Redacción
El Presidente Gabriel Boric acusó ayer, durante su visita a la Región de Tarapacá que Bolivia entorpece la expulsión de migrantes irregulares que son sorprendidos atravesando la frontera y también apuntó a Venezuela por no abrir el espacio aéreo para los mismos fines.
"He mandatado a nuestro nuevo canciller (Alberto van Klaveren) a retomar las conversaciones con nuestros países vecinos, especialmente con Bolivia, con quienes no tenemos relaciones diplomáticas desde 1978 y que hoy en día no está llevando adelante la reconducción de los ciudadanos venezolanos y colombianos que entran por la frontera", dijo el Mandatario.
"Tenemos que solucionarlo", añadió Boric desde la comuna de Colchane, epicentro de la crisis migratoria.
El Jefe de Estado puntualizó que "cuando llegamos al Gobierno había una cola muy grande de expulsiones sin ejecutar, que se ha ido alargando producto de las dificultades. Cada una de las expulsiones cuesta 2,7 millones de pesos, pero esto no es solamente un problema de recursos, es un problema de que no se abre el espacio aéreo, por ejemplo, en Venezuela".
"Es un problema en los trámites administrativos para poder realizar el procedimiento de expulsión. Son muy engorrosos y muchas veces dificultan el encontrar a la persona que es objeto de la expulsión", detalló poco después de que la ministra del Interior, Carolina Tohá, revelara que aún hay 21 mil expulsiones pendientes de ejecutar y pidió también cambiar la ley para agilizar los procesos.
Medidas fronterizas
Además, el Mandatario anunció una serie de medidas con mejoras en los complejos fronterizos de la Macrozona Norte, mayor dotación de Carabineros y pavimentación de carreteras.
En detalle, se trata de un "Plan Nacional de Complejos Fronterizos" que comenzará en los recintos ubicados en Colchane, Chacalluta y Ollagüe y continuará con una modernización de la infraestructura de los 40 establecimientos fronterizos a nivel nacional para robustecer las acciones de control y mejorar las condiciones de trabajo de la PDI, Aduanas y SAG.
Habrá un plan de mejoramiento de la infraestructura y condiciones de habitabilidad de los puestos de mando y puntos de observación en la frontera norte, para tener un sistema de control de nuestras fronteras más efectivo y eficiente. Además, se impulsarán dos proyectos de ley que buscan simplificar y acelerar los procesos de expulsión y se presentará la primera Política Nacional de Migraciones.