Agencias
Nueva York y Singapur comparten el número uno en el último ránking de las ciudades más caras del mundo publicado ayer por The Economist Intelligence Unit, que refleja que el costo de vida global aumentó 8,1% interanual, la mayor subida en veinte años, por factores como la guerra de Ucrania.
Se trata de la primera vez que Nueva York sube al podio, empatando con Singapur, que en cambio ha ocupado el primer puesto hasta ocho veces en la pasada década, desbancando ambas ciudades este año a Tel Aviv, la más cara en 2021 y que cae ahora al tercer puesto.
Mientras el fortalecimiento del dólar está detrás de la subida de Nueva York, el título de Singapur responde a un alto costo de vida generalizado, con uno de transportes más caros del mundo -debido al control gubernamental sobre el número de coches en circulación-, o el alto precio de la ropa, el alcohol y el tabaco.
Las más baratas
Hong Kong y Los Ángeles comparten a su vez el cuarto puesto, seguidas de las suizas Zurich y Ginebra, también habituales en las primeras posiciones. San Francisco (Estados Unidos), París, Copenhague y Sidney (Australia) completan la lista de las diez ciudades más caras del informe de The Economist Intelligence Unit (EIU).
Al otro lado del espectro están Damasco y Trípoli, que permanecen como las urbes más baratas, precedidas de Teherán, de acuerdo con el informe realizado entre agosto y septiembre de este año y que compara más de 400 precios de unos 200 productos y servicios de 172 ciudades.
Algunos de los cambios más notables son los de Tokio y Osaka, donde el mantenimiento de bajas tasas de interés en Japón ha propiciado que descendieran 24 y 33 peldaños, respectivamente, en contraste con la edición anterior, hasta ocupar los puestos 37 y 43.
En general, las 58 ciudades asiáticas incluidas en el ránking solo vieron un aumento "moderado" de los precios (con una media del 4.5%, casi la mitad que la total), con algunos países beneficiándose de un petróleo ruso más barato y aún bajas tasas de interés.
Crisis del costo de la vida
El informe apunta a la guerra de Ucrania y las interrupciones en la cadena de suministro causadas por el conflicto, así como por la política de cero covid de China -que acarrea confinamientos y un cierre fronterizo que obstaculiza el comercio internacional-, como causas del encarecimiento generalizado de las 172 ciudades.
El costo de vida ha aumentado en ellas una media del 8,1% interanual, tomando como referencia las monedas locales, el mayor incremento en los veinte años que lleva haciéndose el informe.
El aumento más pronunciado fue el del precio por un litro de gasolina, con un incremento medio de hasta un 22% interanual, así como la inflación en el coste de los alimentos.
Upasana Dutt, responsable del informe, indica que "la guerra de Ucrania, las sanciones occidentales sobre Rusia y la política de cero covid de China han causado problemas de suministro que, unidos a la subida de los tipos de interés y de las tasas de cambio, han resultado en una crisis del coste de vida en el mundo".