comenzará a rodar la pelotita en los diferentes rincones de Chile, al igual que en Atacama, en localidades como Pozo Almonte, Rancagua y Santiago, nuevamente se vestirán sus canchas, y comenzará la fiesta barrial con la participación de las familias, con dos objetivos principales: contribuir a comunidades más felices en el mundo y trasformar la realidad de la infancia gracias al fútbol.
La situación penitenciaria regional
Esta semana la editorial de un diario de circulación nacional abordó la difícil situación penitenciaria chilena, cruzada por el hacinamiento, la sobreutilización del sistema y el brusco aumento de la población penal el último año en un 18,9%, y grafica esta urgencia insoslayable, con la sobrepoblación carcelaria de los recintos de Taltal y Copiapó, sobre un 200 por ciento, unido además a los diversos estudios nacionales de DDHH sobre la materia que encienden todas las alarmas acerca de un sistema que no está cumpliendo su función.
La sobrepoblación del recinto copiapino se traduce en varias cuestiones que son sumamente complejas en ámbitos diversos, pues afecta la habitabilidad necesaria para respetar la dignidad humana intrínseca a toda persona, incide en la salud de los internos e internas, tanto psicológica como física, se presta para mayor violencia en su interior puesto que a mayor población se diluye el control, hace prácticamente imposible aplicar un enfoque diferenciado de acuerdo a los diferentes grupos de personas privadas de libertad, como las mujeres, y lo que es más evidente reduce al mínimo la capacidad de reinserción social, que está en la base de la existencia y justificación de cualquier sistema penitenciario moderno en un estado de derecho.
Muchas veces se espera del Estado, como sinónimo del gobierno en funciones, que solucione todas las falencias, pero claramente el Estado es más que aquello e incluye por cierto a todos quienes formamos parte del sistema de justicia penal, de manera tal que mientras no exista un abordaje integral y realista del fenómeno, se podrán construir cientos de cárceles más, pero los problemas persistirán irremediablemente.
Es necesario diversificar la respuesta penal, dejar de creer que la anacrónica cárcel es la solución automática al fenómeno de la delincuencia y correlativamente al de seguridad en el siglo XXI y para eso es necesario tener en cuenta al momento de la definición legislativa penal, en la adjudicación judicial de la pena, en la aplicación de la prisión preventiva y en la concesión de derechos intrapenitenciarios, la realidad fáctica de los recintos donde se encierra a las personas en Chile, es decir la dimensión material de la pena que se inflige, no solo la entelequia jurídico formal, para que estas no se conviertan en penas ilícitas y crueles como señala el profesor Zaffaroni.