Estos últimos días dos eventos meteorológicos se han dado en diversas partes del país. Por una parte, una ola de calor con condiciones de temperatura, viento y humedad que han favorecido la expansión de los incendios en la zona sur del país, y por otro, tormentas eléctricas y precipitaciones en el norte, que han afectado a la Región de Atacama.

Fenómenos climáticos que de acuerdo al académico del Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile e investigador del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia CR2, Roberto Rondanelli, estarían relacionados a través de un mecanismo de gran escala con condiciones extremas.

"Este es un fenómeno extremo y la razón detrás de este aumento de temperatura tiene que ver con un anticiclón, que es una alta presión que gira en un cierto sentido, en este caso el sentido anti horario en el hemisferio sur, y eso produce estas condiciones de aire muy cálido por encima de nosotros, que combinado con la época del año, la insolación, produce estas temperaturas. Además, combinado con una tercera cosa, que son vientos desde el este que cruzan la cordillera desde Argentina y lo hacen de una forma que genera mucho calor, que es lo que está pasando en el sur", explicó el científico.

Similar al 2015

Según aclaró Rondanelli, la situación del sur del país se relaciona con los eventos del norte cuando el viento proveniente del este llega al océano y transforma el anticiclón en una baja presión, es decir, un ciclón, cuya circulación estaría ligada a la intensidad del fenómeno del sur de Chile.

"Esas condiciones son parecidas a las que ocurrieron el 2015 y tienen la misma dinámica, porque el 2015, antes del aluvión de Atacama del 24 y 25 de marzo, ocurrió una ola de calor tremenda en la zona sur y central de Chile, donde se rompió el récord absoluto de temperaturas en Santiago hasta ese momento y se alcanzaron más de 36°", subrayó el académico de la U de Chile.

Un año trágico para la región, donde también se habría dado esa relación, con condiciones de altas temperaturas en la zona central y sur del país, un transporte de humedad y ciclón en el norte. No obstante, en el 2015, se sumaron intensas precipitaciones, lo que diferenciaría ese hecho de lo que está ocurriendo actualmente.

"Hay que estar pendientes, si bien no se ve nada en el periodo del pronóstico que vaya a llamar a la alarma, hay que mirar las condiciones del verano, porque es en ese momento cuando se producen las condiciones propicias para la formación de tormentas como la de Atacama en el 2015. El fenómeno del fin de semana fue extremo, no es común que se produzcan estas tormentas eléctricas en pleno Desierto de Atacama y mientras sigan las condiciones de altas temperaturas en la costa existe el peligro que se pueda activar nuevamente un sistema así", resaltó.

Escasas precipitaciones

Por su parte, Roberto Muñoz, director regional del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) Atacama, sostuvo que actualmente la región estaba con una alerta meteorológica A11, relacionada a las tormentas eléctricas y un aviso meteorológico A34, de alerta temprana preventiva regional por eventos meteorológicos, con montos muchos menores a lo dispuesto en eventos anteriores, donde se registró durante el fin de semana una caída de agua de 2 a 4 mm en ocho horas, descartando así la ocurrencia de un aluvión en la zona.

"De igual manera se hace un refuerzo del monitoreo a las condiciones de riesgo y se monitorea permanentemente esta condición. Como sistema regional estamos operando, y hasta este minuto y a diferencia de años anteriores, no hay ningún fenómeno de remoción en ma-