Francisca Valenzuela se sube al festival que celebra la amistad de Chile y México
CHILEAN WEY. El encuentro que se estrenó en la capital azteca, tiene nuevas fechas para febrero en Santiago y Concepción.
Amelia Carvallo
E n junio pasado, y en la capital azteca, partió la primera edición del Chilean Wey, evento musical que se repetirá en Santiago el 24 y en Concepción el 26 de febrero y que celebra la amistad musical entre ese país y Chile.
Francisca Valenzuela será parte del cartel junto a Ely Guerra, Los Tres, Plastilina Mosh y Javiera Mena.
Sobre su relación con México, cuenta que la primera vez que estuvo ahí fue para el Vive Latino, donde tocó su disco "Buen soldado". "En ese momento me acompañó Quique Rangel, bajista de Café Tacvba, en un par de canciones y después estuve con Ximena Sariñana, y lo lindo es que esas relaciones perduran, hasta el día de hoy seguimos haciendo cosas".
¿Cómo es tu relación con México?
"Ha sido una buena relación, llevo ya bastante tiempo tocando por allá, tengo una comunidad de amigos y amigas, colaboradores y artistas con los que hago cositas. Siento que mi proyecto musical ha calado súper bien, hay posibilidad de tocar, la gente conoce mis canciones, es un territorio súper importante para mí y un espacio cultural donde siento que crezco y aprendo muchísimo. Siento que vibra con el proyecto y ha incorporado el repertorio completo a lo largo de las épocas, no ha sido algo puntual, también hemos crecido juntos".
¿A qué crees que obedece la afinidad musical entre México y Chile?
"Por una parte creo que hay un buen número de referentes y referentas y que ese vínculo además se cumple en diferentes áreas: la música, la literatura, el cine, la fotografía… pero creo que la sinergia cultural también tiene que ver con tener cierta idiosincrasia en común. Hay una cosa con el goce, la buena onda y la apertura, también la lucha social, tenemos valores en común que se traslucen en expresiones culturales que vibran en los dos lugares muy fuertemente, y que sin duda también se apoyan en la relación que ha habido con artistas visuales y escritores".
Es algo misterioso porque ni somos cercanos geográficamente
"También creo que hay una cosa como de la melancolía, creo que en Chile y en México hay como harta melancolía, harta poesía, un vínculo constante con la nostalgia, y eso tal vez también nos une".
Dice que el lugar donde ha tenido residencias más largas en tierras aztecas es en la enorme capital. "Ciudad de México es una capital vibrante donde uno aprende sobre la cultura mexicana y el amor por la identidad nacional que tienen; es algo que se vive, que vibra, que uno siente, no es algo que esté adentro de los museos, está en la calle, en todas partes", explica y recuerda su reciente presentación en el Lunario del Auditorio Nacional donde fue coreada por un lleno total.
Vida tan bonita
Con 15 años de trayectoria, su último disco es "Vida tan bonita" y la tiene feliz. "Me enteré que fue elegido entre los veinte mejores álbumes del año por la revista Rolling Stone. Es un álbum que creo que justamente responde a esta sensación de que a veces la vida no es tan bonita, más bien se siente dura y desafiante, y sobre todo desgastante, y que todo se encarrila por el milagro de que uno opte por vivirla. Es un poco como la yuxtaposición constante entre las cosas violentas y dolorosas y las cosas que nos mantienen vivas, y alegres, y conectadas, es la rebeldía de esa alegría que irrumpe igual, y vivir tu verdad".
Cuenta que el disco está lleno de conflictos y de confesiones y que los conflictos que retrata en las letras van acompañados por una añoranza por superar los escollos. "La vida no para, no se detiene nunca, y uno como música vive en el contexto, no vive fuera del mundo ni en abstracto, entonces todo influye en lo que uno siente y cree, independiente de que el apocalipsis sea de manera personal o colectiva", precisa.
Ahondando en su repertorio, reflexiona sobre la canción "La fortaleza", que en tiempos del Covid cantó como un himno de resiliencia colectiva. "Creo que fue más lindo que fuera escrita antes a que la hubiese escrito directamente en tiempos de pandemia, creo que fue más sentido y más real".
¿Cómo está Ruidosa, la comunidad musical que impulsas?
"Hemos logrado cosas muy concretas. Los estudios que hicimos de participación y representación de mujeres en la música se ocuparon para proyectos de leyes. En Argentina se tomó para una ley de cupos en recitales. Hemos hecho festivales en Lima, Valparaíso, Santiago, Buenos Aires, Ciudad de México y Los Ángeles, es una iniciativa regional que busca la visibilización de diversidad de proyectos de mujeres y disidencias en la música, eso lo celebramos". Para 2023 se vienen proyectos en terreno, y Ruidosa afinará sus herramientas para detectar los problemas que aquejan al sector.