Copiapinos forjadores de la identidad del Norte Grande y su aporte clave al país
Copiapó ocupa un lugar relevante en la historia de Chile y especialmente del norte del país. Numerosos personajes nacidos en la capital de la Tercera Región, por ejemplo, impulsaron el desarrollo económico, político y social de ciudades costeras y localidades del interior de Antofagasta, durante los ciclos del salitre y la plata.
En la capital de la región vecina se rinde honores a ilustres atacameños, algunos talvez desconocidos para los copiapinos. En el 277º aniversario de la fundación de San Francisco de la Selva de Copiapó, estimamos importante recordar a estos prohombres, ya que formaron la identidad del Norte Grande .
Sin dudas uno de los más relevantes es Diego Almeyda Aracena, nacido en Copiapó en 1780. Considerado uno de los más importantes exploradores del desierto, que recorrió entre 1831 y 1838, descubriendo los yacimientos de Taltal, Cachinal, Chañaral, San Bartolomé de Atacama, Lechuzas, Quebrada Seca, Algarrobo, Vaca Muerta y Bellavista de Roco.
En un lugar igual de destacado está José Antonio Moreno, conocido como "el Manco", considerado el fundador de Taltal y Paposo, quien nació en Copiapó en 1812. Este explorador recorrió la costa entre Chañaral y Mejillones, apoyado por una goleta, hasta que llegó a una caleta que bautizó como El Cobre. En estos asientos equipó establecimientos para beneficiar minerales de cobre usando modernas maquinarias, pero también construyó ferrocarriles y organizó líneas de vapores para transportar a Inglaterra los minerales que producía.
El célebre Carlos María Sayago, copiapino nacido el 12 de octubre de 1840, es el autor de "La Historia de Copiapó"; en tanto su coterráneo Isaac Arce Ramírez, natural también de la capital atacameña (3 de julio de 1863), es el primer y más importante historiador de Antofagasta ("Narraciones históricas de Antofagasta, 1930). Éste llegó a esa ciudad en 1872 y cuando estalló la Guerra del Pacífico, con sólo 16 años, se enroló en el Batallón Cívico Nº 1, alcanzando las presillas de Cabo 2º de la Compañía de Cazadores.
Concluido el conflicto y declarado veterano de guerra, en 1882 empezó a trabajar en la Compañía de Salitre y Ferrocarril, para luego administrar algunas oficinas salitreras.
Un alcalde y un literato
Otro personaje relevante, pero poco conocido en Copiapó, es Hermógenes Alfaro Saavedra, quien nació en esta ciudad en 1844. Tras el descubrimiento del mineral de plata de Caracoles, llegó hasta este lugar integrándose como empleado en la Casa Neves y luego administrador de la Compañía Dorado Hermanos. Luego emigró a Antofagasta donde participó en la construcción del ferrocarril que une esta ciudad con Uyuni, Bolivia.
En el ámbito político, fue munícipe en Caracoles, regidor en Antofagasta entre 1894 y 1903 y alcalde en dos oportunidades. Es considerado uno de los jefes comunales más importantes de comienzos del siglo 20; además fue Superintendente del Cuerpo de Bomberos de Antofagasta.
José Joaquín Vallejo (Jotabeche), el padre del costumbrismo, incursionó también en la prensa (fundó el importante periódico "El Copiapino"), como lo hizo durante el siglo 20 otro copiapino, Salvador Reyes Figueroa, Premio Nacional de Literatura 1967, quien nació el 16 de agosto de 1899 en una vivienda ubicada en la calle Colipí.
Vivió en Antofagasta (estudió en el Instituto Comercial) y Taltal. Como periodista escribió para varios diarios, especialmente de esta ciudad y Antofagasta, destacando crónicas como "Andanzas por el Desierto de Atacama", "Crónicas de Oriente", "Saludos al pasar" y "El continente de los hombres solos". Como escritor es autor de importantes novelas, entre otras, "Ruta de sangre" (traducida al francés), "El matador de tiburones", "Norte y Sur" y "El café del puerto". Su única obra teatral se denomina "La redención de las sirenas".
Lider para recuperar la democracia
El médico Gonzalo Castro Toro nació en Copiapó el 4 de julio de 1891. Estudió en el Liceo de Hombres de su ciudad natal y luego en la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile. En 1916 se estableció en Antofagasta, ejerciendo su profesional en numerosas oficinas salitreras del Cantón Aguas Blancas. Fue undador del programa social la Gota de Leche.
"Radical, bombero y masón, dedicó su vida al servicio público", recuerda el historiador Juan Floreal Recabarren, quien destacó en la entrega del médico en el servicio a la comunidad.
En 1948 participó en la organización de los Cabildos del Norte, pero talvez uno de los papeles más importantes lo cumplió 16 años antes a liderar, en septiembre de 1932, el llamado Movimiento Civilista de Antofagasta, que respaldó a la guarnición de la I División del ejército, liderada por el general Pedro Vignola, que exigió la renuncia del general Bartolomé Blanche Espejo, quien gobernaba el país después de una seguidilla de golpes de estado, inclusive con la proclamación de la República Socialista de Chile, que sólo duró 12 días.
La lista de copiapinos que ayudaron a forjar la historia del norte es larga. Es necesario conocer sus aportes y valorar la contribución a la patria se todos. Por ello, resulta necesario que las nuevas generaciones conozcan su aporte a la historia y entidad del Norte Grande.
Ilustres atacameños fueron quienes impulsaron cambios trascendentales
a nivel social, político y económico
no sólo en la zona, sino también
en Chile. Una meción aparte tiene el escritor y periodista José Joaquín Vallejos
(Jotabeche).