Partidos
La formación de nuevos partidos políticos es "más de lo mismo", dado que terminan diluyéndose en un sistema que aparece deslegitimado y obsoleto ante la ciudadanía.
Ya es hora de cambiar el switch y dejar de seguir haciendo política "politiquera" y comenzar a superar el actual paradigma en que estamos inmersos de "lucha entre opuestos por prevalecer", con visiones de amigos/enemigos, gobierno/oposición y así sucesivamente. Es urgente alimentar un nuevo paradigma de "integración de los opuestos", priorizando el bien común ciudadano, eligiendo personas "competentes" para cargos de elección popular sobre la base del respeto a la diversidad, apertura a empatizar, dialogar y tomar acuerdos para ir desenvolviendo una sociedad diferente, armónica, pacífica, sin privilegios para nadie ante la ley, donde la política y la democracia no sea manejada desde los partidos políticos, sino por un conjunto de personas electas sobre la base de sus condiciones, experiencias, capacidades, competencias.
Nathan Novik
Manejo discreto
La tendencia izquierdista en Latinoamérica parece obedecer a consideraciones más pragmáticas que ideológicas. Con la llegada de "las siete plagas del apocalipsis", entre ellas, bajo crecimiento, covid, inflación, desorden interno y guerra europea, se han acentuado las diferencias socioeconómicas y el descontento de los ciudadanos de forma transversal, lo que ha contribuido a la caída de gobiernos de derecha y centroderecha que fallaron en los cambios y mejoras prometidas.
Por otra parte, el éxito o fracaso de los nuevos gobiernos de izquierda no dependerá solo de las habilidades políticas de los gobernantes, mas sí de factores exógenos, e.g., aumento del precio internacional de materias primas, como el cobre.
La historia del mundo, desde la Revolución Industrial hasta nuestros días, nos muestra que el ciudadano de a pie ve al socialismo como una manera de derrotar la pobreza, disminuir la brecha entre ricos y pobres, terminar con la ignorancia y subdesarrollo. ¿Y qué hemos logrado hasta ahora? Solo un manejo discreto del descontento. ¿Ergo?
Gustavo M. Astorquiza
Seguridad privada
Últimamente hemos visto una proliferación de robos y asaltos violentos, a plena luz del día, a centros comerciales, puntos de abastecimiento y al transporte de carga. Denominadores comunes son la participación de grupos armados compuestos por más de 10 delincuentes, que se movilizan en varios vehículos, con caracterización, armas automáticas y roles bien definidos. Es decir, bandas organizadas que se potencian sobre la base del crimen organizado.
La mitigación de estos hechos no solo pasa por el trabajo investigativo policial y de persecución penal, sino también por el tan nombrado trabajo colaborativo entre la seguridad pública y la seguridad privada.
¿Cómo se entiende que hoy la regulación no permita la custodia y resguardo activo por parte de guardias de seguridad ni menos de vigilantes privados para los traslados a los centros de distribución o acopio de artículos tecnológicos, que en la cuantificación del valor muchas veces supera el traslado de dinero que sí cuenta con esa vigilancia? Es el momento de sentarse a la mesa y ver cómo potenciamos tanto a la seguridad privada como a la seguridad pública para dar una mejor respuesta a la comunidad.
Se hace muy necesario avanzar con mayor celeridad en la Ley de Seguridad Privada, que está durmiendo en el Congreso desde el año 2008, y al mismo tiempo en la dictación de decretos que vengan a destrabar tantos nudos críticos que hoy no permiten contar con mayores y mejores componentes de la seguridad privada.
Aldo Vidal Asesor de la Asociación de Empresas de Seguridad Privada y Transporte de Valores
Urge un programa de educación financiera
El Presidente de la República Gabriel Boric anunció recientemente la tan esperada Reforma Previsional, teniendo como gran eslogan la eliminación de las AFP y la creación de un sistema mixto de pensiones. En términos generales lo que se busca es poder reducir las comisiones cobradas por las AFP, aumentar la cotización de los trabajadores en un 6% que será de cargo al empleador y de manera gradual en los próximos 6 años siempre y cuando llegue a ser aprobado este proyecto.
Si bien uno de los puntos más discutidos, hasta el momento, es sobre ese 6% adicional que irá a un "Fondo Integrado de Pensiones", y que pretende mejorar las pensiones en el corto plazo, entendiendo que el Estado "prestará" ese dinero hasta que se llegue a régimen. Uno de los puntos que me hubiese gustado que incluyera la propuesta, aunque aún falta información, es la del incremento en la esperanza de vida de los chilenos, la cual afecta a la hora de entregar las pensiones, y por otra parte el aumento en la edad de jubilación, la que tiene relación directa con el punto mencionado anteriormente.
Otro punto que me llama la atención es la eliminación del retiro programado y la posibilidad de retirar los fondos para casos especiales, aspecto visto en prensa hace un par de años, como lo que ocurre con la situación de personas con enfermedades terminales o aquellas que quieran finalizar el pago de su vivienda.
Por último, se propone eliminar a las AFP, pasando a una figura de gestores de inversión privados junto con un inversor de pensiones público y autónomo, con la finalidad de que el cotizante pueda elegir en cual de estos quiere estar. Es en este último punto donde me gustaría nos detuviéramos un momento, ya que me pregunto ¿sabrán los chilenos elegir? ¿conocen los chilenos en qué fijarse a la hora de esta elección? Creo que la respuesta debiera ser no. Hay distintos estudios que demuestran la gran falta de educación financiera que tienen los chilenos como es el caso del "Estudio de alfabetización y comportamiento financiero en Chile", del Centro UC de Políticas Públicas (2017), que llega a la conclusión de que aquellos con un mejor nivel socioeconómico conocen más, y por ende pueden tomar mejores decisiones financieras que aquellos que tienen un menor nivel socioeconómico (que es una gran mayoría). Si lo que se busca es generar una mayor igualdad, tanto en el sistema actual como el propuesto, se debiera contar con un programa de educación financiera que parta en la enseñanza media y continúe en los estudios superiores, como una necesidad transversal, no sólo para saber qué gestor de inversión elegir sino también para estar informados sobre cómo solicitar un crédito (consumo o hipotecario) que sea conveniente, y cómo administrar las finanzas personales.
Danilo Leal Moraga director de la carrera de Ingeniería Civil Industrial UAB