Estudio con más mil participantes Demuestra relación entre dormir mal y mayor riesgo de alzhéimer
ESPAÑA. Es la investigación con la mayor cantidad de personas realizado hasta la fecha para relacionar la enfermedad con el sueño. Dormir menos de siete horas eleva las proteínas asociadas a la detección del mal antes de los síntomas.
Agencias
Un equipo internacional liderado por investigadores de la Fundación española Pasqual Maragall corroboró, en un estudio con una amplia cohorte y biomarcadores, la relación entre mala calidad del sueño y un mayor riesgo de desarrollar alzhéimer en personas sin deterioro cognitivo.
Los resultados del análisis, liderado por el Barcelonaßeta Brain Research Center (BBRC), de Pasqual Maragall, se publican en la revista científica Brain Communications y pueden ser relevantes para ayudar a definir futuras terapias.
La relación entre calidad del sueño y alzhéimer se había estudiado en investigaciones anteriores, pero esencialmente a partir de datos epidemiológicos -comparando las frecuencias de los síntomas o las enfermedades- y sobre muestras de población pequeñas.
Para este estudio, hecho público ayer, se empleó la cohorte más grande hasta la fecha (el estudio europeo de cohortes longitudinales para prevención de la demencia por alzhéimer) y se añadieron biomarcadores de líquido cefalorraquídeo, que predicen incrementos futuros de la patología en personas sin síntomas identificables de la enfermedad de Alzheimer.
Gracias a estos datos, los investigadores pudieron validar la hipótesis de que la falta de sueño está asociada con esos biomarcadores.
El equipo del BBRC, en colaboración con investigadores de la Universidad de Bristol, Reino Unido, analizaron los datos de 1.168 adultos mayores de 50 años, incluyendo biomarcadores de la enfermedad de Alzheimer en el líquido cefalorraquídeo, rendimiento cognitivo y calidad del sueño.
Sueño corto
"A través de estos análisis, pudimos estudiar asociaciones entre los principales biomarcadores de la enfermedad de Alzheimer y diferentes medidas de la calidad del sueño, como su puntuación total, duración, eficiencia y alteración", destacó el doctor Oriol Grau, investigador del BBRC.
Mediante el análisis de muestras de líquido cefalorraquídeo de 332 participantes tomadas al inicio y después de un período promedio de 1,5 años, los investigadores pudieron evaluar el efecto de la calidad del sueño inicial sobre el cambio en los biomarcadores del mal de Alzheimer a lo largo del tiempo.
Entre otros hallazgos, se demostró que una duración corta del sueño, inferior a siete horas, se asocia con valores más altos de proteínas tau, biomarcadores clave para medir el riesgo de Alzheimer en la fase preclínica, es decir, antes de la aparición de los síntomas de la enfermedad.
"Nuestros resultados refuerzan aún más la hipótesis de que la interrupción del sueño puede representar un factor de riesgo para la enfermedad de Alzheimer", resaltó la también investigadora del BBRC Laura Stankeviciute.
"Por ello, son necesarias investigaciones futuras para probar la eficacia de las prácticas preventivas, diseñadas para mejorar el sueño en las etapas presintomáticas de la enfermedad, con el fin de reducir la patología de la enfermedad de Alzheimer", añadió.
1.168 adultos de más de 50 años, sin deterioro cognitivo, participaron en el estudio que duró un año y medio.