El entrenador de Francia, Didier Deschamps, había avisado que su equipo se podría adapta a las cualidades del rival y aprovechar sus debilidades para hacerle daño, y ayer lo demostró ante Marruecos en la semifinal.

Esta vez, los galos le cedieron la posesión del balón a su rival, que había jugado precisamente a los contraataques en medio de la superioridad de quien tenía en frente.

Así, anuló de entrada la táctica de los africanos y en menos de cinco minutos Lucas Hernández abrió el marcador.

En una ofensiva fulminante de los europeos, y tras una serie de rebotes donde se les negó el gol, el lateral izquierdo pareció en el segundo palo para definir con una tijera y hacer vibrar a los franceses que llegaron hasta el estadio Al Bayt de Jor.

Con la ventaja en el bolsillo, los actuales campeones del Mundo bajaron la intensidad y, contrario a lo que esperaban, Marruecos se fue encima, mostrando una gran capacidad de reacción, pero poca efectividad frente al arco.

Las más claras dieron en el horizontal: primero con un remate de Azz-Eddine Ounahi y después con una chilena de Jawad El Yamiq.

En Francia no se desesperaron, a pesar de los sustos que pasaron por momentos, y también dispararon al arco por intermedio de figuras como Kylian Mbappé y Olivier Giroud.

Dura pelea

El segundo tiempo comenzó igual como terminó la etapa inicial, con los africanos muy entusiasmados con llegar al gol del empate, pero con poca capacidad de concretar.

Youssef En-Nesyri, Hakim Ziyech y Sofiane Boufal fueron algunos de los que quisieron convertir, pero no estuvieron finos.

A ratos el partido también fue brusco, con duras infracciones sobre Mbappé o Hernández que quedaron sin sanción.

Buscando refrescar el ataque, Deschamps hizo ingresar a Randal Kolo Muani por Ousmane Dembélé y su modificación tuvo efecto inmediato.

A menos de un minuto de entrar, en la primera que tocó, el delantero galo capitalizó un rebote y puso el 2-0 que selló la clasificación de Francia a la final de Qatar 2022.

Redacción

El duelo entre dos de las mejores selecciones de Qatar 2022, y también entre dos de los mejores jugadores en la actualidad, definirá este domingo desde el mediodía al nuevo dueño de la Copa del Mundo.

Argentina y Francia, equipos que han levantado el trofeo en dos ocasiones, se enfrentarán en el estadio Lusail de Doha por un lugar en la historia después de superar todas las etapas anteriores, no exentas de complicaciones y rivales difíciles de derribar.

Por el bicampeonato

El caso de los galos es especial, porque hace cuatro años ya se quedaron con el título y ahora van por el bicampeonato.

Ayer, tras vencer por 2-0 a Marruecos, confirmaron su lugar en la final después de un camino pedregoso, donde les tocó enfrentar rivales que significaron más de un problema, pero que supieron sortear apelando a sus grandes figuras como Kylian Mbappé y Antoine Griezmann.

Los europeos comenzaron el Mundial en el grupo D con una sólida goleada por 4-1 contra Australia, luego le ganaron a Dinamarca por 2-1 y cerraron la primera ronda con una sorpresiva derrota ante Túnez por la cuenta mínima, partido que afrontaron con suplentes.

En octavos de final vencieron por 3-1 a Polonia y en cuartos les tocó Inglaterra, imponiéndose por 2-1 pero con un penal fallado por Harry Kane.

Por ahora, Mbappé es uno de los goleadores del certamen con cinco dianas y luego le sigue Olivier Giroud con cuatro anotaciones.

Messi y su revancha

El caso de Argentina es especial, porque a sus 35 años, Lionel Messi tiene su última oportunidad de ser campeón del Mundo y sacarse la espina de Brasil 2014, cuando perdieron la final contra Alemania.

Esta vez la Albiceleste fue de menos a más y llega a la definición luego de golear por 3-0 a Croacia.

Sin embargo, el inicio fue difícil y obligó al entrenador Lionel Scaloni a probar variantes que le dieron resultados, encontrando un equipo renovado y con figuras nuevas como Julián Álvarez. Los trasandinos comenzaron con una derrota por 2-1 contra Arabia Saudita, pero reaccionaron frente a México y ganaron 2-0.

Luego cerraron la fase de grupos con un triunfo por 2-0 contra Polonia y en octavos le ganaron por 2-1 a Australia. Estos dos rivales tienen en común con Francia.

En cuartos de final, a pesar de comenzar ganando por dos goles, se complicaron y superaron en penales a Países Bajos.

El goleador de Argentina es Messi con cinco anotaciones y después está Álvarez, que al igual que Giroud lleva cuatro dianas.

Como un duelo de épocas, el mejor futbolista de la década pasada enfrentará a uno de los mejores de las últimas temporadas, que con apenas 23 años ya ganó un Mundial y va por el segundo, pero todavía no consigue la Champions League ni el Balón de Oro.

En tanto, será un enfrentamiento de dos selecciones llenas de historia, pero con un historial favorable a Argentina, que en 12 duelos directos registra seis triunfos, mientras que Francia ganó tres. En Mundiales son dos para la Albiceleste y uno para los galos.

"no es el mismo messi"

Encontrar el registro más reciente entre Argentina y Francia no es muy difícil y solo hay que remontarse a la edición anterior de la cita planetaria, Rusia 2018.

En el Kazán Arena, Kylian Mbappé se volvió inalcanzable para la defensa trasandina y guió el triunfo de los galos por 4-3 en octavos de final de un torneo que al final ganarían con holgura.

Ayer, sin embargo, el seleccionador francés, Didier Deschamps, declaró tras vencer a Marruecos que Lionel Messi es "esplendoroso desde e inicio de la competencia. Hace cuatro años fue diferente. Empezó en un lugar diferente del que imaginábamos y acabó de delantero. Ahora tiene un delantero y él tiene mucha libertad, toca muchos balones, se le ve muy en forma", analizó.

"Es el mejor del mundo o uno de los mejores. Tenemos que trabajar para limitar al máximo su influencia, al igual que ellos harán lo mismo con algunos de mis jugadores. Pero esta no es la misma Argentina que afrontamos hace cuatro años", adelantó el estratega.