El próximo 2 de febrero, cómo cada año, celebraremos el Día Mundial de los Humedales, ecosistemas muy diversos que cada vez van tomado más relevancia, gracias a que hemos podido conocer su importancia y valor, no sólo como un paisaje bonito, si no que hemos ido conociendo las amplias contribuciones que hacen estos espacios naturales de forma directa o indirecta a nuestro bienestar como sociedad, los llamados servicios ecosistémicos, que son múltiples.
Los humedales cuentan con diversos atributos, que como sociedad podemos aprovechar de forma sostenible; podemos encontrar elementos para nuestra subsistencia, como agua para beber o agua para riego. Además, existen otros servicios ecosistémicos que son más difíciles de apreciar, pero son aún más relevantes, por ejemplo, los humedales costeros nos pueden ayudar frente a eventos como marejadas o tsunamis, ya que son ecosistemas de transición, que pueden acumular una gran cantidad de agua y que si no estuvieran, llegaría directamente a las poblaciones costeras.
En zonas donde existen estos ecosistemas, se mantiene de mejor manera la temperatura, ayudándonos a su regulación. También, contribuyen siendo parte de los ciclos de diferentes elementos químicos, como nutrientes, y uno en especial: el agua.
Ha sido reconocida la importancia de los humedales, porque en muchos casos, cuentan con una amplia biodiversidad de especies, sobre todo aves, muchas de ellas migratorias, que ocupan estos espacios para descansar, anidar y/o alimentarse luego de largos recorridos, que en zonas desérticas como nuestra región, cobran una vital importancia.
El valor que han ido teniendo estos ecosistemas ha ido de la mano con emblemáticas iniciativas, como lo es la Ley de Humedales Urbanos, que entró en vigor hace un par de años y da protección a los distintos tipos de humedales que están total o parcialmente en el límite urbano. Esta Ley viene a resguardar estos ecosistemas y regularizar la realización de proyectos de inversión, ya que ahora deben considerar ingresar a evaluación ambiental.
Algunos podrán pensar que esta ley u otras iniciativas en pro del medio ambiente viene a limitar el desarrollo del país o a poner trabas a la inversión, pero en ningún caso proteger nuestro patrimonio natural puede ser tomado de esa forma. Esto implica un cambio al paradigma reinante de las últimas décadas, donde el crecimiento era imperativo y a toda costa, lo que ha contribuido a la crisis ecológica y de cambio climático que tenemos hoy en nuestro planeta.
Con iniciativas como esta, se busca compatibilizar las actividades productivas, sin dañar nuestros valiosos ecosistemas, como son los humedales, porque si algo tenemos claro, es que no habrá futuro, si el desarrollo no es sostenible.
Natalia Penroz Acuña
Seremi de Medio Ambiente