Zelenski reconoce que la guerra se recrudece en Bajmut y envía refuerzos
INVASIÓN. El presidente de Ucrania aseguró que han muerto cerca de mil efectivos rusos y que la intensidad del combate está aumentando en una localidad que consideran clave. En el G20 la UE reafirmó su compromiso con Kiev.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, reconoció que la guerra contra los rusos se ha recrudecido en la estratégica localidad de Bajmut, en el este del país, donde se lucha calle por calle, por lo que el Gobierno decidió enviar más efectivos.
En su habitual mensaje publicado en su página oficial, el mandatario dijo que "la situación más difícil sigue siendo la de Bajmut y que las batallas en esa urbe son muy importantes para la defensa de la ciudad" y del resto de la región.
El mandatario ucraniano agregó para documentar la crudeza de los combates que, desde el pasado jueves, han muerto en ese frente, ubicado en la zona del Donbás, más de 800 efectivos rusos, aunque no concretó el número de bajas que se han producido entre las fuerzas ucranianas.
"Rusia no tiene en cuenta a las personas en absoluto y las envía constantemente a asaltar nuestras posiciones. La intensidad de la lucha solo está aumentando", reiteró.
"¡Doy las gracias a todos los guerreros ucranianos que, a pesar de esta loca presión del ocupante, están defendiendo nuestras posiciones y destruyendo al ejército ruso! ¡Agradezco a todos y cada uno de los que apoyan a nuestros guerreros!", añadió.
Zelenski también habló de la situación en otras regiones del país como Jersón y en parte ocupada por Rusia, que se la anexionó unilateralmente el pasado mes de septiembre junto a la vecina Zaporiyia, y Donetsk y Lugansk (estas dos últimas integrantes del Donbás).
"Por supuesto, también consideramos (la situación) en otras áreas en el Donbás (...), y en torno a Jersón y su región. ¡Ayer (martes) hubo más de 30 bombardeos rusos en la zona. Estaban bombardeando solo calles, solo personas. (...) Hemos perdido a cuatro personas (en esos ataques). Haremos todo lo posible para reprimir a los terroristas (rusos)".
Mientras, la viceministra de Defensa de Ucrania, Hanna Malyar, confirmó este miércoles que se enviaron refuerzos al ejército ucraniano que desde hace varios meses mantiene la defensa de Bajmut en la región de Donetsk.
"El frente de Bajmut sigue siendo la zona más activa de la guerra", insistió y, por ello, "durante un viaje reciente a la ciudad, el comandante de las Fuerzas Terrestres ucranianas, Oleksandr Syrskyi, decidió mover unidades adicionales allí".
En declaraciones en el informativo que transmiten las televisiones ucranianas y que difunden las agencias locales, Malyar explicó que "la situación en Bajmut es complicada y tensa".
"Las fuerzas de ocupación rusas concentraron allí sus principales esfuerzos. Quieren intentar capturar completamente la región de Donetsk" y, en particular, Bajmut, un punto estratégico para crear un pasillo en el este para mover tropas y municiones.
Al mismo tiempo, la viceministra enfatizó que "la decisión de mantener a Bajmut (bajo control ucraniano) es militar, no política. Las decisiones las toman los militares, que no se guían por motivos políticos", repitió.
Hace varios meses, las tropas rusas y los mercenarios de la compañía "Wagner" -próxima al presidente ruso, Vladimir Putin-, han estado asaltando Bajmut de forma continúa y en la actualidad se lucha calle por calle por controlar el área.
La Unión Europea (UE) y Rusia tomaron posición en dos extremos para depositar su esperanza en que la India, como presidente del G20, use su rol para poner fin a la crisis geopolítica y económica provocada por la guerra, de la que Moscú y Occidente se culpan mutuamente.
La presión se hace sentir sobre Nueva Delhi en el marco de la reunión de Ministros de Exteriores del G20 que tiene lugar entre ayer y hoy en la capital india, y en la que la guerra de un año provocada por la invasión rusa en Ucrania se espera que tenga un espacio central en la agenda. La posición neutral del Gobierno del primer ministro indio Narendra Modi, que no ha condenado hasta ahora en solitario las acciones rusas, en unas ocasiones es leída como ambivalente y en otras como un apoyo velado al Kremlin.