"El ser antropomórfico de Atacama" está en Amazon
LIBRO. Historia de ser hallado en 2003 dio origen a texto que aborda "reliquias que molestan los dogmas establecidos".
Fue en el año 2003 que encontraron a Ata, una momia de 15 centímetros y cabeza alargada cuyas desconcertantes características abrieron espacio a miles de especulaciones en torno a su origen. Apenas 15 centímetros, con 10 costillas en vez de 12 y características físicas que hacían afirmar que Ata había vivido al menos 6 años.
Fue en la localidad La Noria, en la región Iquique en el desierto de Atacama, que envuelta en un paño blanco y con un lazo violeta fue hallada esta pequeña momia, con cabeza cónica y cuencas de los ojos rasgadas. Probablemente la falta de humedad y la excesiva presencia de sal en el desierto permitieron que su momificación fuera perfecta y que su estado permitiera estudios genéticos sobre ella.
La pieza fue vendida a un empresario iquiqueño y luego a un privado español quien la mantienen hasta el día de hoy como parte de su colección privada. En la época en la que fue encontrada, Ata levantó grandes sospechas respecto a su relación con posibles alienígenas, sin embargo, estudios genómicos demostraron que el cuerpo tenía apenas 4 décadas y que por lo tanto su material genético podía ser estudiado. De hecho, desde sus costillas se extrajo médula ósea la cual fue estudiada y determinó que se trataba de un humano.
El mundo ligado al estudio de ovnis y contactos extraterrestres postuló en cambio que podía tratarse de una momia alienígena, aun cuando profesores genetistas de la Universidad de Stanford determinaron luego de secuenciar y comparar la información disponible, que se trataba de una mujer, probablemente un feto y de ascendencia chilena.
En 2018 estos estudiosos de Stanford publicaron los resultados de cinco años de investigación genómica en la revista científica Genome Research en donde relacionaron las características de Ata a mutaciones genéticas relacionadas con enfermedades óseas. También en la publicación, los investigadores descubrieron que los restos óseos tenían un trastorno de envejecimiento que los hacía parecer más viejos de lo que realmente eran, por lo que al ser encontrada se pensó que se trataba de un espécimen que había podido vivir hasta 6 años.
Libro
Ahora el autor español Ramón Navia Osorio Villar publica a través de Ushuaia Ediciones el libro "El ser antropomórfico de Atacama, la fascinante historia de una de esas reliquias que molestan los dogmas establecidos" en el que aborda la historia del hallazgo en Chile y las investigaciones sobre Ata.
Para los interesados, el libro se encuentra disponible en Amazon, en la versión Kindle y en versión impresa en pasta blanda.
Navia Osorio Villar es piloto de marina mercante, fue empresario y viajero por el mundo. Perteneció al Centro de Estudios Interplanetarios, fue cofundador de la Coordinadora de estudios sobre OVNIS, también participó en revistas de investigación OVNI y ha publicado varios libros al respecto.
Aún cuando en la actualidad existen respuestas científicas a muchas de las inquietudes sobre Ata, es inquietante conocer qué versión revelará el autor e investigador de campo español.
Los investigadores en cambio revelaron que Ata tuvo mutaciones genéticas en siete de sus genes, lo que implicó que, al combinarse estas mutaciones, presentara deformidades óseas, musculoesqueléticas, como la escoliosis y el enanismo.
Ata tenía mutaciones en genes que afectan el desarrollo de colágeno, articulaciones, costillas y arterias. Ningún científico puede negar de todas formas lo raro que es que todas estas mutaciones aparecieran de manera simultanea en Ata, la pequeña momia atacameña que aún sorprende y encanta a muchos escépticos. En el libro, se exhiben diversos estudios realizados al esqueleto y se presentan distintas hipótesis sobre su origen.